Sigo practicando con el enfoque manual, a ver si va saliendo algo, pero Bliss me lleva mucha ventaja.
El último anochecer desde la terraza de mi habitación.
Tenga una nietos para esto.
Pues sí, no tiene mucho tacto entrar en un cementerio con la cámara en la mano, pero la vi desde la puerta y tuve que hacerlo.
Guapa,¿eh?
Hice bien en no estudiar para decorador de casinos. A mí estas cosas nunca se me ocurrirían.
4 comentarios:
A mí también me sigue dando por fotografiar tumbas de vez en cuando, no puedo eludir el encanto de algunos cementerios. Te recomiendo el de Ciriego, en Santander. Una pena que los inquilinos no puedan disfrutar de las inigualables vistas al Cantábrico.
Entiendo que no hubieras sido capaz de igualar esa decoración en el casino, pero no te atribuyas el fracaso: la insularidad imprime carácter y el cansancio te puede entrar incluso después de m... orinar ;-)
Te recomiendo el de Ciriego, en Santander.
Pues nada, ya intentaré comprarme un terrenito.
Yo te recomiendo la "Ciudad Grupo Santander", que te queda más cerca y los domingos sí que tiene que parecer un cementerio.
Cerca, cerca... depende de qué, porque Ciriego me queda muy cerca... del corazón (ramalazo nostálgico).
Sorprendente lo del baño, aunque aún le falta un detalle que llegué a ver en Aquisgrán/Aachen (creo): ni más ni menos que un espejo frente a cada urinario. Supongo que tener otra perspectiva del asunto es tan válido como una segunda opinión, sobre todo en un tema tan delicado.
Publicar un comentario