miércoles, 20 de enero de 2010

¿En qué acabará todo esto?

Unos, mandando burofaxes a la SGAE y la Menestra de Cultura y Estado de Excepción para declararles la guerra.

Otros, denunciando a España a la profe, digo, a la Comisión Europea.

Los del lao de la SGAE, poniendo al eurodiputado Manuel Medina Ortega, del PSOE, de presidente de su nueva entidad Ibercrea. (Por enésima vez, sale al mercado la agenda de contactos de un "servidor público".)

Y la gente en general, hasta el gorro, ya es difícil entrar en cualquier tipo de foro sin que alguien plantee abiertamente el boicot a la industria cultural española.

lunes, 18 de enero de 2010

Señales del futuro desde Bolonia

Damián, Sergio, María Josune, Seila, Mateo Charles, Lucía, Yenel, Eros, Yatzil, Blas Diego, Kevin, Óscar Yoshiharu, Kimberly Jane, Selena Amalia, Desirée, Rosalina, Jordan Dean, Analía, Cheyenne, etcétera, lo que voy a decir aquí os lo diré en persona el 12 de febrero por la tarde.

Si os digo que a la mayoría os va a costar mucho aprobar mi asignatura, a lo mejor pensáis que soy un prepotente o un imbécil. Pero no: veréis, es que conozco el futuro.

No sé si habéis visto una película de ciencia-ficción del año pasado, Señales del futuro, cuyo argumento es como sigue:
Los estudiantes guardan en una cápsula del tiempo muchos dibujos, en cambio Lucinda solo escribe una serie de números sin sentido aparente ... John descubre enseguida que esos números tienen un sentido secuencial y esconden predicciones escalofriantes ... Entre estas secuencias descubre accidentes catastróficos ya sucedidos en que el número de muertos coincide con la parte final de la secuencia, y otros por suceder.
Mi serie de números sin sentido la tengo en la mano, es un documento de 23 páginas llamado Horario del segundo semestre.

Os habrán contado que antes, cuando la enseñanza universitaria no era chachi, el horario ocupaba 1 página y uno se lo aprendía de memoria (sí, sí). También, por alguna razón, los profesores decidían, según la marcha del curso, si un día tocaba hacer teoría o ejercicios, y en qué momento era más adecuado hacer las prácticas de ordenador. Ahora no es así. Por eso hace falta un horario de 23 páginas: para decirme a mí que el 3 de mayo a las 5 de la tarde tengo que hacer ejercicios, mientras que el 10 de mayo a las 5 de la tarde estaré en mi casa.

Así es como conozco el futuro y os puedo decir que el 3 de mayo haremos ejercicios con el grupo PA3, y a partir de entonces el grupo PA3 sólo tendrá clases de teoría hasta el 24 de mayo, que es el último día de clase. También veo en la bola que tendrá la última práctica de ordenador el 15 de marzo.

Id pensando cómo veis eso de practicar en el ordenador el 15 de marzo la teoría del 24 de mayo. Sobre todo, no miréis la tabla de la guía docente que explica que 8 prácticas de ordenador son sobre la materia de las 12 últimas horas de teoría. Vais, por tanto, a hacer la última de esas 8 prácticas casi un mes antes de ver la teoría correspondiente a la primera.

Pero no os preocupéis, que vuestros compañeros del PA4 están parecido y además van a hacer las dos primeras prácticas de ordenador el 15 de febrero, tres días antes de la primera clase de teoría. Por tanto, empezarán esas 8 prácticas el 22 de febrero; ya darán la teoría en mayo, al final todo llega.

En cuanto a los ejercicios, pues depende. Vosotros los del PA3 vais a dar la primera clase de ejercicios después de haber dado una clase de teoría. Los del PA1 y PA4 llevarán dos clases de teoría, y los del PA2 tres. Pero eso da igual, porque hasta que llevemos suficiente teoría (dos o tres semanas por lo menos), no habrá nada sobre lo que hacer ejercicios. Para hacer ejercicio esas horas traed unas pesas o un vídeo de Jane Fonda, por ejemplo; ya compensaremos esas clases indebidas no haciendo ningún ejercicio en las tres últimas semanas del curso.

Vosotros me diréis que a mí qué más me da dar teoría o ejercicios, que cambie clases de ejercicios del principio por clases de teoría del final. Bueno, en vez de teoría me diríais "clases expositivas" y en vez de ejercicios "prácticas de aula", pero nos entendemos. ¿Acaso no me pasaría yo por el forro el horario aprobado por la Comisión de Docencia de vuestra facultad, si eso sirviera para impedir una debacle académica?

Claro, os puedo responder que a mí lo mismo me daría, sólo que las clases de ejercicios sólo son a medio grupo cada vez. Por ejemplo, el grupo CA-B se divide en el PA3 y el PA4; al PA3 le doy el lunes, antes de la clase de teoría del martes, y al PA4 el miércoles, después de la clase de teoría del martes. Esto no tiene arreglo: si yo cuento teoría a la mitad de la clase el lunes, ¿qué hago el martes con la otra mitad de la clase? ¿Se quedan in albis y el miércoles les cuento lo anterior?

Para ir acabando, os cuento que también viene decidida la duración del examen: dos horas. No os costará imaginar si en dos horas se puede evaluar el siguiente programa:
Conceptos básicos. Poblaciones, muestras de poblaciones. Muestreo aleatorio. Parámetros y estadísticos. Medidas de tendencia central y de dispersión.

Distribuciones de probabilidad más habituales. Probabilidad. Sucesos independientes y dependientes. Combinatoria. Distribuciones de probabilidad. Distribuciones de probabilidad más usuales (binomial, Poisson, normal y distribuciones asociadas a la normal: t, F y chicuadrado), así como sus características más importantes y sus aplicaciones.

Contraste de hipótesis y estimación. Clases de hipótesis, tipos de errores, nivel de
significación, potencia del test, región de aceptación y región crítica. Ejemplos de tests asociados a una muestra. Introducción a los intervalos de confianza. Métodos para la comparación de dos muestras. Estudio de muestras independientes y apareadas. Tests paramétricos y no paramétricos. Test de bondad de ajuste. Test de la chi-cuadrado: ajuste a una distribución, tests de independencia y de homogeneidad. Test de Kolmogorov-Smirnov. Test de normalidad. Métodos para la comparación de n muestras. Análisis de la varianza; fundamento. Análisis de la varianza de un factor; condiciones para el análisis y su comprobación. Regresión y correlación. Regresión y correlación lineal. Otros tipos de regresión.
Antes de que lo digáis, tampoco vengo con la menor intención de poner un examen tipo test. Vosotros echaréis cuentas de la velocidad que tenéis que adquirir resolviendo ejercicios.

Cómo la adquiriréis no me lo preguntéis a mí, porque no lo sé.

Cómo haréis para entender los ejercicios antes de la teoría, no lo sé.

Qué sentido tiene hacer 8 prácticas de inferencia estadística meses antes de saber qué es la inferencia estadística, no lo sé.

Por qué tenéis huecos en el horario en los que medio grupo está en clase y medio en la cafetería, no lo sé.

Por qué la Comisión de Docencia aprobó este horario, no lo sé.

Por qué se nos dijo antes del verano que el horario no se iba a tocar y que si algo funciona mal "ya se sacarán conclusiones para el año que viene", cuando todos los que aprobéis en estas condiciones os vais a merecer una medalla de oro y un diploma "Ole tus huevos", no lo sé.

Lo que sí sé es que Bolonia mola mucho y tenéis ocho horas lectivas asignadas por si, además de venir a clase por la tarde, os apetece subiros al campus por la mañana, en grupitos de veinte, a ver, en una "tutoría grupal", qué dudas tienen vuestros compañeros.


jueves, 14 de enero de 2010

Enlaces

Me manda Bliss dos enlaces en inglés:

Cómo posprocesar las fotos para subirlas a Internet. Una crítica muy graciosa y atinada.

La moda de los zombis. Un artículo donde se modeliza la evolución de una infección zombi. La diferencia con otro modelo epidemiológico está en que en este, claro, no sólo los vivos sino también los muertos pueden enfermar, volviendo a la vida. En fin... Algunas frases de la conclusión:
Si llegan los zombis, debemos actuar de forma rápida y decisiva para erradicarlos antes de que ellos nos erradiquen ... Este es, como cabía esperar, el primer análisis matemático del brote de una infección zombi ... Como se ve en las películas, es imperativo deshacerse rápidamente de los zombis, en otro caso estaremos todos en un buen lío.
Ahora que la ciencia ha tomado la palabra, ya me quedo más tranquilo.

lunes, 11 de enero de 2010

¿Y qué tiene de bueno Primer? (II)

Habiendo quedado claro que las virtudes que yo le pueda ver a Primer serán más bien anticinematográficas, 'amos a ello.

Lo primero bueno es que es una obra seria. Según su director-guionista-actor-montador-compositor-etcétera Shane Carruth, el tema abstracto es la degradación y muerte de una amistad. El interés concreto es dar una narración realista de un descubrimiento científico. Si juntamos las dos cosas, lo que ocurrirá será que dos amigos se pasan parte de la película tratando de inventar algo, lo consiguen, y a partir de ahí vemos cómo el descubrimiento va minando su amistad hasta acabar con ella. Siendo que inventan el viaje en el tiempo igual que podrían haber inventado la aspirina, el microchip o Facebook, como vehículo narrativo para esos intereses del autor, la medida de la seriedad de la obra está en que no tira de las convenciones probadas y establecidas sobre viajes temporales sino que inventa unas "leyes del viaje en el tiempo" completamente originales y explora sus consecuencias lógicas. En lugar de apoyarse en unos clichés que el espectador ya ha absorbido en otras películas o novelas, y contar su historia dentro de ese territorio familiar, crea su propio territorio.

Parte de la alienación que sufren algunos espectadores de Primer procede del nivel de exigencia que marca Carruth. Al tratar de hacer una narración realista, vemos minutos, y minutos, y minutos, de ingenieros hablando en jerga sin ningún tipo de exposición sobre qué buscan, qué encuentran o para qué serviría. Los protagonistas necesitan paladio y se ve una escena en que extraen el catalizador del depósito de combustible de un coche, como si esto no fuera una ficción a cuyos espectadores se les supone no saber qué es el paladio, qué precio tiene y mucho menos si lo hay en los catalizadores o no. El espectador se ve inmerso en conversaciones entre expertos en un tema del que nada sabe, y sólo cuenta con lo que pueda deducir por sí mismo; el polo opuesto de CSI, donde se fomenta la fantasía de tecnicidad de unas escenas con luces y líquidos de colorines diseñadas para que uno las entienda perfectamente (ya que en realidad no hay nada que entender) aunque no se tenga ni idea de técnicas científicas forenses. Aunque este realismo no deja de ser un objetivo estético con un coste muy alto para quizá una mayoría de espectadores, a nivel narrativo uno sí extrae la información que hay en esas escenas: por ejemplo, que si los protagonistas no van a una tienda y dicen: "Póngame cuarto y mitad de paladio", es porque carecen del dinero para hacerlo pero no de la determinación para encontrar los materiales que necesitan en el motor de un frigorífico o en el de un coche. Están formados para resolver eficientemente problemas técnicos, sin embargo los veremos luego fracasar repetidamente al tratar de resolver problemas éticos aplicando esa misma mentalidad.

(En Iron Man también sale el paladio: Tony Stark desmonta una parte no especificada de un misil para extraer algo, su compañero de cautiverio pregunta: "¿Qué es?", Stark dice: "Aquí hay 0'15 gramos de paladio, necesitamos 1'6 gramos". Se supone que esto ha de convencernos de que se ha pagado a un scientific consultant y por tanto que sí que es posible construir un supermisil con una fragua mientras te vigilan unos afganos que no se dan cuenta de que lo que estás haciendo es en realidad una armadura.)

Otro aspecto en el que no se hacen concesiones es, como decía antes, el "territorio" en el que se enfrentan los personajes. Aunque el espectador entiende perfectamente las reglas del viaje temporal ideado por Carruth, no comprenderá todas sus consecuencias hasta que haya acabado la película y le haya dado unas cuantas vueltas. Por eso experimentará algún ratillo de confusión cuando los personajes emprenden su lucha por ser "el primero" del que habla el título (una lucha no por la supervivencia sino por la propia existencia) sin que él entienda exactamente qué importancia tiene eso.

La trama de viaje temporal es muy compleja, aunque es muy lógica y por tanto me parece más recomendable reflexionar sobre ella que ver la película repetidas veces para entenderla. Una vez uno tiene claras las líneas maestras, es mucho más práctico apoyarse en la transcripción de la película que puede encontrarse por ejemplo aquí. "Muy compleja" no quiere decir inabarcable, pero, si a alguien le parece que Los cronocrímenes y Origen son complicadas, la complejidad de Primer está en otro orden de magnitud. Una trama similar a la de Los cronocrímenes ocurre dentro de Primer y ocupa aproximadamente un minuto.

La experiencia de visionado es más o menos así (por lo menos, la mía). Uno empieza a ver Primer sabiendo que es una de esas películas de las que se dice que no entiendes un carajo. Por lo tanto prestas mucha atención para que no se te escape nada. Al cabo de una hora te dices: qué bien, hasta ahora lo entendí todo, ya ves que no era para tanto. Entonces la película hace clic y de repente no entiendes nada de lo que pasa, aunque te queda claro bastante rápido vque la hora anterior en realidad no la habías entendido. Esto sigue durante un cuarto de hora, y luego vuelves a entender los últimos tres minutos cierran la película. Fin, y te quedas con una cara de WTF del tamaño de un piano. Entonces te vas a la cama y dices: pues no me voy a dormir hasta que entienda lo que pasó.

Uno de los propósitos de esta reseña es no dar ninguna pista que pueda estropear el disfrute de pelearse con ese ejercicio criptográfico, que será del gusto de unos y de otros no. El quid de la criptografía es encontrar una operación sobre el texto muy fácil de hacer y que sea a la vez muy difícil de deshacer sin conocer sus detalles y muy fácil de deshacer conociéndolos. El hecho de que descodificar los acontecimientos de Primer sea mucho más costoso de lo que le fue a Shane Carruth identificar que esa sucesión de escenas era la que "correspondía" a la trama es algo que, a juzgar por las reseñas que hay en Internet, muchos consideran ilegítimo. Las claves para descodificar Primer están dentro del texto codificado; reconocerlas en él una vez se sabe cuáles son es evidente, el problema es que nos pide que aprendamos un texto cuando las reglas para entenderlo están escritas dentro del propio texto, y en muchas ocasiones la herramienta interpretadora se nos da tiempo después del fragmento a interpretar.

Por oposición, en Memento la estructura se hace obvia muy pronto: a poco atento que esté, el espectador se da cuenta de que está viendo una sucesión de escenas que van hacia atrás en el tiempo, intercaladas con otras que no van hacia atrás y que nos dan el contexto en el que enmarcar las primeras. En Primer, las líneas generales de la estructura se intuyen cuando quedan 7-10 minutos para que acabe la película, y sus detalles hay gente, que ha escrito artículos sobre Primer enlazados en la Wikipedia, que no los ha pillado nunca (tras, se supone, varios visionados y con un interés genuino en no hacer el ridículo). El grado de ambición de Primer, en cuanto a la "arquitectura" de la película, simplemente no está en el mismo orden de magnitud que el de Memento. Sin embargo, una vez uno ha identificado las claves que están dentro del texto de la propia película, entender el 90-95% de lo que se ve y de lo que no se ve en Primer (pongamos que yo llego al 17%) es sencillo.

Y esa es la recompensa al esfuerzo criptográfico. La película admite una lectura "corta" en la cual, aunque uno no entienda nada de la trama de viajes temporales, sí accede perfectamente a los temas centrales: la narración naturalista de un descubrimiento científico en la primera media hora, y la destrucción total de una amistad en la última. En esa lectura, los viajes en el tiempo, las referencias a la fiesta de Rachel, etc. funcionan como trasfondo. Pero comprender bien las reglas del viaje temporal y la lógica que rige la selección de escenas abre la puerta a una lectura "larga" en la cual el segundo visionado es una gran experiencia.

(Corto aquí.)

miércoles, 6 de enero de 2010

Reseña: Más allá de las imposturas intelectuales, de A. Sokal

Pues yo no sabía que existía este libro, el otro día lo vi y, previa entrega de unos papeles de colores -vales o algo así-, me lo dieron para que me lo llevara a mi casa con toda libertad. Qué gran avance en la creación de riqueza: das un papel rectangular azul y otro gris, y te haces con un volumen de casi 600 páginas, del que puedes recortar cientos y cientos de papeles esencialmente idénticos a los entregados.

Conviene explicar la genealogía del libro. En 1996, el amigo Alan Sokal envió a una revista de estudios sociales un artículo, ya famoso, titulado Transgredir fronteras: hacia una hermenéutica transformadora de la gravedad cuántica. No hace falta que diga, a la vista de las carcajadas que provoca el título, que el artículo era de principio a fin una farsa y un cúmulo de sinsentidos (como relacionar el axioma de elección con los movimientos abortistas, o proclamar de algo que es "no lineal, y por tanto no conmutativo").

La naturaleza de estas absurdeces era tal que cualquiera que se informase mínimamente sobre el significado de los términos utilizados habría de ver que eso no había por dónde cogerlo. Sokal entretejió este material cómico con abundantes citas y alabanzas a intelectuales cercanos a la línea editorial y a los propios responsables de la revista. Su apuesta era que estos aceptarían un texto que en la superficie se mostraba claramente favorable a su ideología intelectual pese a que su contenido no tuviera el más mínimo sentido, y eso fue lo que ocurrió. Acto seguido, Sokal desveló la broma, formándose algún revuelo en medios académicos marginales como el New York Times, Le Monde, etc.

Al cabo, Sokal y Jean Bricmont escribieron el libro Imposturas intelectuales (publicado primero en Francia y luego traducido en Estados Unidos como Fashionable nonsense). En él inciden directamente en lo que podríamos llamar la "tesis cínica" que no era obvia en la broma: es decir, que más allá de la falta de elemental rigor exhibida por la revista, las citas de presuntos grandes intelectuales de la segunda mitad de siglo XX habían sido escogidas cuidadosamente para ser tan absurdas y denunciables como las del propio artículo. Por tanto, que si las insensateces en el artículo habían pasado inadvertidas era porque las "grandes figuras" decían insensateces iguales, peores o indistinguibles al invocar en su discurso conceptos físico-matemáticos. Que, sí, Sokal se la había metido doblada, pero sólo porque los Lacan, Latour, Deleuze, Baudrillard, etc. llevaban décadas metiéndosela igual de doblada.

Aquí ya se armó la de Dios es Cristo y se habló de todo excepto de si la "tesis cínica" era verdad o no. También se escribió un libro colectivo para "abogar por la reconciliación entre filósofos y físicos" y por tanto acertadamente llamado Imposturas científicas. Ese libro contiene, junto a una exigua minoría de textos válidos como los de Régis Debray y David Mermin, algunas de las pseudoargumentaciones más delirantes que yo haya leído nunca.

Finalmente, no hace mucho se publicó en España A la sombra de la Ilustración, escrito a modo de diálogo (las más de las veces para besugos) entre Bricmont y Debray, en el que ambos ponen buena voluntad pero aún les faltan años de conversación para llegar a entenderse.

Tras este resumen entenderán que el nuevo libro de Sokal se titule Más allá de las imposturas intelectuales, pues es la única forma de seguir capitalizando la fama mediática conseguida por los enfrentamientos anteriores mientras verbalmente se promete lo contrario, es decir, ir "más allá". Pero, de hecho, no es Sokal quien se está aprovechando sino su editor español, Paidós, ya que el título original se traduciría como "Más allá de la broma". Mientras "Más allá de las imposturas intelectuales" promete al lector un material como mínimo "A este lado de las imposturas científicas", el cual brilla por su ausencia, el original describe exactamente lo que sí encontramos en el libro.

El punto de partida es la famosa broma. Tenemos, como entrante, una versión anotada del artículo paródico, explicando todos los chistes en 142 notas, muchas de ellas notas a las notas a pie de página del artículo original. La mayor parte de los lectores del blog, siendo físicos o matemáticos, no necesitan esas anotaciones; en cualquier caso, con algo de sentido común, quien vea a simple vista que el título es ridículo puede manejarse sin notas.

Una parte importante del contenido del libro es material colateral a Imposturas intelectuales, que además puede leerse gratis, en versiones muy similares, en la web de Sokal, donde, además, hay una vasta colección de réplicas y contrarréplicas pertenecientes a todas las fases del conflicto. Por tanto, qué duda cabe que me ha fastidiado deshacerme de tontos vales de colores para encontrar, desorientado por un editor con pocos escrúpulos, que más de un tercio del libro ya lo había leído gratis anteriormente.

Hay que notar que el libro no está hilvanado en capítulos sino que se presenta como sucesión de artículos que no se han adaptado para su publicación conjunta, por lo que hay múltiples redundancias y otros defectos. Es preferible leer los textos gratis en su versión original en la web del autor, donde además encontraremos más material que puede ser de nuestro interés.

La primera parte del libro o colección de ensayos vagamente relacionados se titula El asunto de Social Text; la segunda, Ciencia y filosofía, y presenta dos artículos de Sokal y Bricmont, al menos uno de los cuales está gratis en la web de Sokal y que se sitúan en la línea de la filosofía de la ciencia defendida en Imposturas intelectuales (por tanto, bien podría Paidós haber titulado el libro Más acá de las imposturas intelectuales).

El valor, como filósofos de la ciencia, de Sokal y Bricmont es escaso. De entrada, considero un fracaso que acabaran abocados a presentar y defender una filosofía de la ciencia. Si Fulanito y Menganito entran en un bar pidiendo explicaciones de "quién ha rayado el capó de mi coche" e, inverosímilmente, acaban siendo intimidados para dar explicaciones ellos, es obvio que han fracasado. Los criticados han logrado escabullirse de justificar su apropiación y deplorable uso del discurso científico, mientras que los críticos han acabado montando una explicación filosófica de la posición desde la que hacen su crítica, lo que permite a los criticados desentenderse del debate para criticar legítimamente la validez de una filosofía que no tiene nada que ver con lo que se estaba criticando.

Sokal y Bricmont llaman a su filosofía "realismo científico cognitivo modesto", ya digo que en qué consiste se puede leer gratis; y hacen una lectura de la filosofía de la ciencia del siglo XX al estilo "cuento para niños" en la que Feyerabend es algo así como hijo del fracaso de Popper. Popper fracasó por no entender cuatro obviedades que Sokal y Bricmont tienen la amabilidad de explicarnos en dos patadas, Kuhn ya es un retroceso o degeneración a partir del fracaso de Popper, y Feyerabend la primera cumbre (o sima) de un movimiento anticientífico. Que no digo yo que no fuera así, yo qué sé que no sé nada de esto.

Un ejemplo del descuido de los detalles es el siguiente fragmento (pág. 242): Cuando una teoría resiste con éxito un intento de falsación, el científico considerará, naturalmente, que la teoría se confirma parcialmente y le concederá una verosimilitud o una probabilidad subjetiva más alta. ("naturalmente" dicen, ¿dónde están esos científicos que apuntan en una hoja la probabilidad subjetiva que asignan a las teorías, y la van modificando por sucesivas aplicaciones del teorema de Bayes?) ... Pero Popper no tuvo en cuenta nada de eso; durante toda su vida se opuso testarudamente a cualquier idea de "confirmación" de la teoría, incluso a la de "probabilidad".

Aquí se sugiere que Popper descuidó la relación entre la probabilidad y la práctica científica, lo cual es completamente falso. Popper propuso la interpretación de la "propensión" según la que la probabilidad de un suceso es una medida de su propensión a ocurrir, y también propuso su propia axiomática de la probabilidad, incluyendo un punto de vista axiomático de la probabilidad condicionada que contrasta con el enfoque de Kolmogorov (en el que la probabilidad condicionada no es un concepto primitivo).

Que ese párrafo iba a traer problemas ya se veía nada más leerlo. El amigo Sokal debería ser consciente de que hay gente que se compra su libro y luego van llamando a Lakatos "irracionalista popperiano" (!!) y argumentando por autoridad que "Sokal en su libro dice esto" y "Sokal en su libro dice aquello".

El párrafo de la probabilidad viene con una nota al pie que nos da una idea cierta del grado de claridad mental alcanzado: "Nótese que Popper considera una teoría "corroborada" cuando pasa con éxito exámenes de falsación, pero el significado de la palabra no está claro: no puede ser un simple sinónimo de "confirmada", puesto que, en ese caso, toda la crítica popperiana a la inducción sería vana". Y es que... qué gran misterio que Carnap hablara de "grado de confirmación" y Popper de "grado de corroboración": ¿por qué les daría por no usar la misma palabra?

La tercera parte, "Ciencia y cultura", consta de nuevo de dos textos, con diferencia los más largos del libro. El primero, Pseudociencia y posmodernismo: ¿antagonistas o compañeros de viaje?, siendo, a nivel argumentativo, bastante o muy débil (¿qué es ser un "compañero de viaje" y qué consecuencias se derivan de ello?), contiene parte del material más interesante del libro (para quien ya conociera el estado de la cuestión, al menos).

Por un lado, documenta la escalofriante penetración de prácticas y concepciones absurdas como el "toque terapéutico" y la "ciencia de los seres humanos unitarios" en el mundo de la enfermería estadounidense. Es como la eco-bola, pero en vez de usarla para lavar sin detergente, la usamos para "curar" gente en un hospital.

Por otro, siguiendo a Meera Nanda, denuncia el uso de conceptos de los "estudios poscoloniales" para promover una delirante "ciencia védica" en la India; movimiento que responde, cómo no, a una agenda política.

El libro concluye con un aburridísimo Religión, política y supervivencia excesivamente local (personalmente no soy capaz de entender la diferencia en la política estadounidense entre un conservador y un liberal, o entre un demócrata y un republicano). En él se discute lo que el "nosotros" político de Sokal debería hacer. Ese "nosotros" piensa que el Papa es el "líder de un culto pseudocientífico" (que lo será o no, yo qué sé) pero que es importante abrir los brazos y sonreír para no asustar a los "religiosos moderados" que hacen de contrapeso mundial de los fanáticos religiosos.

Si alguien ha llegado hasta este punto, resumamos.

¿Merece la pena dar vales de colores por este libro? No. Sokal es una persona cualquiera que un día se encontró con un altavoz mediático y tiene manifestaciones políticas que hacer, y por tanto no piensa soltarlo.

¿Merece la pena buscarlo para leerlo gratis? No. El contenido es heterogéneo, de desigual interés y puede leerse independientemente. Es mejor echar un ojo al índice y seleccionar por temas. También es mejor pasarse por la web de Sokal (sabiendo inglés).

¿Es educativo para <18? Sería preferible que nuestros <18 se alimentaran de cosas más nutritivas. Además, las incursiones filosóficas son técnicas y de escaso significado para un <18. Siempre será mejor darle, por ejemplo, las Investigaciones filosóficas de Wittgenstein, por decir algo.

En resumen: Una lectura muy entretenida para el invierno.

domingo, 3 de enero de 2010

Ortografía

A veces, seguir las reglas tiene efectos impredecibles.


1. ¡Repónte pronto, Jessica Juana!

2. Si se acaba algún artículo, repónlo lo antes posible.

¿A quién no le duele la vista, por el "repónte" sobre todo? Google da 3340 resultados para la frase "reponte pronto" y sólo 27 para "repónte pronto"*.


¡Fascinante!


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*La cadena de búsqueda es
"repónte pronto" -reponte

sábado, 2 de enero de 2010

Feliz año

Pues nada, ¡feliz año a todos!

2009 ha sido un año muy satisfactorio personalmente, pero escaso de "producción" investigadora. Ahora mismo estoy tratando de librarme de material basado en ideas de 2004 y 2005. A la vez, a uno lo van comprometiendo para cosas que realmente no tiene un deseo positivo de hacer pero que termina aceptando por todo tipo de razones equivocadas. Porque podré apuntarlo en el currículum, porque qué amable Fulanito o Fulanita de haberse acordado de mí para esto, porque me lo piden por favor, porque el Pisuerga pasa por Valladolid, etc.

Háganme caso y sean ustedes unos asociales malencarados, pues los compromisos son como los rumores y se reproducen exponencialmente. La cuestión es: ¿qué conjunción prefieren, "aunque" o "pero"?

a) Hice A aunque podría haber hecho B, que en el fondo no quería hacer.

b) Hice B pero podría haber hecho A, que en el fondo es lo que quería hacer.

Yo debería ser de "aunque", aunque de alguna forma siempre acabo en "pero" o, peor aún, en "pero aunque":

c) Quiero hacer A y me han ofrecido hacer B; pero, aunque no debería hacerlo, como dispongo de tiempo y energía infinitos y voy sobrao, porque yo voy sobrao, voy a hacer B, A, C, y me va a quedar tiempo para trabajar en la novela y pasarme el verano bañándome en la playa.

Qué iluso es el ser humano, señores...