martes, 28 de febrero de 2006

Antropología en vena

Siempre que uno busca algo en Google, encuentra otra cosa.

Como nadie se lo va a leer entero, tomemos algunas frases descontextualizadas:

El ateo se condena a vivir en la angustia, en la duda, en la desesperación.

El increyente, es, sin duda, un ser psicológicamente mutilado.

No negamos que un ateo pueda ser honrado, pero evidentemente le falta motivación.



Y también:

Heisenberg, que está considerado como el físico más grande de todos los tiempos (...) formuló matemáticamente la teoría unificadora de los campos energéticos, gravitatorio, electromagnético y nuclear (fuerte y débil), que son las energías que conocemos; lo cual, Einstein no consiguió a pesar de sus esfuerzos.

A todo esto, ¿estarán los escritos místicos de Heisenberg en Internet?

lunes, 27 de febrero de 2006

Ignorantia imperatrix mundi

So I should write something about Javier Marías, to honour Jago's question in a comment below.

I always knew that this moment would come. Because as one gets older, and hopefully also becomes adult in a sense, he is increasingly and rightly assumed to have opinions about everything. That's not really my case.

There's a friend of mine who likes to know my opinion about nearly everything. Once, some years ago, he asked me what I thought about Marías. Marías and another Spanish novelist, Pérez-Reverte, were then writing columns for the weekend supplement to the El Correo newspapers. There was Pérez-Reverte's column, then a one-page advertisement, then Marías (and then another ad). I guess people must have been paying an extra fare to have their ads exactly there, for they became quite notorious as a duo of columnists (independently of their individual share of popularity).

My friend was very keen of Pérez-Reverte's novels, to the point of being insistent on my having to read them (which I never did, but that's another story worth a post). After a thoughtful discussion of their comparative merits left me unimpressed, he asked whether at least I liked his columns. He had a lot of people on his side because of his frequent use of `objectionable language' addressed at people groups he didn't like; I find this funny and harmless, but not a game that can be played for too long.

He went on to ask me about Marías, and I thought: "Well, I should do something about this. I don't have anything to say, and he's a renowned writer so sooner or later I will have this question on my face publicly. I must find something witty to say then."

But I actually never did. Every time I find a book of his in a shop, I say to myself: `I really should be buying it. This is a hole in my culture and sooner or later--'

The fact is that I had never read a page of Marías's novels, I had never been able to read complete one of his opinion columns, and I ignored everything about his thinking.

As of now, only two of these remain true. I have visited a blog collecting Marías's recent short writings, and others' praise about him, and I have forced myself to go through a number of such posts. Btw, in the most recent one he says: "En cuanto a Gran Bretaña, la lista de disparates y de atentados contra las libertades del Gobierno de Blair no tiene fin (...)", a choir Jago would gladly join, I presume.

It does take me (even if more than ten years have passed) an effort to read his columns entirely: the first lines seem to contain all the message. Then why read or even write the rest? The answer may be `literature', `journalism', `journalistic literature' or whatever, but I guess I am a sort of impatient reader.

However what he writes is nice, in the sense that I'm happy to see that people are allowed to defend their ideas that vehemently. I'm not optimistic that this will continue to be the case in the future (UFO seekers, other `mystery investigators' and anti-science lobbyists not included.)

There are some extremely nice columns, like the one for The New York Times where he begins identifying the anti-tobacco wave in Spain with a remainder of dictatorial ways:

For far too many years, almost 40, the people of Spain were treated like minors by Franco's dictatorship. But it seems that some people among us still yearn for that era. The new antismoking law in Spain (...)

How elegantly he pretends not to realize that `anti-smoking' came from the US, and the obvious implication of this fact in the light of his reasoning.

But, as regards his intellectual thinking, I'm still not in a position to say anything.

(Of course, he proves to be most sensible when somewhere he says `collective memory' instead of that awful `historical memory' [for `memory'] which together with the equally awful `thermal sensation' [for `cold'], `human person' [for `person'] and `semantics' [for `euphemism'] now plague Spanish journalistic language)

viernes, 24 de febrero de 2006

A suivre

Entré a comprar pilas y salí con un "Manual de Propiedad Intelectual". Y sin pilas, claro, ya me conocen.

¿A qué se debe? Bien, ayer escribía yo sobre los contratos que firmamos los científicos y hoy entro en una tienda a por pilas y me encuentro esto: había que comprarlo. Uno siempre sigue estas coincidencias, no porque crea supersticiosamente que obedecen a algo, sino porque me parece divertido.

Además, el manual (un manual serio para alumnos serios, se lo puedo decir porque me he leído dos veces la Ley de Propiedad Intelectual de pe a pa, o por lo menos la parte que me interesaba) está editado por una editorial llamada "Tirant lo Blanch". Ayer hubo una conferencia en Zaragoza sobre la aplicación de técnicas bayesianas a la cuestión de la autoría de esa obra precisamente. No me digan que no tenía que comprármelo.

Más aún, hace dos semanas estuve en Getafe donde uno de los aspirantes a las habilitaciones era el otro coautor del trabajo bayesiano, que por supuesto habló del mismo al exponer su proyecto investigador. Y, ¿dónde estaba yo cuando intenté comprar pilas? Ah, pues en Getafe.

De modo que, ¿cómo podría haber leído a Paul Auster y no comprar el libro?

Y la pregunta aún más seria, que es: ¿Qué ocurrirá a continuación?

jueves, 23 de febrero de 2006

Qué bueno descubrir que el trabajo de uno es tan valioso

He entrado en el Google Scholar, a ver qué decía de , y aparte de comprobar que hay un cirujano plástico de Burgos que se llama Pedro Terán (cosa que ya sabía), me he quedado un poco sorprendido.

Vamos, que no voy a poner un enlace al Google Scholar en la columna de la derecha.

La razón es que no se incluyen enlaces al doi de los artículos (doi="digital object identifier") mientras que sí que hay enlaces a empresas, como Ingenta, que venden los artículos. Omitiré aquí cualquier sospecha sobre el tipo de relación que exista entre Google e Ingenta.

(Aquí hay que comentar, para quien no lo sepa, que publicar un artículo en una revista científica requiere en un 99% de los casos firmar un contrato de "transferencia de copyright" completamente ilegal. No hace mucho he firmado uno con Taylor & Francis, según el que ni siquiera tengo derecho a enseñar una copia del artículo a un colega con el que me encuentre en un congreso. ¿Acaso creían ustedes que el siglo XIX había terminado?)

Por lo tanto, lo de descubrir que Ingenta vende copias de mi primer artículo por 54,33 dólares más impuestos me cabrea bastante. No porque yo no vaya a ganar nada con ello, que es obvio, sino porque ya me parece bastante mal que las corporaciones editoriales se forren con mi trabajo, como para que vayan vendiendo a terceras empresas el derecho a forrarse también.

Que quede claro que jamás pensé que esto no ocurriría, sino todo lo contrario. Me decían: si, total, van a imprimir la revista, la van a mandar a las bibliotecas de las universidades y ya está, a criar polvo, ¿para qué quieres los derechos de un artículo de matemáticas que nunca va a generar ningún dinero?

Lo fastidioso es tener razón. En fin, que Google siga con esa política contra los autores, que seguro que le irá muy bien.

miércoles, 15 de febrero de 2006

El día que salvé a una oveja



Ahí dentro había una oveja, y a veinte metros una parada de autobús donde varias personas hacían como que no oían nada.

Yo pasaba por allí y, quizás por haber visto demasiados episodios de Kung-Fu cuando era niño, me acerqué a ver de dónde venían los lamentos quejumbrosos, ya que no se veía ningún animal. Al subir la cuesta fue cuando vi dos pezuñas saliendo del registro. Huelga decir que el registro debería tener una tapa; luego el pastor me dijo, acordándose de sus madres, que habían quitado las tapas de todos los registros del cuartel.

El caso es que la oveja no podía salir por sí misma: dada la profundidad, bastante había hecho manteniendo dos patas fuera. Me abstuve de explicarle que estaba prácticamente al lado de una parada de autobús, no fuera a ser que se quedara con una mala impresión del género humano. Como ella sólo podía balar y ver el cielo, me pareció lo más piadoso.

El primer intento fue empujarla por las axilas para ver si se podía incorporar; como ella misma no podía hacer palanca, no tuvimos éxito. Fue al querer auparla entonces cogiéndola por atrás, cuando por fin me di cuenta de que estaba preñada de muchos meses.

Me senté un rato a ponderar la situación. Estaba claro que me tendría que quedar allí hasta que consiguiéramos salir del agujero. No sabía cómo sacarla. A ella se le cansaban visiblemente las patas delanteras. A mí no me llegaban los brazos para rodearle la barriga y cogerla por las de atrás, aparte de que no veía cómo evitar, llegado el caso, que se golpeara en esa parte.

Por suerte, al cabo de un rato apareció el rebaño por detrás del cuartel. Seguramente habían pasado por allí para ir al río y fue entonces cuando la oveja, dificultada por su preñez, no pudo maniobrar para evitar caerse en ese agujero que nunca había estado allí.

El final de la historia es muy sencillo: el pastor vino conmigo y la sacó del registro con una facilidad pasmosa, cogiéndola por la lana de la base del cuello. La oveja sólo dijo "Beeeeeeee" y eso fue todo.

No hay nada como saber.

martes, 14 de febrero de 2006

No sé por qué me he acordado del Unabomber

Cuando estaba en segundo de carrera, o así, el Washington Post y el New York Times publicaron el "manifiesto del Unabomber". Poco tiempo después detuvieron al Unabomber (creo que le denunció su hermano, o algo por el estilo).

El fundamento del terrorismo es, como todos sabemos por desgracia, el uso del "fin del terrorismo" como factor de negociación. El terrorista común supedita el "fin del terrorismo" a la consecución de determinados objetivos de tipo político o social. La variante del "terrorista filósofo", de la que sólo conozco este ejemplo, no aspira a forzar ningún cambio en la estructura política de la sociedad con sus acciones (por lo que, realmente, no puede presentar sus actos, ni siquiera ante sí mismo, como una "guerra").

El Unabomber, que era un algebrista por cierto, envió paquetes bomba durante casi veinte años, con un resultado de tres muertos y bastantes heridos, aparentemente con el único fin de conseguir que el Post y el Times difundieran gratuitamente sus ideas filosóficas sobre lo mal que va el mundo, y cómo corregirlo.

Hay que estar bastante tocado, es cierto. Recuerdo que David se bajó el manifiesto (más de cien páginas, creo) y me lo imprimí y no hace mucho que apareció por casa de mis padres mientras estaba buscando otra cosa. Ya saben que soy defensor de la cultura general y por lo tanto no se me caen los anillos por leer manifiestos terroristas. No son peores que los anuncios de McDonalds, supongo, y siempre será preferible a opinar del tema sin saber de qué se está hablando.

La idea fundamental, aunque no me acuerdo mucho, es que la sociedad avanza en una dirección indeseable que condena a millones de personas a sufrir la deshumanización (o subhumanización) moral y social, y a un grave sufrimiento a la totalidad de la humanidad, o sea nosotros.

La razón es la tecnificación y "racionalización" del espacio vital del hombre comenzada con la Revolución Industrial. El Unabomber argumenta que este proceso (a) transforma la sociedad minando la libertad del hombre, (b) es irreversible por la acción de seres humanos aislados, y (c) es una fuerza social cada vez más potente al no existir ninguna fuerza contrapuesta que la limite (porque actúa favoreciendo la comodidad y las conveniencias inmediatas de los individuos).

Por lo tanto, la única salida a estar situación es formar una organización "subversiva" supraindividual que empuje en la dirección opuesta, hacia un mundo más natural y más amable con la auténtica naturaleza del ser humano. El primer paso para eso es difundir sus ideas a millones de personas; y el primer paso para eso es enviar paquetes bomba durante años y años para poder "negociar" esa difusión con el Post y el Times. Lo que, al fin y al cabo, consiguió.

El valor argumentativo del manifiesto es, en algunos puntos, bastante discutible (si es que no es banal debatir esto sobre las tumbas de tres personas y los traumas de muchas otras). Se parte de unas premisas y se alcanzan unas conclusiones; ahora bien, ¿son ciertas esas premisas? No importa mucho, porque basta tratar las conclusiones como hechos indudables para ver que, a la luz de esos "hechos", las premisas son eminentemente razonables.

En cualquier caso, aunque tuviera toda la razón del mundo y más aún, y sus razonamientos fueran lógicamente impecables, difícilmente se puede pensar que eso otorgaría una justificación de sus acciones. Se puede decir, cómo no, que muere mucha más gente en las carreteras de una forma igual de "innecesaria"; pero por supuesto esto tampoco es un argumento digno de ser tenido en cuenta.

Así que ésta me parece una cuestión ética muy difícil, en el sentido estricto de que demarcar racionalmente el ámbito legítimo del ejercicio de la fuerza por un presunto "bien de la mayoría" me parece extraordinariamente difícil. Lo que no debe confundirse con que yo, en mi yo irracional, tenga una opinión moral tibia sobre este sujeto (de lo cual espero que nadie piense que es el caso).

En fin, que ahí está en prisión, denunciado por su hermano, lo que tiene un componente paradójico: ¿a qué propósito positivo sirve encarcelar a un terrorista (o delatar a tu hermano terrorista) cuando por definición no va a cometer más actos terroristas porque ya ha conseguido todos los fines a los que aspiraba?

Aquí les dejo con esta pregunta sobre la función de las prisiones en nuestra sociedad.

lunes, 13 de febrero de 2006

Sudokumanía

Hoy hace un año que volví de Japón (es fácil acordarse porque el Windsor estaba ardiendo). Lo más curioso es que cuando estuve allí, había esos pasatiempos que eran como un cuadrado de nueve cuadrados con números por dentro. Yo me los estuve mirando un rato y pensé: esto a mí se me tendría que dar bien, si supiera qué restricciones tienen que cumplir los números.

Hoy, los sudoku nos rodean por doquier. Cómo puede haber ocurrido esto en menos de un año, no lo entiendo. Será el poder de los mass media (digo yo).

Lo más gracioso es que ya venden máquinas y programas para hacer sudoku. Vienen todos con simpáticos rótulos "Más de un millón de sudokus", "Más de cien mil sudokus" (a todo esto, los sudokus son como los raviolis, como lo digas correctamente todos los camareros te corrigen).

La pregunta es: ¿Cuál es el orden del grupo de simetrías de un sudoku?

O, dicho en lenguaje llano: si tenemos un sudoku que hemos copiado del periódico, ¿de cuántas formas podemos alterarlo mecánicamente para seguir obteniendo sudoku correctos? Es decir, ¿cuántos sudoku hacen falta realmente para poder generar un millón? ¿Quizás cien mil? ¿Ochenta mil? ¿Cuatrocientos veinte? ¿Doce? ¿Uno?

Bien, tenemos tres estrategias obvias: (a) cambiar unos números por otros, (b)reordenar filas o columnas y (c) darle vueltas al cuadrado.

(a) Si cambiamos todos los doses por ochos, los treses por cincos, etcétera, ¿seguiremos obteniendo un sudoku correcto? La respuesta es fácil notando que basta saber si intercambiar los unos con los nueves, por ejemplo, proporciona un nuevo sudoku correcto (porque todo elemento del grupo simétrico se escribe como producto de permutaciones de dos elementos, Sr. R, que no se acuerda usted del Álgebra II).

Eso está claro, porque en cada fila, en cada columna y en cada cuadro sólo hay un 1 y un 9; así que si los intercambiamos sigue habiendo un 1 y un 9, y todos los demás no los hemos tocado. Esto nos da un total de 9! renumeraciones.

(b) Si cambiamos de orden un bloque de tres filas con otro, entonces nada queda alterado: 3! ordenaciones distintas.
Si cambiamos un bloque de tres columnas con otro, lo mismo: 3! ordenaciones.
Dentro de cada bloque, también podemos permutar las tres filas o tres columnas que lo componen, eso nos da 3 bloques de 3! ordenaciones para las filas y otro tanto por columnas.

(c) Finalmente podemos rotar el cuadrado grande 4 veces. De esas 4, dos se pueden obtener como productos de las transformaciones que ya hemos hecho.

En total tenemos de esta forma 9! 3! (3! 3! 3!) 3! (3! 3! 3!) 2 sudoku "distintos", que son, tras un par de cuentecillas, algo más de 2 por 6^10 por 10^4. Y usando el logaritmo de 2 y el de 3 (o la calculadora de Windows, que es más prosaico), eso es 10^12,082, es decir, más de un billón.

Por lo que perdonen que no me sienta impresionado por el "millón de sudokus" que nos ofrece la máquina.


viernes, 10 de febrero de 2006

Afoto de Getafe


El lunes estuve en la Carlos III asistiendo a las pruebas de habilitación en Estadística. La verdad es que me lo pasé bien, quitando las ocho horas de autobús que me tuve que meter. Cogí muchos apuntes, que es lo que cuenta.

Afoto de Huesca


(Tomada el 4 de febrero)

Resulta que a menos de 300 metros de la estación de autobuses de Huesca hay un parque y nunca lo había encontrado.

jueves, 9 de febrero de 2006

Antropólogos sin fronteras

Ya saben que me apasiona la antropología.

Merece la pena leer un rato, porque hay algunas verdaderamente divertidas. Ahora, si uno se pasa de tiempo, se enfada con el ser humano.

Quién no es nadie en el mundo

Me han vuelto a escribir los de Who's Who in the World . Qué pesadinos que son.

Vean, vean el siguiente destacado los que no sepan de qué va la cosa:

"Fame alone is not a criterion, nor is high financial or social status. Only demonstrated accomplishment can earn a place in Who's Who in the World."

Me conmueve que estos señores me consideren, literalmente, "priority candidate" para inclusión en su publicación, aunque creo que me quedo con el Banco Confianza (que ayer, por cierto, anunció sus beneficios de 6220 millones de euros).

No íbamos a dejar de hablar de

Un enlace muy majo sobre las lamentablemente célebres caricaturas.

martes, 7 de febrero de 2006

Los últimos días se avecinan a gran velocidad

Cuando un día lo vean en el telediario, no digan que no lo leyeron aquí primero: se presume que en el 23º Congreso General de Pesas y Medidas, a celebrarse en octubre de 2007, podría llevarse a cabo la redefinición del kilogramo. Eso conllevaría (en un mundo regido por el sentido común) la adopción de un nuevo nombre, como ya hemos discutido aquí.

Alternativamente, podríamos asistir en el 24º Congreso (2011) a una redefinición simultánea del kilogramo, el amperio, el grado Kelvin y el mol.

viernes, 3 de febrero de 2006

Prueba B

Hace unos años, encontré en el supermercado un champú de los que vienen en varias presentaciones según uno crea que tiene el pelo: champú especial para cabello seco, champú especial para cabello graso, champú especial para cabello deteriorado... Lo llamativo es que también había "champú especial para cabello normal".

Eso se lo comenté a Irma, convencido de que a ella le parecería normal que no se considerase normal tener el cabello normal (como así fue... vamos, que la conozco, ríanse de Feyerabend).

Seguimos debatiendo el tema cuando nos vemos. Ahora he encontrado un argumento mucho más demoledor:



Seguro que ella sigue considerándolo normal. Me diría: ¿Tú no has visto esos productos que dice la etiqueta: "Contiene trazas de frutos secos"? Porque hay personas que son sensibles a los frutos secos, y que les sientan mal, entonces es lógico que adviertan a la población que las bolsas de cacahuetes realmente contienen partículas de cacahuete.