jueves, 30 de abril de 2009

Morirte de frío

Paso 1: Leer las siguientes reflexiones críticas:

"Los dos animales flotan en un sueño que incide en la búsqueda de lo intrascendente (...) Puede que estos dos pequeños animales traigan una respuesta adecuada. Parece que están a punto de decir algo, pero no lo dicen. La indolencia y la lentitud pueden ser una forma de hablar."

Paso 2: Leer la noticia.


Seguro que se preguntan lo mismo que yo: ¿dónde está la osita panda para garantizar que esta exposición sea paritaria?, ¿los sostienen con un cordaje de yute cultivado ecológicamente y adquirido a través del comercio justo, o no?, ¿el osito está hecho de materiales biodegradables respetuosos con la naturaleza?

miércoles, 29 de abril de 2009

El 95% (la filosofía invade la clase de Estadística)

Ayer, en clase con los de Ciencias del Trabajo, me pasó una cosa graciosísima cuando les expliqué lo que es un intervalo de confianza e hicimos un ejemplo.

(Desgraciadamente, quien no sea estadístico es posible que no sólo no le encuentre la gracia sino que no entienda nada de lo que sigue.)

La estadística que aprenden los alumnos de Ciencias del Trabajo, puesto que el único uso para ellos de la inferencia estadística es en auditoría sociolaboral, se basa fundamentalmente en la distribución hipergeométrica: se ven la binomial, la Poisson y la normal como aproximaciones de ella, y sólo se enseña inferencia sobre proporciones (la proporción de documentos, trabajadores, etc. que incumplen la normativa aplicable).

Por tanto, al contarles los intervalos de confianza, la interpretación frecuentista del nivel de confianza está clarísima en este caso: si un intervalo se ha construido con una confianza del 95%, quiere decir que el 95% de las muestras posibles nos dan un intervalo correcto y nosotros confiamos en que estamos en ese 95% y no en el 5% de muestras "malas".

Nótese que en las distribuciones continuas como la normal, el concepto de muestras posibles en la interpretación frecuentista es un poco una "entelequia" porque en realidad el conjunto de valores de la normal que nunca aparecerán en una muestra tiene medida 1 al contener a los irracionales, que, al medir la variable con una precisión finita en el mundo real, en realidad no pueden salir. Por lo tanto, hablar de lo que pasaría en el 95% de las muestras posibles, cuando en realidad casi todas esas muestras son imposibles, es ideología frecuentista y poco más. Por eso yo evito decir "los intervalos correspondientes al 95% de las muestras posibles serían correctos" y digo cualquier vaguedad como "el 95% de los intervalos que pudiéramos hacer serían correctos", quedándome más tranquilo aunque los alumnos no noten la diferencia.

Pero en el caso de la hipergeométrica, en el que uno podría tomarse la molestia de escribir a mano todas las muestras posibles si tuviera suficiente tiempo y nada que hacer, sí que es totalmente legítimo decir que el 95% de las muestras nos darían un intervalo correcto (si obviamos que el intervalo se calcula aproximando a la normal y que por tanto será solo "aproximadamente el 95%").

Pues bien, les digo que la estimación que nos ha salido es que la proporción de trabajadores irregulares en el sector hostelero está entre el 5 y el 13%. Que nosotros nunca podremos saber con certeza, sin hacer inspecciones masivas, si eso es realmente así o no. Pero que en el 95% de muestras de trabajadores que hubiéramos podido tomar, habríamos obtenido intervalos que contendrían a la verdadera proporción. Nosotros no sabemos si nuestra muestra está en ese 95% o en el otro 5%, simplemente sabemos que usando este método acertaremos a la larga 19 veces de cada 20, sin saber si cada una en concreto ha sido acertada o equivocada.

Bueno, levanta la mano una chica de la primera fila y me dice (esencialmente) que no le satisface que no podamos decir nada concreto de ese intervalo concreto y que lo que ella quiere decir es que la probabilidad de que la proporción esté entre el 5 y el 13% es 0'95.

Pienso yo: "¡Vaya, una bayesiana!". Y mientras le intento explicar que esa es una pregunta muy profunda ("Ah, ¿sí?", me responde) y que hay una escuela de estadísticos que piensan como ella, otro de la primera fila levanta la mano y me dice:

-Lo que ella y tú queréis decir, ¿no es que el que el valor de la proporción esté entre el 5 y el 13% tiene, digamos, una verdad del 95%, y que esté por encima del 13% o por debajo del 5% tiene una verdad del 5%?

Y pienso yo: "Vaya... ¡un difuso!".

lunes, 27 de abril de 2009

Nuevo bestseller de Daniel Goleman

Daniel Goleman, universalmente conocido como el autor de Inteligencia emocional (con más de cinco millones de ejemplares vendidos y traducido a 30 idiomas), Inteligencia social, Inteligencia ecológica, Inteligencia pa cruzar la calle e Inteligencia editorial, nos sorprende una vez más con una acertada reflexión sobre la inteligencia (lo adivinaron) desde las bases teóricas de su Ph.D. en Psicología.

Se trata, cómo no, de su nueva obra Inteligencia bloguera.

En ella, Goleman relata la aparición de un nuevo tipo de inteligencia en los foros de Internet. "Se trata de un fenómeno similar a mi primer bestseller Inteligencia emocional, aunque no podemos decir que la inteligencia bloguera es un tipo de inteligencia emocional... sobre todo porque entonces no podría escribir un nuevo libro que pusiera en la portada: "Por Daniel Goleman, el autor de Inteligencia emocional" en letras más grandes que el propio título del libro", declara el autor ironizando sobre algunos de sus críticos, a los que califica de "superficiales, algo narcisistas y sobre todo faltos de inteligencia emocional y social".

Todos habremos observado cómo algunos blogs progresan, alcanzando el éxito con miles de visitas y seguidores, mediante estrategias como las siguientes: ofrecer contenidos de interés para la comunidad, presentar un punto de vista constructivo, valorar el interés de los lectores respondiendo a sus comentarios, etc. Según Goleman, antes o después estos autores ven recompensada su genuina inteligencia bloguera.

Por contra, otros blogueros no hacen más que exhibir sus "cantos en la ducha" al mundo o crispar el ambiente con críticas ininteligibles, y suelen obviar responder a sus interlocutores. Esto, que antes habríamos llamado vulgarmente "actitud de tontolculo", es lo que sería científicamente, de acuerdo con los estudios de Daniel Goleman (autor del bestseller Inteligencia bloguera de inminente aparición), alguien "en progreso hacia una mayor inteligencia bloguera".

Goleman destaca, entre los personajes en progreso hacia una mayor inteligencia bloguera, el troll y el hoygan. "Nada ha recuperado el espíritu democrático de la antigua Grecia como el fenómeno del troll", resalta Goleman. Según estudios, el 67'4% de los blogueros han sido acusados en algún momento y a su vez han acusado a otros de ser trolls. "El troll se distingue fundamentalmente por sostener opiniones contrarias a las de la mayoría de miembros de un foro, negando ideas que los otros consideran obvias y por tanto siendo percibido como una fuerza disruptora".

Por su parte, "el hoygan trata de obtener información que para los demás miembros es sobradamente conocida, por lo que sus intervenciones interrumpen el flujo de la conversación del grupo y también es percibido como un elemento disruptor del que hay que deshacerse como sea, por ejemplo llamándole hoygan". Lo temible, según Goleman, sería la combinación de ambos aspectos en un troll hoygan que pudiera entrar en los foros preguntando: Oigan, ¿qué es un troll?

Goleman resume el mensaje de su libro como sigue: "Descartes observó que la razón es lo mejor repartido del mundo, ya que todos consideran tener bastante. En el mundo de los blogs, esta idea se eleva a su máximo exponente porque nadie entra en un blog para que le quiten la razón. Por tanto, la mayor inteligencia bloguera está en aquellos que son capaces de reafirmar en sus creencias a todos sus lectores, aunque esas creencias sean de hecho contradictorias entre sí".

Preguntado por su próximo proyecto, el eminente psicólogo declaró: "El equipo de marketing de Bantam Books aún no ha decidido la segunda palabra del título".

sábado, 25 de abril de 2009

Enlace

Estos americanos (estadounidenses, me refiero) son raros, pero les queremos igual. Ah, que no les queremos. Bueno, lo que sea.

Un fascinante artículo sobre cómo el estado del bienestar propicia el debilitamiento espiritual de las naciones, y una denuncia del "igualitarismo y nihilismo soporíferos" de Europa, etc. etc.

Que no digo yo que no sea verdad, vete a saber. Por lo pronto, también nosotros somos unos raros.

lunes, 20 de abril de 2009

Cosas que no pasarían ni en ciencia-ficción

Supongamos que existieran asociaciones u organizaciones de amantes del milhojas de crema. Qué sé yo.

En ese movimiento organizado, que tendría sus tertulias y sus publicaciones internas, claro, la gente hablaría de temas variados: dónde se preparan los mejores milhojas, si la crema tiene que prepararse así o asá, si los árbitros ayudan al Barça, etc. También habría a quien no le gustase ningún pastel del mundo salvo los milhojas de crema, o que incluso pensaría que el milhojas de crema es el único pastel que tiene la oportunidad de abarcar a todos a los pasteles.

Uno de los temas recurrentes de los aficionados a los milhojas de crema sería "la situación de los milhojas de crema". Miles de páginas de reflexión y horas de debate se habrían dedicado a esta esencial cuestión. Y es que, por alguna razón, se perpetúa una grave injusticia: a nadie le importan una mierda los milhojas de crema. Salvo a los fans de los milhojas de crema.

Los pastelólogos no dedican estudios al noble arte de preparar milhojas de crema; ellos siempre están con la lionesa (y, ¿qué tiene la lionesa de los cojones, eh, tan aristocrática ella?). Algunos desconocen tanto el tema que creen que el milhojas de crema no es un pastel sino un subpastel (¿dónde se ha visto?).

Los medios de comunicación no reseñan las últimas tendencias y creaciones pasteleras en materia de milhojas de crema, y varios prometedores pasteleros surgidos de este mundillo han tenido que dedicarse a hacer milhojas que no son de crema (o, peor aún, palmeras de chocolate) para pagarse la hipoteca, aparcando su sueño infantil de marcar la diferencia en el mundo del milhojas de crema.

Todo esto, que constituye "la situación de los milhojas de crema", se considera poco menos que inexplicable, porque los milhojas de crema son los mejores o tan buenos como los mejores pasteles del mundo. Aunque, en realidad, fuera del sin duda esotérico círculo de los fans milhojeros, los relojen siguen marcando la hora mientras el mundo ni sospecha que exista algo llamado "situación de los milhojas de crema".

Pero, últimamente, habría habido un enorme avance cualitativo para reparar la "situación de los milhojas de crema". Un serio estudioso de los milhojas de crema habría sugerido que todo se resolverá si a los milhojas de crema se les llama "pasteles princesa de Asturias".

Nada costaría convencer al mundo de que, sí, un pastel princesa de Asturias se hace con masa de hojaldre de la que llaman "de mil hojas", y, bueno, lleva crema dentro, pero definitivamente no es un milhojas de crema. En este punto, opcionalmente, el milhojero puede sonreírle a su interlocutor por lo tonto de su confusión, porque, ¿quién puede tener la idea de que un pastel princesa de Asturias, con lo bien que suena, es el denostado milhojas de crema?

Si existieran los fans de los milhojas de crema, quizá ya habrían creado la web pastelesprincesadeasturias.com.

Por ello la solución, que por supuesto no es trabajar en el perfeccionamiento del milhojas de crema, está ya a punto de nieve.

Van a traerla en cualquier momento.

Está a punto de llegar.

Ahora mismito.

sábado, 11 de abril de 2009

Enlace

para los que, como yo, estaban esperando el día en que García Amado (columna de la derecha), tras muchos tanteos del agua con el dedo gordo del pie izquierdo, por fin se zambullera gustoso y se quedara tranquilo.

Enlace.

Extracto: "Dados su formación y sus alcances, posiblemente nunca ha sido capaz de procurarse a sí mismo una explicación rigurosa y coherente de cómo llegó a presidir el Gobierno de España. No es raro que él mismo esté perplejo con tal hecho, pues, sin duda, sobre esa cuestión tendrán que debatir durante décadas los historiadores y científicos sociales."

Mu, mu largo, ¿eh?, pero que mu largo.

sábado, 4 de abril de 2009

Imprescindible para una vida realmente 2.0

Como me aburro, porque beber agua y tomar pastillas que te dificultan la concentración no es emocionante, estoy probando un nuevo servicio web de esos que pueden llegar a hacerse famosos. Se trata de hunch.com, que pretende ayudar a los internautas a tomar decisiones.

La cosa es como sigue: primero uno contesta a una infinita batería de preguntas (o quizás se cansa antes de terminar) como si juega al golf, si los crucigramas le parecen muy difíciles, si alguna vez ha marcado el gol de la victoria delante de al menos 50 personas, qué tipo de patatas fritas le gusta más, etc.

Luego el sistema le informa de quién va a ser el nuevo presidente de la Tierra... ay, no, que eso era un relato de Asimov...

Luego uno plantea su dilema (o se adhiere a los que ya están en el aire, que es más fiable) y responde a un nuevo cuestionario de unas 3-10 preguntas.

Finalmente, el sistema le informa sobre 3-4 alternativas que considera las mejores. Uno puede criticar esas alternativas y así realimentar el sistema con información sobre el acierto que ha tenido.

Por ahora, la cosa no está abierta y funciona sólo por invitación, yo tengo 5; si alguien quiere una para perder el tiempo un rato (o para tomar alguna decisión importante), pues ya está.


Ejemplo práctico descacharrante:

¿Qué filósofo posmoderno debería leer?

Primera pregunta: ¿Cuál de estos nombres le gusta más pronunciar?
a) Richard Rorty
b) Michel Foucault
c) Jean-François Lyotard
d) Jacques Derrida.


Respuesta: a.

Segunda pregunta: ¿Sabe leer francés moderno?
a) Sí, se me da bien el francés moderno.
b) No, pero puedo aceptar leer traducciones.
c) No, y el posmodernismo ya es suficientemente complejo antes de traducirlo.


Respuesta: a.

Tercera pregunta: ¿Cree que los escritos filosóficos deberían ser difíciles de leer?
a) Sí, la filosofía es compleja y requiere un lenguaje complejo.
b) No, incluso los pensamientos complejos pueden presentarse de manera clara.


Respuesta: b.

Conclusión del oráculo:
1. Foucault.
2. Rorty.
3. Lyotard.
4. Derrida.

Más dilemas propuestos en los que uno puede reconocerse:
·¿Debería visitar Irlanda?
·¿Debería aprender coreano?
·¿Debería convertirme al Islam?
·¿Qué libro de diseño gráfico debería leer?
·¿Debería conservar mi colección de libros de bolsillo de ciencia-ficción?

miércoles, 1 de abril de 2009

No me lo explico

Pues nada, (tomando buscapina y) conmovido por la preocupación de la universidad por resolver las cuestiones importantes:


a) Me envían un folleto "Por tu salud: ¡Muévete! Usa las escaleras" donde se resalta la siguiente información: Subiendo escaleras (30 minutos/día): se queman 410 cal. Bajando escaleras (30 minutos/día): se queman 210 cal.

De aquí deducimos que bajar escaleras es poco recomendable, pues se necesitan muchas más escaleras para quemar pocas "cal." Y constatamos que la universidad se está yendo al carajo, porque si dentro de ella no se distingue una caloría de una kilocaloría, ya me dirán dónde. (Me lo dirán para que intente que me den un trabajo allí.)


b) Me envían una encuesta del proyecto "Género e igualdad en la Universidad de Oviedo" (sic) para preguntarme si me han acosado sexualmente o si creo que las mujeres no cuentan con las capacidades necesarias para ocupar puestos de responsabilidad.


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Eso sí, del tema de excluir de un proceso de selección a una persona con 6 años de experiencia y 23 artículos, para dar la plaza por designación directa a otra con 2 años de experiencia y 0 artículos, de eso no me llega nada.

Aparentemente, la Unidad de Igualdad se dedica a otra cosa.

No me lo explico.