miércoles, 19 de noviembre de 2008

Twittosa y haikosa

Seguimos desinternetizados. A ver si se nos soluciona rápido.


De regalo, un haiku zen improvisado:

Esto no es un haiku
Pensando en cerezos
Caí de la cama

lunes, 3 de noviembre de 2008

Esfuerzo humanitario

Hay una profunda máxima del buenrollismo que dice que cuando intentas ayudar a alguien desinteresadamente, al final la energía positiva revierte a ti en forma de bendición, o algo así.

Ese es mi caso: con el método Terán en 1000 palabras, quise ayudar a todos quienes no saben cómo liarse con una tía, sin saber cuántos eran, y me he visto recompensado por (literalmente) miles de visitas que ahora ya saben cómo hacer amigos y ganar influencia.

28 de octubre: 5 personas ayudadas.
29 de octubre: 7 personas ayudadas.
30 de octubre: 8 personas ayudadas.
31 de octubre: 11 personas ayudadas.
1 de noviembre: 14 personas ayudadas.
2 de noviembre: 10 personas ayudadas.
¡Y contando!

"Cómo liarse con una en una fiesta"; "cuándo liarse con una"; "cómo liarse con una borracha", "cómo liarse con una tía cuando quiere"... gracias a Google, todos (hasta este último) encuentran su respuesta en el concepto-fuerza de este blog: liarse, o sea, meterse en líos.

En cualquier caso, aprovechando que ya toca la tercera parte de la Radio Nocturna, vamos a enlazar a varias de las entradas presuntamente graciosas, a ver si tenemos la misma suerte con alguna de ellas. Estas son de 2005-06.


Los pasos para liarse. Lo único de este blog que lee alguien.

El sueño de las vacas. Es un sueño real que yo tuve.

La publicidad gratuita de Media Markt. A lo mejor no es graciosa, pero es verdadera de principio a fin.

La simpática carta abierta a un editor. Ha envejecido mal.

La entrada en la que me autoproclamé presidente del Real Madrid. No es por fardar, pero durante mi mandato ya hemos ganado dos ligas.

Esto no es mío pero cambié el título del blog en su honor.

La primera parte de la radio nocturna.


Mañana seguimos.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Cosas que me pasaron en septiembre (ser referee y vivir para ver)

Ya tengo despacho pero ni ordeñador, ni Internés, ni nada. Mientras tanto, cuento otra historia del mes de septiembre.

Hace mucho tiempo, hice de referee de un artículo de X y una estudiante suya. La primera versión (la primera que yo vi, que en realidad era la segunda) contenía algunos errores y algún resultado que me parecía a mí que no podía ser cierto.

Al cabo de un tiempo de enviar el informe, recibo un emilio de X en el que me cuenta que piensa que el informe ése lo había escrito yo; y que, claro, que su país es muy machista y que su estudiante va a pedir una plaza en los próximos meses, por lo que le urgía que se aceptara lo antes posible, y el otro referee había dado el visto bueno, y bla, bla, bla. A lo cual no le contesté diciendo que sin duda le aceptarían los artículos antes si revisaba adecuadamente el trabajo de sus estudiantes para no mandar un trabajo con tres resultados de los cuales dos tienen la demostración mal y el otro es falso, sino que no tenía ningún inconveniente en hacer el informe lo más rápido que pudiese y recomendar la aceptación, una vez arreglase lo que tenía que arreglar.

Me llegó entonces la nueva versión, en la que eliminaban el resultado que estaba mal, arreglaban una de las demostraciones y presentaban un argumento bastante complicado para la otra demostración. Aunque en la primera lectura el argumento me pareció bien, luego me di cuenta de que tenía un fallo.

Así que escribí otro informe explicando la situación, y recomendando que mandaran otra nueva versión corregida.

Lo siguiente que supe fue que X había escrito a la revista diciendo que la demostración estaba perfectamente y que yo no entendía su artículo, que ya había dicho la otra vez que estaba mal un resultado que estaba perfectamente, y que lo habian quitado por no discutir conmigo. Y que sólo me negaba yo a que se aceptara el artículo, y como yo no entendía su demostración, que prescindieran de mis protestas y lo aceptaran.

Así que a mí me preguntó la revista que qué, que ya llevaban tres años con ese artículo, que dos referees (supe entonces) habían dado el visto bueno y que se lo querían quitar de delante, y que si era un fallo de poca importancia mandarían por lo menos la aceptación condicional del artículo. Así que yo expliqué de nuevo por qué estaba mal y por qué la demostración no se podía arreglar. La editora de área quedó convencida de que estaba mal, y las cosas quedaron como estaban.

Al poco, recibo otro correo de X o quizás le escribí yo directamente, no me acuerdo, el caso es que le dije que podía solucionar el tema fácilmente añadiendo una pequeña hipótesis y usando unos resultados de un artículo mío.

X me dice entonces que, como yo había causado tanta transformación al artículo, y como iban a usar mis resultados, que mejor me mandaba el fichero TeX y que escribiera la nueva demostración yo mismo; de esa me pondrían como coautor. A lo que le dije que yo estaba dispuesto a coautorar con ellos cuando quisiera, pero no en ese artículo, porque es que no me parecía de recibo.

De todas formas, le dije que le mandaría un TEX con una pequeña explicación de cómo usar mis resultados. La verdad es que al final no lo hice, porque parece que uno siempre tiene cosas más urgentes que hacer.

Pues bueno, me encuentro a X en un congreso y le pregunto por el artículo. Y me dice que lo han retirado (!), que era un trabajo de baja calidad (!), que ella nunca había querido enviarlo (!) pero que, claro, era un trabajo de su estudiante... ya se sabe... las mujeres en su país, necesitan muchos artículos...

A lo cual yo puse cara de póker, por no deshacer en ese mismo momento una relación personal por lo demás muy amistosa.