viernes, 30 de junio de 2006

Otro haciendo el tonto

Aquí hay otro vídeo de un melenudo aburrido.

Aquí se puede leer una larga reseña y ver vídeo y fotitos del debut en el Carnegie Hall del tal melenudo.

Para no perdérsela, la parte en la que el reseñador cuenta la triste historia del joven y prometedor virtuoso ucraniano cuya carrera no termina de explotar en el mundo de la música clásica y tiene que degradarse como mercenario musical "en parte por dinero (...) en grupos de rock con nombres como Ring of Fire y Artension". Previsible (llevaba esperándolo desde el principio) pero patético.

Afotos de Saga







El turista 1 999 999

Bueno, felicitamos al Sr. R por haber hecho la visita nº 1000 al blog en el mes de junio. Sinceras condolencias a 84.77.x.x, que a pesar de ir volviéndome loco como Bliss con sus visitas (ayer entraron entre los dos 13 veces en cuarenta minutos), se ha tenido que quedar con el nº 999 y el 1001. ¡Eso es lo que yo llamo mala suerte!

Aprovecho para fallar el premio "Google" del que habíamos hablado. Las búsquedas más raras del último mes han sido:

3. "fotos de sensación térmica" (tien que haber gente pa to)

2. "kamasutra posturas numéricas" (tampoco hay que matematizarlo todo, ¿no?)

Y el merecido ganador es...

1. "cómo me trataron en una peluquería de Japón"

Sin comentarios...

jueves, 29 de junio de 2006

29 de junio

Está claro que una de las cosas que querríamos los seres humanos (exceptuando a los políticos) es entendernos. Entenderse es complicado porque es algo que depende de las palabras, y tenemos esa tendencia a usar palabras para todo, continuamente, excepto para comunicarnos. Como en las conversaciones de ascensor:

-Hola.
-Hola.
-Hace calor, ¿eh?
-Huy, qué calor hace.
-La semana pasada hubo un poco más de fresco pero ahora ya ha vuelto la calor.
-Sí, sí. A ver la que viene si refresca un poco otra vez.
-...
-Qué tal todos.
-Bien, bien. ¿Y ustedes?
-También.
-...
-Bueno, yo ya he llegado. Hala, hasta luego.
-A mí todavía me queda. ¡Adiós!

¿De qué servirá esta anticomunicación, además con personas que te las cruzas a veinte metros del portal y ya hacen como que no te ven? Pero, en cualquier caso, lo que quiero resaltar es que, mientras uno dedique palabras y palabras a no comunicarse, difícilmente alcanzará algún entendimiento.

Por razones parecidas, siempre he sospechado que hablando no se puede resolver ningún conflicto, y esto al margen de que al menos una de las dos partes no suele demostrar interés alguno en que el conflicto se resuelva. Lo primero que haría falta es que cada uno escuchara al otro. Ahora bien, hay tres modelos de conversación:

a. Habla uno y el otro se calla, habla el otro y el uno se calla, etc.
b. Habla uno y el otro se calla, luego intenta hablar el otro mientras el uno hace por impedírselo.
c. Lucha en el barro sin reglas.

¿Qué conclusiones obtenemos, a la vista del hecho de que mientras uno habla, no puede ni escuchar al otro ni pensar él mismo?

En el modelo "c" no puede haber comunicación ya que si los dos hablan a la vez, ninguno está pensando y ninguno está escuchando. Uno puede preguntarse para qué hablan entonces cuando podrían retener la atención del otro dándole golpes en el bazo, por ejemplo.

En el modelo "b" tampoco hay entendimiento que valga ya que el uno no escucha sino que se dedica a interrumpir e impedir que el otro se exprese, por lo que está siempre ocupado y no tiene tiempo de pensar. Así que el otro es el único que escucha, pero qué más da si en realidad el uno no piensa.

Ni siquiera en el modelo "a", que parece el más favorable, podemos tener éxito. Porque hay tres cosas que hacer: hablar, pensar y escuchar, así que cuando el otro habla podemos elegir, o escuchamos lo que dice y cuando termina no hemos pensado qué le vamos a responder, o viceversa.

Por otra parte tenemos la ingenuidad de creer que cuando alguien nos dice algo, nos quiere decir lo mismo que si nosotros se lo dijéramos a él. Esto puede estar justificado o no cuando se habla con un desconocido (yo tiendo a creer que no), pero casi siempre es fruto de la vagancia intelectual y de la falta de interés en saber qué es lo que la otra persona está tratando de comunicarnos. Siempre es más fácil (y puede hacerse sin pensar en absoluto) responder holgazanamente sobre la base de palabras aisladas.

Hay aún otro enemigo del entendimiento mutuo, que es la persistencia del prejuicio o tendencia a juzgar cosas sin conocer información clave. Un ejemplo de esto es la siguiente historia verídica:

Cuando yo tenía 15 años nos llevaron de "convivencias" los padres jesuitas. Estuvimos toda la clase en Latores (de donde es conde o algo el anterior jefe de la casa real) y allí tuvimos que ponernos en corro y sufrir distintos interrogatorios al objeto de conocernos mejor y hacernos amigüitos. Una de las cosas que nos preguntaron es "¿Qué es la cosa que más te molesta en el mundo?". Bien, como se trataba de contestar con sinceridad, uno tras otro fuimos abriendo nuestro corazón: "A mí, lo que más me molesta es el hambre en el mundo". "A mí, las minas antipersonales porque patatín y patatán". "A mí, que los niños cojan las armas en las guerras". "A mí, el hambre también, cuando salen en la tele esos niños negros con moscas en la cara y la barriga toda hinchada". Después de quince o veinte testimonios parecidos, alguien dijo: "A mí lo que más me molesta en el mundo es llegar a casa y no encontrar las zapatillas". La ronda siguió con testimonios parecidos o iguales a los primeros, hasta el final.

Este es el ejemplo más paradigmático que conozco de "persistencia del prejuicio". Anda que no estuvo mi madre recriminándomelo durante años (mi madre se enteró de tercera mano o así, creo que me debí de hacer famoso con aquello), hasta que un día, ocho o diez años después, me cansé y le dije:

-Vamos a ver, ¿tú te has parado a pensar alguna vez por qué a mí me puede molestar tanto no encontrar las zapatillas?
-Pues no, la verdad es que no me lo he preguntado nunca.
-¿Y a ti te parece prudente juzgar si es legítimo o no que sea lo que más me molesta del mundo, sin saber cuál es la causa?
-Hombre, un poco imprudente puedo haber sido, pero a mí no se me ocurre ninguna causa que lo justifique.

Entonces se lo expliqué (y nunca ha vuelto a sacar el tema). Ajá.

No veo que estas deficiencias del lenguaje y de nosotros vayan a arreglarse en los próximos miles de años. Esto siempre me hace preguntarme si merece la pena hacer esfuerzos por comunicarse con gente con la que no se tiene un entendimiento espontáneo. Creo que soy del tipo tonto que cree que hacer esfuerzos tiene gracia.

La comunicación tiene, en el fondo, poco o nada que ver con las palabras. Tiene que ver con querer mirar y no sólo ver, escuchar en vez de oír, y comprender en lugar de subrayar la palabra "patata" y discutir sobre ella con tu compañero. No hay comunicación sin el deseo activo de compartir.

miércoles, 28 de junio de 2006

Más aventuras

Pues a vueltas con Dick y con la continuación de mis aventuras transuniversales (me graniza encima mientras voy al trabajo, el servidor de correo jura y perjura que mi contraseña es incorrecta), me he descargado de aquí "Fluyan mis lágrimas, dijo el policía", que es una de sus novelas que no he leído, y hete aquí que la línea cinco o seis me dice:

—Pero, treinta millones... —dijo Bliss, con su redondo y colorado rostro salpicado de gotas de sudor—.

Parece que en este universo Bliss es una comunista japonesa que no está acostumbrada a estos calores. Confiesa, ¿para qué te has infiltrado en España y qué son esos treinta millones? Si son de euros no temas, que no te desenmascararé...

PD: El de mantenimiento no ha venido, o no ha cambiado el grifo. Debe de haber puesto micrófonos.

martes, 27 de junio de 2006

Singularidad espaciotemporal

Cuando Philip K. Dick iba al baño y no encontraba el interruptor de la luz a la primera, concluía que había entrado en un universo paralelo en el que el interruptor estaba en otro sitio. A mí, esto siempre me ha parecido indicativo de algo. De desequibrio mental o quizá los primeros estragos de las drogas; pero tras el día de hoy me parece, más bien, una lucidez visionaria.

Retrospectivamente, yo debí saber que había pasado a un universo paralelo cuando subía en el ascensor. Conmigo se montaron cuatro alumnas que iban a preguntarle a una profesora cuándo saldrían las notas de su asignatura. Una dijo: "Pues a Nosequién le dijo que no nos estresáramos, que todavía tardarían en salir". Otra respondió: "Pues entonces le arreo dos guantazos. ¡Una tiene derecho a saber su nota antes de irse de vacaciones!".

Pero lo peor me esperaba al llegar. No tardé en descubrir que en este universo un conjunto de acontecimientos recientes ha ocurrido de forma radicalmente distinta y contradictoria con lo que yo viví (propongo llamar a este fenómeno de dislocación histórica a nivel laboral "marrónisis heterodina").

Con buen sentido, volví a casa cuanto antes. Al poco llamaron a la puerta. En este universo, alguien había llamado a un técnico de mantenimiento para que reparase una inexistente falta de agua en mi casa. Quizá debí sospechar algo, pero aproveché para decirle que tenía la llave del agua fría cerrada por lo que ya saben y me prometió volver mañana y cambiar el grifo. "Es la junta", me dijo. La junta debe de ser el órgano que manda aquí, no sé. No me atreví a preguntarle si España se había desintegrado ya.

Tengo miedo de salir a la calle mañana. Antes o después la policía de este universo me arrestará por algo: por llevar pantalones vaqueros, por no llevar pantalones vaqueros, quién sabe.

Perdonen que les diga, mis nuevos lectores, que viven en un universo bastante chungo.

lunes, 26 de junio de 2006

Alea

He estado haciendo la visita anual de rigor al Journal Citations Report y me he encontrado con que era rico, y yo sin saberlo.

El JCR es elaborado por el ISI (Institute for Scientific Information, o algo así) y es como el ranking de popularidad de los políticos pero para revistas científicas. El índice de impacto se calcula como el número medio de citas que han recibido en un año los artículos aparecidos en los dos años anteriores.

Por poner un ejemplo, si nosotros dividimos el número de veces que se habla en la tele de algo por el número de veces que ha aparecido, tendríamos un índice de impacto para distinguir a Marujita Díaz del anuncio de Titanlux.

Ahora se está poniendo de moda en España usar el índice de impacto, y vamos a acabar asumiendo todos (hasta los que no queremos) la clasificación ABCDE de las revistas:

A, las del primer tercio del ranking por índice de impacto.
B, las del segundo tercio.
C, eso.
D, las internacionales sin índice de impacto.
E, las nacionales sin índice de impacto.

Pues según el JCR del año pasado, yo no tenía ningún artículo en revistas "A" (ni perspectivas de tenerlo). Según el de este año, he pasado de 0 a 7, así, sin solución de continuidad. Siete, de un total de dieciocho, es casi el 40%. Va a parecer que soy un investigador puntero, y todo.

Y ya si digo que a mis ?? años he evaluado 17 artículos para revistas "A", vamos, acongojo a cualquiera. Qué lamentable.

El año que viene, seguro que vuelvo al estado normal. Mientras tanto, está bien reírse un poco pero a seguir trabajando y dejarse de tonterías.

Abuela, ¿qué tienes que decir a esto?

domingo, 25 de junio de 2006

Accidente

Igor Medio ha muerto ayer en un accidente de tráfico en el que también ha fallecido Carlos Redondo, ex bajista de Los Locos, y han resultado heridos los otros seis integrantes del grupo Felpeyu. Aparte de músico, Igor era dibujante y es especialmente conocido por su tira La Familia Castañón, que venía apareciendo hace ya años en las páginas veraniegas del diario La Nueva España.

Yo nunca llegué a hablar con él (salvo en una breve ocasión en la que, Irma mediante, sólo se trató el tema de si yo tenía un gusto pésimo para las camisas o no), pero recuerdo que casi lo llevamos invitado al programa de radio en sus últimos días. Lo habríamos llevado de haber seguido haciéndolo.

El Sr.R y yo siempre hemos tenido una querencia especial por las historietas de Igor, con esa doble influencia de Franquin y Watterson. En una página de Little Memo, la niñera-robot cuenta a esos dos pequeños salvajes del futuro, cuya perspectiva lúdica se agota en la realidad virtual, lo que es un libro. Después de explicarles que sobre todo hay que tener cuidado al hacerlo para que la frase de una página continúe en la siguiente, la escéptica respuesta de uno de los niños es: "Cada día inventan cosas más raras".

A fecha de hoy, nueve años después, este sigue siendo uno de mis gags favoritos. Poder aportar una mirada nueva sobre esa realidad tan gastada en la que vivimos es en verdad ser una "luz entre las nubes"... por pura casualidad ese es el tema de la última foto que hice momentos antes de coger el periódico:

viernes, 23 de junio de 2006

Mirando al mar desde la Pica del Cuervo

En Berbes hay muchos cuervos. No son animales que resulten muy simpáticos al hombre, fundamentalmente porque no se les puede sacar nada productivo mientras que a ellos parece gustarles sacar cosas productivas de los hombres. Cuando había más terreno cultivado en el pueblo, por todas partes se veían, en los sembrados, espantapájaros caseros hechos de un armazón de cable metálico recubierto de tela negra. Se ponían allí, simulando un cuervo muerto colgado de un palo, porque los espantapájaros tradicionales, que no se mueven con el viento, no funcionan contra los cuervos. Las bolsas del supermercado también pueden funcionar durante unos días, hasta que los cuervos descubren que hacen mucho ruido pero son inofensivas.

La relación entre los cuervos y los humanos es un poco áspera. Cuando los humanos trabajan la tierra, los cuervos se congregan en los árboles a mirarles. Se ponen en las copas más altas y más seguras, y empiezan a charlar animadamente. El sonido que los cuervos hacen al hablar (no al llamarse a distancia, que entonces es el graznido que todos reconocemos) es muy parecido a una risa. A uno le pone muy nervioso, porque sabe que en cuanto se vaya los cuervos se abalanzarán sobre lo que haya sembrado, removerán la tierra y comerán o se llevarán todo lo que puedan. Ahí está trabajando, y mientras los cuervos riéndose de él... o eso interpreta, vamos.

Los humanos pierden los nervios antes que los cuervos y pueden empezar a increparles e intentar espantarles. Esto es un error: los cuervos saben a qué distancia están, y que ellos están arriba y los hombres abajo. No hay, por la conclusión que yo saqué un día de calor, forma de deshacerse de ellos. A mí me daba pena porque las patatas que habíamos trabajado eran nuestras, pero la tarde pasó y cuando nos fuimos los cuervos aún seguían ahí, expectantes.

Con el progresivo envejecimiento de la población de Berbes y el abandono de las tierras de labor, los cuervos dejaron de verse por allí. Cruzan por el aire, van dedicándose a cosas de cuervos (tales como perseguir cuervas) pero ya no paran. Los hombres no les echan de menos; no piensan en ellos y las mujeres, en vez de coser espantapájaros, ven a Rociíto en la televisión.

Esto lo sabemos los que somos de pueblo. La gente de ciudad no conoce a los cuervos.


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Me he acordado de los cuervos al leer un poema en el blog del periodista Javier Esteban. Aunque no aspiro al beneplácito de Bliss, como no he encontrado la forma de enlazar a esa entrada individual reproduzco aquí el poema:

Crow's Fall

When Crow was white he decided the sun was too white.
He decided it glared much too whitely.
He decided to attack it and defeat it.

He got his strength up flush and in full glitter.
He clawed and fluffed his rage up.
He aimed his beak direct at the sun's centre.

He laughed himself to the centre of himself

And attacked.

At his battle cry trees grew suddenly old,
Shadows flattened.

But the sun brightened-
It brightened, and Crow returned charred black.

He opened his mouth but what came out was charred black.

"Up there," he managed,
"Where white is black and black is white, I won."

Ted Hughes


Supongo que esto estará copiado de los mitos de los indios hopi, o algo así. Se hace un retrato del cuervo como un ser envidioso y arrogante que fue castigado por querer eclipsar la blancura absoluta del sol. Quiso atacarle y derrotarle, pero el sol era mucho sol (o zumosol). Aunque no soy del club de fans de los cuervos, no puedo sino deplorar este claro ejemplo de arbitrariedad y manipulación informativa. Seguro que los cuervos son más simpáticos que eso, y seguro que el mundo no está dividido en blanco y negro salvo en las mentes más primarias.

Ya ven, lectores, que la poesía puede servir para muchas cosas aparte de ligar con jovencitas prepúberes como sugería Bliss: por ejemplo, contar historias simbólicas más o menos alejadas de la realidad del mundo y más o menos teñidas de venganza. Qué curioso.

Cambiando el mundo para bien

Por mi natural inclinación a que el mundo sea más seguro, he estado reflexionando últimamente sobre los accidentes de tráfico. He llegado a la conclusión de que el sistema actual por el que se reparten los carnés en España (básicamente, pones un pastón encima de la mesa y te llevas el permiso para toda la vida) es imperfecto, ya que los conductores peligrosos pueden cometer repetidamente infracciones que ponen en peligro la vida de honrados ciudadanos, sin que eso conlleve la pérdida del carné de conducir. Sería preferible, me he dicho, un sistema en que las infracciones conlleven una penalización acumulativa de forma que superar un cierto límite conlleve la anulación del carné. A este sistema lo he llamado "permiso con penalización acumulativa". Estoy tramitando la patente.

Es razonable que quienes obtengan el permiso partan, por ejemplo, de ocho vidas, que irían perdiendo conforme cometan infracciones. Para cumplir el objetivo declarado del sistema, que es alejar a los malos conductores de las carreteras e impedir que rompan más familias, me parece adecuado proponer las siguientes penalizaciones:

Por parar en el carril bus: Pérdida de 2 vidas.
Por llevar un detector de radares: Pérdida de 2 vidas.
Por advertir de la presencia de la autoridad sancionadora: Pérdida de 2 vidas.
Por no parar en un paso de peatones: Pérdida de 4 vidas.
Por conducir sin tener carné: Pérdida de 4 vidas (esta por ahora tiene el fallo de que ¿de dónde le quitas las vidas? Eh, que uno no puede pensar en todo).
Por negarse a efectuar la prueba de alcoholemia: Pérdida de 6 vidas y hasta pena de prisión si se pone farruco (que no Farruquito).

También se me ha ocurrido que los malos conductores que de estas formas pusieren en peligro la vida y la tranquilidad de sus convecinos, vayan a unos cursos de reeducación. Se podrían publicar en los boletines oficiales (tal como se viene haciendo con las multas) los listados de todos los condenados por ese motivo, de forma que las compañías de seguros lo tengan fácil para clavarles todo lo que puedan. Así aprenderán.

2006, Año de la Memoria Histórica

El Congreso ha declarado 2006 "Año de la Memoria Histórica". Estamos trabajando en un dossier de prensa y en los próximos días el responsable de este blog comparecerá en rueda de prensa para todo el mundo mundial. Pueden abrir boca con la siguiente entrevista breve, realizada a Pedro Terán por el compañero de despacho de nuestro corresponsal en Finlandia:

P: El Congreso de los Diputados ha declarado 2006 "Año de la Memoria Histórica". ¿Cómo ha recibido esta noticia?

R: Bueno, yo estaba haciendo fontanería en casa, ¿sabe?, tengo un grifo jodido... perdón... quiero decir que lo tengo que cierro la llave o si no es que puedo hacer un concurso de camisetas mojadas en el baño, el muy cabrón... Puse la radio porque creía que había puesto Gomaespuma pero no, era Radio 5, así sonaron los pitos me di cuenta porque empezaron a dar noticias, allí lo contaron, lo que había hecho el Congreso hoy.

P: ¿Esperaba la noticia?

R: No, porque no sigo la actualidad política con atención. Ha sido una sorpresa, y de hecho una suerte que me enterase: con el grifo escupiendo apenas si atendía al receptor.

P: ¿Qué le parece ser el primer blog en el mundo al que un gobierno nacional (o postnacional) dedica un año?

R: Siento una responsabilidad muy grande, pero sé que mis lectores estarán a mi lado. Este es un reconocimiento extensivo a toda la comunidad blogosférica que está transformando el clima sobre este planeta. Después del 2005, "Año del Tanga por Fuera", todos los blogueros hemos de trabajar duro para mantener el listón a ese nivel. Desde aquí hago un llamamiento a Carmen Sevilla para que abra su blog, ella será la reina de nuestro movimiento... ¡que se quite Gloria Gaynor!

P: Hoy comienza...

R: Imagínese, "el blog a cuatro manos de Carmen Sevilla y Eduard Punset".

P: Sí, sí... esto... hoy comienza a disfrutar el año de su blog, Sr. Terán, y justo hoy la selección nacional se enfrenta al temible combinado árabe. Dirija unas palabras de ánimo a los pupilos de Luis Aragonés.

R: Desde aquí deseo lo mejor a nuestra selección nacional. La memoria histórica es muy importante para hablar de la selección nacional, y estoy seguro de seguirá siéndolo por muchos años. ¡Quién sabe si el 2010 podrá ser el "Año de Pasar de Cuartos"!

P: Para concluir, ¿quiere añadir algo?

R: Todo se lo debo a quienes han confiado en mí, al productor y a todo el maravilloso equipo de esta película. Esto es un sueño convertido en realidad.

jueves, 22 de junio de 2006

Afoto de Zaragoza


El "Parque Grande" de Zaragoza es grande y está configurado como un mosaico de pequeños espacios con ambientes distintos. Lo cual, para los que nos aburrimos con la homogeneidad, está muy bien.

A ver si un día que no haga mucho calor voy de safari fotográfico y/o rebusco y subo algunas fotos.

miércoles, 21 de junio de 2006

Mientras tanto, más enlaces

Acabo de recibir un comentario de Ángel Felicísimo en la entrada del poeta postmoderno. Es una excusa tan buena como cualquier otra para poner enlaces:

Al blog de Ángel sobre "ciencia, escepticismo y crítica a las medicinas alternativas".

Al famoso artículo de Ángel (y otros) en Science.

A unos "poemas" del mismo poeta postpoético. Se pueden apreciar múltiples ejemplos pseudocientíficos, a mí me choca la pregunta "Cual (sic) es la más cúbica de todas las esferas". La respuesta es, claro, la que corresponde a la norma infinito, que para eso es un cubo.

Se admiten análisis de los poemas, sobre todo del llamado "n-1" que es muy jugoso.

lunes, 19 de junio de 2006

Fórmula 1

Yo no soy muy aficionado, pero es verdad que esto ya no existe.

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España sigue decepcionando a todos sus no-aficionados en el mundial, pero confiamos que se enmiende frente a Arabia Saudí para alcanzar su máximo nivel en los cuartos de final, como de costumbre.

Noticias comentadas

Pues nada, como sé que hay un segmento de la población que sigue las noticias tanto como yo, decirles que el retrato de Adele Bloch-Bauer, de Klimt, uno de los cuadros que me parecen más simpáticos, es el nuevo "cuadro más caro del mundo". A ver lo que dura.

Por cierto, esto demuestra que teníamos razón al sospechar de una moda-Klimt aquí.

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Por otro lado, ayer se hizo más por el uso del casco en moto que diez campañas de la DGT. En plena salida de la carrera de 500, un accidente múltiple en el que se vio envuelto como siempre el Gibernáu (si no fue el que lo provocó, que no estoy seguro) acabó con uno de los pilotos dando vueltas por la grava, golpeando repetidamente contra el suelo con su casco. El piloto salió andando; espero que alguno de los televidentes más jóvenes, impetuosos y atontados haya tomado nota del porqué y lo aplique a su vida diaria.

Por cierto, ¿qué actitud debería tomar la televisión pública al dar esta noticia en el telediario:

a) Aprovechar la oportunidad de hacer un servicio público mostrando la aparatosidad del accidente e insistir en las imágenes del piloto abandonando la escena ayudado por los servicios de socorro pero por su propio pie,

o bien

b) Dar repeticiones y más repeticiones (un mínimo de seis) de la escena espectacular?

No, por nada.

sábado, 17 de junio de 2006

martes, 13 de junio de 2006

Antropología en jarra

Esto prueba dos cosas:

1. Que McLuhan tenía razón y lo que queremos es experimentar roles que son imposibles en nuestra vida cotidiana.

2. Que atraigo estas cosas, porque esto lo he conocido a través de las estadísticas al entrar su autor en mi blog, supongo que dedica su tiempo libre a darle al botón de "Next blog" (¡ya estamos sufriendo el uso publicitario del botón de "Next blog"!)

No perderse los comentarios, los hay buenísimos.

Quando iudex est venturus

Luego tengo que soportar que no oigo buena música:

http://www.youtube.com/watch?v=1WDqduTnj34

El prejuicio es una de las fuerzas que mueven el mundo. Cuando voy a Gijón (nueve horas de autobús), a veces ocurre que se sube quien tiene el asiento de al lado mientras yo estoy oyendo música. Puede ser que la esté oyendo bajito pero no es fácil, porque soy de los que no leen los mensajes de "L'utilisation continuelle de cet appareil à puissance maximale peut endommager l'oreille" que vienen en los discman, misteriosamente sólo en francés. Y siempre hay quien le mira a uno con cara de mala leche, con una mezcla pintoresca de desagrado y condescendencia.

Esto es un prejuicio mío, claro, pues nunca pregunto a nadie si está experimentando una mezcla de desagrado y condescendencia, pero ellos empezaron prejuzgando primero.

Entonces yo, como tengo una deformación profesional y además no me siento obligado a ser adulto las veinticuatro horas, busco el disco más duro que lleve y lo escucho un rato, que puede ser pongamos hasta que se acaba. Luego devuelvo el disco a su caja y cuando mi acompañante prejuicioso ve inminente que le voy a conceder una segunda sesión y mira de reojo qué horror que le voy a poner, yo saco con toda tranquilidad mi CD de las Variaciones Goldberg en la versión de Glenn Gould o mi CD de los Estudios de Ejecución Trascendente de Liszt, lo meto en el discman y a correr.

Pese a mi afán didáctico, nunca he sido consciente de que nadie aprendiera nada con estas humildes demostraciones. Es lo que tienen los prejuicios, que uno prefiere llamar incomprensible a lo que le pasa, antes que admitir que en el mundo real las cosas no son como él las ve.

domingo, 11 de junio de 2006

Mamá, yo quiero ser artista

Hoy he decidido hacerme poeta. Así, de súbito.

Ejem, ejem.


Oda elegíaca
A la lectora llamada Bliss
le hago yo un poema en un plis.
Preocupar me preocupa
su inmisericorde juicio
y temo que no concluya
que no tiene desperdicio:
pues ella es cabezona y respondona
y no le gusta la rima tontorrona.
Paladín del ultramundo
que subraya mi estropicio
de imperfectos y gerundios,
inventora adelantada
de pirámides cuadradas
ya que no coloreadas,
adicta con todo al vicio
de internet, que asola el mundo
y me azota cual cilicio,
a la lectora llamada Bliss
la inmortalizamos en un "please":
pues con ser pesadita es divertida
y no nos gusta la rima repetida.



Pueden enviar sus opiniones a:

Nobelstiftelsen
Box 5232, SE-102 45 Stockholm
Suecia

sábado, 10 de junio de 2006

Estribillo

El más cínico que he oído en mucho tiempo:

'cause I'm free,
I deserve everything I can get.
I'm American,
I'm American.


(Queensryche, "I'm American". Del CD "Operation: mindcrime II", 2006)

Afoto en la playa de la Beciella


Qué capacidad de pasárselo bien tiene mi sobrina. No sé por qué los adultos no somos así.

miércoles, 7 de junio de 2006

Record Kleenex (II)

Lo verdaderamente curioso de los records es que la Fundación Kleenex declara no pagar ningún dinero a los que baten un record. Aquí comienza lo que yo llamaría el drama humano de los participantes en el programa, aunque aparentemente ellos se lo toman de otra forma.

Por una parte, la cadena gana dinero: el coste de producción es pequeño y genera sus correspondientes ingresos en publicidad. Además, la Fundación Kleenex recibe horas y horas de publicidad gratuita para su producto principal. Y, claro, los trabajadores de la cadena, de la productora y de la fundación reciben sueldos por su trabajo.

Por otra parte, están esos para los que, según la Fundación, "el prestigio y la notoriedad asociados al Record Kleenex son recompensa suficiente" pero que son los que generan todo ese dinero (¡!)

Y, sin embargo, después de batir el record, si a uno le quedan intentos disponibles (debe usarlos, por supuesto, para llenar el tiempo asignado en la planilla) hace el paripé como que intenta algo. Batirlo, ya lo batirá el año que viene para la televisión de Eslovaquia o donde sea. Cuanto más haga este año, más le costará el próximo, y supongo que la cadena no paga lo mismo al que lo bate que al que no.

(El día que yo lo vi, Ot Pi hizo de sparring para que un amiguete se lo llevara calentito en el record de "saltar más veces con una bicicleta de una plataforma situada en el techo de un todoterrerno, a otra". Me dirán: Ah, ¿existía ese record? Y no, claro que no existía: aquí, suspense el justo porque estaba claro que se batiría el record en cuanto uno saltara una vez. El primero fue Ot Pi, que hizo cinco saltos en un minuto. Entonces sube el amiguete, que sí que había ensayado en casa, y a los 15 segundos ya llevaba diez saltos. Entonces frenó, y en los otros 45 segundos sólo hizo cuatro saltos (me parece). ¿Para qué va a hacer más? Ahora podrán ir a la televisión de donde sea a hacer 18, y el año siguiente 21, cuando sabemos que físicamente es capaz de llegar a 40 como mínimo.)

Todo por salir en la tele y embolsarse unos euros.

Y tantos otros que se los embolsan por menos todavía.

Afoto costumbrista


Si al final acabaré creyéndome que atraigo a los fenómenos paranormales.

viernes, 2 de junio de 2006

Por no seguir en la misma línea

Resulta que hoy recibo un emilio con el siguiente

Asunto: Professor, ask some questions about fuzzy random sets

Aquí ya hay un cierto despiste, pues no soy "professor" (equivalente a "catedrático seleccionado dedocráticamente" en el sistema académico estadounidense) y tras el paso de la LOU ni siquiera tengo la categoría de profesor, pero bueno, esa es otra y hemos dicho no seguir en la misma línea.

El mensaje comienza así (no lo pongo entero porque no he pedido permiso al autor para andar enseñándolo):

Dear Prof. Teran,

I am sorry to disturb you. I am a graduate student of statistics. AndI have some
questions about fuzzy randon sets (fuzzy random variables), but there is no one can give
a better answer, so I only turn to you for help.


Claro, Josemari "Jefus Maximus" me dirá que ya me toman el brazo hasta los estudiantes extranjeros; por otra parte esto podría venir de cualquier amiguete que se hubiera hecho una cuenta de hotmail, pero dada la lejanía del 28 de diciembre y el 1 de abril y la poca confianza que tengo en que el sentido del humor de los amiguetes pueda alcanzar tales picos de sofisticación, me he planteado que es un mensaje genuino y como tal lo he contestado.

El mensaje me hace reflexionar sobre algunas cosas, sobre todo qué es ser una persona pública (cosa que por suerte yo no soy). Ser una persona pública es influir sin saberlo en las vidas de muchas otras personas que uno no sabe siquiera que existen. Ni qué piensan, ni qué opinan de esa influencia, ni cómo reaccionan a ella, ni si es grande o pequeña... aunque a mayor número de influidos sólo cabe esperar encontrar casos de personas cuya vida haya sido drásticamente afectada.

Drásticamente afectada significa, por ejemplo, esas horrorosas chapas de "I owe my life to Star Trek" (o sea, me parece muy bien que los padres de alguien se hayan conocido en un sitio donde es educado hacer cosas raras con los dedos, llevar orejas de punta y decir "Pásame la sal y el diccionario de Klingon, quieres"; pero, ¿alguien cree que sería normal un "Yo debo mi vida a Hacienda" o "Mis papás se conocieron haciendo guardia en la puerta de Rocío Jurado"?)

Cuando yo hacía radio, tuve una vez una conversación con otro de los componentes del programa. Hablamos del maravilloso éxito de qué gozábamos; vamos, que no nos oía nadie. Debido a la precariedad técnica de las emisoras por las que pasamos, nunca llegamos a tener cobertura ni siquiera en todo Gijón. El caso es que Miguel veía las cosas en términos de impacto: había que tener muchos oyentes, el objetivo era llegar a mucha gente, hacer el programa era divertido (era muy divertido) pero ¿de qué servía preparar el programa, o poner carteles si los interesados no podían oírlo?

Todo esto tenía mucho sentido, y de hecho yo pensaba lo mismo, pero tengo alergia a la unanimidad así que le dije: Hombre, no te voy a decir que yo no querría que se nos oyera en todo Gijón, claro, tanto por el programa como por los que venís de más lejos a hacerlo, sobre todo Marcelino que lo suyo es heroico (Marce vivía a tres autobuses de distancia del estudio... dos de ellos interurbanos). Entonces discutimos abiertamente cuántos oyentes creíamos tener, acordando la cifra de cuatro. Le dije: ¿Quién serán esas otras tres personas? (porque de uno sí sabíamos que era real) En este momento puede haber tres personas, que no sabemos quién son, en alguna parte de Gijón, a lo mejor tampoco se conocen entre sí pero los miércoles a las siete y media hacen lo mismo. Entre todas las infinitas cosas que podrían hacer, lo que hacen es oír las tonterías que decimos. A lo mejor antes hacían otra cosa a esa hora, a lo mejor salían a correr o iban a la biblioteca, o bajaban al súper a esa hora, y han cambiado de hábitos para escucharnos a nosotros. Prefieren escucharnos a nosotros: a mí eso me parece algo mágico.

Con lo que les he traído de vuelta, sin que se dieran cuenta, al emilio de hoy: de entre todas las personas del universo, ese doctorando asiático despistado ha decidido dirigirse a mí para una consulta técnica. Sin yo saberlo, en algún momento indeterminado del pasado hubo un doctorando asiático leyendo alguno de mis trabajos.

¿Qué estaría yo haciendo en ese momento? Dada la diferencia horaria, es fácil decirlo: dormir.