Me preguntan hoy a la hora del café que por qué escribo un blog. Me he quedado un poco sin saber qué contestar, como cuando un testigo de Jehová me explicó que en el Reino de Dios no necesitaría "esas cosas que usas para leer" (no me quedó claro si se refería a las gafas o a los libros).
Verdad es que hay algunas preguntas más difíciles que otras, por ejemplo:
(a) ¿Por qué escribes un blog?
(b) ¿Por qué el himno oficial de la Antártida no es "Para hacer bien el amor hay que venir al Sur"?
Pero, aun así, aparte de que me gusta y de que practico a escribir, tampoco hay razones profundas.
Esto me recuerda que llevo en el bolsillo, desde antes de empezar el blog, un billete de autobús donde apunté varios temas de los que hablaría si hiciera un blog. Resulta que de algunos sí hablé, pero de la mayoría no:
"Se ha escrito un crimen". Aquí iba a hacer una reseña sobre la serie de televisión, fingiendo creer que la protagonista era una despiadada asesina en serie que siempre se las terminaba arreglando para que culparan a otro.
"Multas de tráfico vs. premios de la ONCE". Aquí iba a hacer como que la correlación entre el aumento de la cuantía de las multas y los premios escondía una relación causal.
"Datos Suiza basura". Esto no tengo ni idea de lo que era. Lo único que se me ocurre al leerlo es que Suiza me pareció un país muy xenófobo.
"J Electoral Studies". Un artículo de esa revista sobre las elecciones en el Kazajstán, que deja patente que al fin y al cabo lo nuestro son "super"democracias, por poco "demo" que nos parezcan.
Todavía merece la pena escribir esta última entrada, a ver si me animo.
PD: Esta mañana he sido víctima de la violencia de género, pues LA estantería me ha dado un fuerte golpe con LA esquina. Para eliminar el machismo del lenguaje, propongo que a partir de ahora lo digamos así:
"EL estanterío me dio UN fuerte golpe con EL esquino en LA cabeza".
Mientras que si hubiera sido al revés deberíamos decir:
"He dado UN golpe a LA esquina de LA estantería con EL cabezo".
¿No queda mucho más claro?
viernes, 15 de diciembre de 2006
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5 comentarios:
Dos cositas:
Primera, comprate un pequeño BLOC para apuntarte los temas del Blog (un billete de autobus es como diria yo emmmmmmmmmm, Racano).
Segunda, esta entrada la hiciste antes o después de que sufrieras un ataque por la estanteria sobre tu testa.
Hay varios datos en esta entrada que me turban. El primero el hecho de la polivalencia de los billetes de autobús. En Madrid los más utilizados se llaman "Metrobus", pues sirven tanto para viajar en idem 1 como en idem 2. Pero este nuevo uso como receptáculos de ideas para el blog no tiene precio. ¿Cómo los llamaría Gallardón? Es que si fuera "Metroblogbus" casi entraría en conflicto con la difunta cadena de video clubes...
El segundo hecho turbador es la idea de un billete de autobús viajando durante más de un año en un bolsillo ¡¡y manteniendo lo escrito en él en aquella lejana fecha!! Ojoplática...
El tercero es la insolencia con la que atribuyes a una componente del género femenino un acto de violencia semejante. ¿No estaría defendiéndose? :p
Los testigos de Jehová, ¿no se referirían a los ojos?
Es un billete de autobús no metropolitano sino de línea, con un grosor casi de cartulina.
La entrada la hice después de sufrir el alevoso ataque (he quedado con una visible marca en forma de ángula recta en la frente).
Insolencia, insolencia... eso significa que no suelo hacerlo, ¿no?
Probablemente se referirían a los ojos, pues en el Reino de Dios podría tener un tigre lazarillo.
Debería haber dicho "un visible marco en forma de ángula recta". Todavía no lo he pillado muy bien.
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