Lo de las entradas de autobombo empezó como un chiste porque sólo tenía un lector y me apeteció imitar a los escritores y artistas que anuncian en su página web hasta a qué hora van a bajar a pasear al perro, no vaya a ser que alguien se quede sin oportunidad de pedirles un autógrafo.
Ahora que tengo más lectores, aunque no muchos más, cada vez me cuesta más seguir la broma porque me parece que doy la impresión de creer que todo en el mundo está muy mal mientras que yo soy fantástico. Pero como tengo el defecto de no prestar suficiente atención a lo que se piense de mí, soy capaz de cometer excepcionalmente actos de vanidad tan grandes como escribir dos entradas de autobombo seguidas.A finales de julio de 2005 estuve en China, en el congreso mundial de la Asociación Internacional de Sistemas Difusos. Para mí fue una ocasión especial tanto por ver China (aunque un serio ataque de jet lag me dejó sin ganas de hacer turismo) como por el hecho de presentar mi trabajo en una sesión invitada. Esto de los congresos es como los aviones, y hay clase turista, primera y los que van en cabina manejando los mandos. En este caso, las sesiones ordinarias, las invitadas y las charlas plenarias.
Por ejemplo, cuando estuve en el congreso mundial de Estadística y Probabilidad en Barcelona en el 2004, yo envié mi trabajo como cualquier currito, la organización seleccionó los que les pareció mejor y luego los organizó en sesiones por afinidad temática. Esto es lo normal. Por contra, para las sesiones invitadas la organización escoge unos temas específicos y se encarga a alguien que trabaje en ese tema que seleccione e invite a un conjunto de personas a presentar una comunicación.
Yo no me hago ninguna ilusión respecto a haber estado en los primeros puestos de la lista de invitados; sé de hecho que la organizadora también invitó a mi director de tesis, y no soy suficientemente ceporro como para pensar que contactó conmigo antes de que él declinara la invitación. Además fue una sesión anormalmente larga, con diez presentaciones (lo normal es 4-5). Pero, en cualquier caso, a mí me llenó de "orgullo y satisfacción", habiendo leído mi tesis en marzo de 2003, estar en julio de 2005 presentando una comunicación invitada en el congreso mundial de algo.
Adicionalmente, después del congreso me quedé unos días en la Politécnica de Pekín (o Beijing, que es como se llama en realidad), donde di dos charlas. La verdad es que cuando iba al colegio jamás sospeché que un día estaría yo en China, en una universidad, hablando, y que pondrían carteles en chino anunciando mi charla y habría una audiencia de chinos mirándome con expresión inescrutable mientras yo les contaba cosas. O sea que fue otra experiencia que disfruté un montón.
Y ahí acabó la aventura china.
Unos meses después recibí un emilio de la organización del congreso diciéndome que la revista de la Asociación, que es
Fuzzy Sets and Systems, publicaría un número especial con versiones ampliadas de algunas de las comunicaciones presentadas. Y que mi trabajo había pasado el primer corte, con lo que tenía derecho a preparar la susodicha ampliación y enviarla. El proceso es el que cabe esperar, se enviarían los artículos a (tres) evaluadores, se descartarían los que tuvieran informes desfavorables, la organización "priorizaría" (que se dice ahora) a los supervivientes y junto con los redactores jefes de la publicación seleccionarían los trabajos para el número especial (al fin y al cabo, en un número no caben más artículos que los que caben).
Total, que yo ya flipé en colores, porque hice la cuenta de que de mi sesión de diez presentaciones debían de estar considerando unas dos o tres. Con lo que, de acuerdo con algún criterio tan subjetivo como se pueda querer, mi trabajo estaría en el 20-30% mejor de esa sesión invitada del congreso mundial. Así que, como sé que la alegria dura poco en casa del pobre, me puse muy contento y lo celebré mucho.
Aun sin dar un duro por mis posibilidades de pasar el segundo, tercer y cuarto corte, preparé la ampliación, de hecho me lo tomé en serio y reescribí totalmente el artículo, añadí nuevos resultados, etc. Lo envié, esperé por los informes y el resultado fue: uno muy favorable, uno favorable y uno tibiamente favorable y que proponía algunos cambios.
Me pidieron que hiciera los cambios en un periodo de tiempo extracorto, hice lo que pude y lo volví a mandar. A mediados o finales de octubre me llegó otro emilio diciéndome que había pasado el tercer corte y que estaba en la lista de trabajos que pasarían a los redactores jefes.
Y como son ustedes personas inteligentes y capaces, ya saben qué es lo que he recibido hoy y a qué viene el hacer dos episodios de autobombo seguidos.
Mi trabajo
Probabilistic foundations for measurement modelling using fuzzy random variables aparecerá en el número especial de
Fuzzy Sets and Systems dedicado a "Fundamentals of Fuzzy Logic and Soft Computing and Some of the Applications", editado con motivo del 20 aniversario de la Asociación Internacional de Sistemas Difusos.
El número especial contiene siete artículos, cinco de ellos provenientes de la parte de las actas dedicada a fundamentos matemáticos (sobre un total de 90 comunicaciones presentadas en esa categoría).
Y entre ellos el mío.
¿No es la leche? Yo todavía estoy alucinando.