Pues sí, un año de blog.
El caso es que yo lo abrí porque, tal y como cuenta la Pedropedia, hace siete años tuve una iluminación y dejé de escribir. Es un lugar común que, para aprender a escribir, lo que hay que hacer es escribir. Y si no, leer. Y si no, vivir para tener algo que escribir. Yo me caí del caballo al darme cuenta de que estructurar, redactar, revisar, pulir, revisar, releer, cuando no se sabe escribir, es dilapidar el tiempo. Son tareas mecánicas que ocupan el 95% del tiempo de escritura: ¿no sería mejor dedicar el tiempo a afinar el instrumento del que sale el 5% restante, la materia prima cuya calidad es la verdaderamente determinante?
Con esa idea dejé de escribir, aunque me costó mucho porque es una actividad que me encanta. Luego me pasé unos años aprendiendo a escribir, lo que no quiere decir leer libros sobre el tema sino no hacer nada en concreto pero sin perder de vista el objetivo.
Este método de aprendizaje puede parecer un poco raro pero me pareció que podía permitírmelo: al fin y al cabo vivo rodeado por el lenguaje, en este tiempo he escrito mi tesis doctoral, más de treinta trabajos científicos y he dado cientos de horas de clase. He visitado otros países y he aprovechado los momentos ociosos (autobuses, colas del supermercado y demás) para intentar entender la estructura, las pautas y ritmos ocultos en lo que sucedía a mi alrededor. Así como no se puede aprender a tocar el violín sin tocar el violín, la tarea mecánica de escribir no plantea problemas que un poco de práctica no arregle. La verdadera complejidad y diversidad está dentro de la mente del escritor, y ejercitar la mente es algo que puede hacerse a cualquier hora pero no mientras se está realizando el acto físico de escribir, revisar, etc.
El blog nació en parte para desanquilosarme y hacer experimentos (la idea me la dio el blog Dollar Ogo de Jago, véase columna de enlaces). En otro alarde de exotismo, decidí poner en práctica otro método de aprendizaje que se me había ocurrido y que nadie usaría en su vida real: hacer las cosas mal. Es decir, al revés de como yo crea que habría que hacerlas. La idea es que si uno hace algo como cree que hay que hacerlo y sale bien, no aprende nada; y si sale mal, le cuesta analizar las razones por las que no ha funcionado, pues lo ocurrido contradice sus presuposiciones y no es fácil rastrear ni cuáles son ni qué origen tienen. Pero si uno hace las cosas mal, siempre aprende porque tiene una lista de razones por las que cree que eso no funcionará. Si no funciona, es una confirmación de que comprende las cosas correctamente; y si funciona, entonces expande su perspectiva porque para poder asimilar e incorporar el hallazgo tiene que reflexionar hasta tachar una por una las razones de su lista.
Aunque aprecio los ánimos de los amiguetes, la realidad es que hace falta paciencia para seguir el blog: no tiene coherencia argumental y está lleno de entradas de estructuras estrafalarias, o donde en el párrafo 2 se le oculta al lector información clave sin la que no puede entender nada hasta el párrafo 7, o donde tan pronto se precipita el final como se insertan cuatro párrafos que no se sabe muy bien a qué vienen, o donde se defiende una posición de la forma más desorganizada e ineficaz posible, o donde se comienza hablando de una cosa y se termina hablando de otra totalmente inconexa, o donde en el mismo párrafo se repite cuatro veces una palabra, o donde no se sabe qué relación guarda el título con el contenido, o donde se induce repetidamente al lector a mirar en una dirección mientras el significado real es otro, o a lo largo de meses se repite insistentemente un motivo que en realidad no significa nada; en suma, donde se abusa de manera cotidiana y sistemática de la buena fe del lector.
Hablando de lo cual, me acabo de comer un Daníssimo que caduca el 14 de octubre a las 20:12. Así lo explica el envoltorio: si la fecha de caducidad está "expresada en día/mes/hora", quiere decir que está fabricado en España; si sólo lleva día y mes, en Francia. En fin, voy a contenerizar el vaso y vuelvo.
Todo esto es por una buena causa, que es entender a los lectores y conseguir que se dejen guiar a mi terreno aunque no sepan adónde vamos. Algo que, a la vista de lo que se encuentra en las librerías, es una habilidad cada día más necesaria.
En fin, que ya saben que yo les quiero y me sorprende y conmueve que me soporten. Este año, como ya he aprendido algo, prometo ir poniéndolo en práctica.
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Sugería el Sr.R que contara un poco las estadísticas del blog. Como no puse contador hasta mediados de marzo y además sólo me guarda la información individual de las cien últimas, muchas de las cosas que pedía no las puedo decir.
Visitas contabilizadas: 3388.
Máximo en un día: 82.
Mínimo en un día: 0 (claro).
Máximo en un mes: 1041 (junio: luego se va uno de vacaciones, y a volver a empezar)
Búsquedas en Google desde el verano:
columnas corintias definición (México)
seguimiento de los cuatrillones (México)
diente de león se llama
human recourses manager i danone (Polonia)
las vacas viven en (Perú)
desatascar retretes
paranormales cinco saltos (Argentina)
calcular a raiz cubica wikipedia (Brasil)
Lo sé: son poco pornográficas, yo también estoy decepcionado.
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(Véanse comentarios a entradas anteriores)
Agente Triple, no maree la perdiz con el policía negro de Cleveland para distraer la atención del hecho fundamental: es usted quien se esconde bajo kilos de maquillaje para actuar como el guitarrista de Lordi. A la evidencia me remito.
El camello del visir
Hace 20 horas
14 comentarios:
Yo no se sieste blog está o no estructurado, si estas experimentando (cosa que creo que lo haces hasta cuando duermes) o si estas reaprendiendo a escribir. Pero lo que yo encuentro en tu blog es lo que te falta cuando se te conoce en persona, el habla.
Pues a mi me gusta su forma de escribir. Con eso me basta.
Qué maravilloso ejercicio de ombliguismo el del día de hoy. Y conste que me parece muy lícito, pues eso y no otra cosa es el concepto de "blogg" en sí mismo. No se flagele de esa manera por sus bienhadadas veleidades literarias; si alguien quisiera encontrarse con "La comedia humana" en lugar de la "Pedropedia" seguramente pondría Balzac en el google y no "Terán".
Lamento decirle que no mantengo ninguna relación (como de costumbre, no da usted una en el blanco, dónde habrá quedado la tan cacareada precisión matemática...) respecto a los vínculos que me unen con ese prohombre de las letras, digno hijo de su padre (y de su madre, a la que recuerdo con cariño), Alarcos jr. Eso sí, no pongo en duda los méritos que este aplicado humanista habrá atesorado para hacerse con las más brillantes condecoraciones. En realidad se parece bastante más a usted que a mí: ambos participan del herario público para llevar a cabo sus investigaciones y una más que incipiente calvicie.
Tampoco estoy nada conforme con los parecidos razonables que me saca. Fíjese que, después de un concienzudo análisis, esa estampa mía que ha inmortalizado me recuerda más, por la mirada distraída y el gesto ausente, a la impostura de un Humphery Bogart cualquiera.
Sin embargo, no quisiera despedirme en esta ocasión sin romper una lanza por usted. No concibo eso que me ha parecido leer de que usted gana por escrito y en las distancias cortas se convierte en estatua de sal. No, señor. Yo, que tantas tardes he compartido con usted, con micrófonos o sin ellos, bien sé que es un dialéctico feroz y animoso. Y si no, insto a los cuatro oyentes que nos siguieron, al Agente doble, a Copi, a un tal Miguel y a tantos otros que hagan acto de presencia. Y lo cuenten. Salud.
P.D: Es posible que me eche de menos una temporadita pues se me vienen encima días con poco espacio para el ocio. Sin embargo, procuraré no perderle la pista. Un abrazo.
"herario público"
Viniendo que alguien acostumbrado a escribir "televisiva" con "b", no sé de qué me sorprendo.
Ya seguimos con la dialéctica otro rato, ahora mismo se me escapa el autobús.
" Qué maravilloso ejercicio de ombliguismo el del día de hoy. Y conste que me parece muy lícito, pues eso y no otra cosa es el concepto de "blogg" en sí mismo.
Lo que convierte en inexplicable que no tenga uno.
"P.D: Es posible que me eche de menos una temporadita pues se me vienen encima días con poco espacio para el ocio."
Sí, ya imagino que las celdas no son muy amplias. Qué duro debe de ser verse obligado a delinquir para poder volver dentro...
Decirte que me alegro mucho de que éste no sea de esos blogs en los que al cumplir su primer año de vida su autor empieza a padecer una crisis existencial sobre el verdadero sentido de mantenerlo en funcionamiento. Es entonces cuando quien quiere seguir “disfrutando” del mismo se ve en la obligación de manifestar su adhesión inquebrantable hacia el autor, el blog, su manera de escribir y hasta alabar lo buenas que le salen las tortillas: muy cansino, oiga. Pero, como digo, afortunadamente no es el caso.
Cuando entré en la blogosfera allá por el mes de abril (vale, momento abuelo Cebolleta, lo siento, una tiene ya una edad que…) me fascinaron las posibilidades que ésta ofrecía. Seis meses y mucha paja removida para encontrar la aguja después, he comprobado que sólo el 10% de los blogs por los que he navegado ofrecen algo aparte del desahogo que para sus autores supone el utilizarlos como diario, dándole al término “diario” el significado que le dábamos a los catorce años. Así que es un placer encontrar espacios en donde el objetivo a alcanzar es otro, aunque a veces resulten caóticos, otras irritantes y, no obstante, las más interesantes. Y será un placer poder comprobar lo que has ido aprendiendo.
:-)
Aquí está visto que un día me llaman bebé infecto, al otro agente irritante... No hay nada como la confianza.
En serio, si algo te resulta irritante puedes dejar un comentario o mandarme un correo electrónico y lo tendré en cuenta.
Es verdad lo del diario, yo creo que todos caemos un poco en ello (bueno, a los que no ponen muchos textos propios les será más fácil evitarlo).
A lo que me refiero, señor matemático de pro (como ves,tirando de la confianza, también te puedo insultar directamente) es a que es agradable visitar sitios que ofrecen un poco de todo, aunque a veces uno se sienta como una infeliz cobaya...
En otro orden de cosas, mi padre, que según creo ya he mencionado anteriormente que era matemático (la vergüenza de la familia), me enseñó que cuando no tienes gran cosa que decir es mejor quedarte callado y dejar que quienes sí lo tienen lo expresen para el placer del resto.
No me tomo lo de matemático como insulto (al igual que los modernistas, los fauvistas y los frikis, los matemáticos han alcanzado a desvincularse de las alusiones peyorativas) así que haces bien en especificar que esa era la intención.
Y, no sé, a mí me haría gracia que hicieras un blog-diario-de-14-años. Por ejemplo,
Querido diario:
Hoy ese Pedro Terán me ha dejado un comentario en el blog. ¿Qué voy a hacer con ese chico? ¡Va y me dice que mi foto le produce frustración!
¿Qué culpa tendré yo de su "inordinate" falta de talento? (esto no se lo puedo decir directamente, claro, hay que mantener las formas aunque en este caso me viene suponiendo un cierto esfuerzo)
Sospecho que la causa de su frustración no es nada que yo haya podido hacer sino más bien algún horrible e inconfesable trauma masculino. Es más, estoy casi segura.
Como me venga con otra patochada, le suelto dos frescas y me quedo tan contenta. Ya te contaré.
o algo así.
Ya... (uyssss, ¿y cómo será el emoticono de indiferencia absoluta?)
Aprovecho la ocasión que me brinda este espacio para saludar a mi terapeuta que tanto me ayudó a la hora de superar mis arrebatos de violencia frente a la estulticia virtual.
s:|
Ah, no. Este es el del flequillo de Superman.
¡Ahora sí que he localizado el inconfesable trauma masculino! ¡Je! Por la boca muere el pez...
Tranquilo, Petrus, que de aquí no saldrá lo frustrado que te sientes por no tener el frondoso y repeinado flequillo de Clarkie >:-)
Me temo que, en este caso que traes a colación, lo de inconfesable es relativo:
http://pedroteran.blogspot.com/2005/10/en-la-muralla-china.html
Sigue la publicidad en "House", así que, totalmente impregnada de su espíritu cínico, te diré que, no por ser un hecho evidente deja de suponer, en ocasiones y para el que lo padece, un inconfesable trauma masculino...
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