jueves, 3 de diciembre de 2009

Hoy recibo yo

No es el “Forro del cajón izquierdo del armario de Ijon Tichy con el manuscrito de sus trabajos no publicados”, pero casi. He encontrado en casa de mis padres mi primer texto publicado: una reseña crítica que planté en el fanzine Dentro de la Viñeta con unos tiernos diecisiete añitos. Ya verán que no es que se me haya agriado el carácter con el tiempo, sino que siempre he sido igual.

La división en párrafos es completamente arbitraria, yo creo que se agruparon varios para cuadrar la maqueta pero lo he dejado como estaba.


FUTURO IMPERFECTO

Esta es una obra muy, muy curiosa. Para empezar, resalta el formato: un papel de gramaje ínfimo, de calidad inferior a aquél con que se editó la línea Epic. Los pliegos vienen (apenas) pegados al lomo con unas partículas de pegamento. Haciendo un cálculo rápido, debería costar 360 pesetas a lo sumo. De ahí a 550, ¿a dónde van? Curioso. Ahora sí que me creo eso de que “no hay crisis” (la nueva bandera de Mr. Martín).

Futuro Imperfecto decepciona, y mucho, debido principalmente a la entidad de los creadores: Peter David y George Pérez. El dibujo aparece enmascarado por un color de esos modernos, en el que el tal Tom Smith pretende (sin éxito alguno) emular a Lynn Varley o Steve Oliff. Pongamos como ejemplo la doble página 2-3 del primer libro: es una plancha en la cual se presenta a los personajes en un “zoco” lleno de gente donde ocurren un montón de cosas: casi parece un ejercicio de “¿Dónde está Wally?”. Pues bien, Pérez retrata toda la época con sólo ese vistazo, mostrando incluso las líneas maestras arquitectónicas: rascacielos abandonados y semiderruidos, etc. La acción principal es que uno de los personajes corre de la página de la izquierda hacia los otros, que están en la derecha. En una página potencialmente confusa, al individuo sólo se le ocurre pintar las ropas del 99% de los personajes en tonos de amarillo, anaranjado y marrón claro, por lo que puedo dar fe de que no te enteras absolutamente de nada (a no ser que cojas la lupa y le dediques diez minutos a la viñeta). Esa es la impresión que nos da: no sé si será que yo soy daltónico, pero en este cómic todo es naranja (excepto Hulk, claro). Pérez no nos sorprende en absoluto, ya sabemos que este chico evoluciona muy lentamente y éste no es un trabajo que presente nada nuevo. Cabe resaltar el esfuerzo (algo a lo que, supongo, Crisis le acostumbró) de dibujar a tropecientos “extras” en cada viñeta, de un modo que resulte natural y efectivo, y el mérito que tiene dibujar a unas doscientas hembras en paños menorísimos sin que a ninguna se le vea nada. Hablando en serio, define muy bien a los personajes y consigue que pocas veces nos planteemos por qué la censura americana se tendrá que meter con nosotros.

A nivel argumental, Futuro Imperfecto es sencillamente sorprendente por lo tópico. En un lejano reino llamado Distopía (o sea, lo contrario a utopía) existe un malvado sultán que oprime a su pueblo mientras él se divierte con su harén. Por supuesto, tiene un primer ministro que intenta deshacerse de él para ocupar el poder, y llega de lejos un gran guerrero, traído por la hermandad de proscritos, que acabará con la injusticia.

Póngase esto en clave futurístico-superheroica, mézclese con un montón de extras sufriendo la catástrofe de un combate entre Hulks y ya está el argumento. George Pérez se burla incluso (¿quizás a sugerencia del propio David?), vistiendo a los personajes como si acabaran de salir de Aladdin. Demonios, si incluso salen parademonios y perros de guerra de Apokolips (un poco camuflados, claro). ¿Por qué me molesto en escribir esto entonces, si es un cómic tan mediocre? Porque David, en ese mar de topicismo, introduce un elemento nuevo: la guerra contra uno mismo (tema recurrente ya, por otro lado, en su Hulk). El Maestro (la encarnación futura de Hulk, que es el malo de la peli), en lugar de matar al héroe (ya que es varias décadas más experto) le rompe el cuello y, durante la convalecencia, trata de convencerle. Y viceversa: también el Banner bueno y justo tratará de convencer al demente amoral. Sin embargo, el acuerdo es imposible. Y el Maestro parece conocer todos los planes de Hulk (al fin y al cabo, lo conoce muy bien, ¿no?). Solamente mediante el engaño puede vencerle. De hecho, David insinúa tímidamente que Hulk acaba convirtiéndose efectivamente en el Maestro en el futuro, estableciendo un “ciclo temporal”. Veamos. Está claro que eso no es algo que David pudiera proponer abiertamente (de ahí que, en un momento dado, se especifique (como teoría) que existen dos líneas temporales alternativas: una, la “real”, y otra que conduce a Distopía). Pero también se especifica que la radiación gamma “a él le afectó de manera distinta”; al final vemos que la causa es la presencia del Maestro, enviado mediante la máquina del Dr. Muerte justo al momento de la explosión de la bomba gamma.

Al no existir el Maestro en la línea temporal “real”, Hulk no hubiera sido creado de seguirse ésta. Por otra parte, la historia acaba con Banner lanzando el escudo del Capitán América al espacio (que enlaza con la historia de los Guardianes de la Galaxia), lo que reafirma esa línea temporal como la real (por favor, cualquier discusión sobre mi argumentación será bienvenida).

En resumidas cuentas, una obra frustrada, insípida, donde el talento de Pérez se malgasta y no se profundiza en el aspecto psicológico (que podría haber dado mucho más de sí).



Pues sí, el haber discutido el destino del escudo del Capitán América me faculta para celebrar de forma vitalicia el día del orgullo friki.

2 comentarios:

Pedro Terán dijo...

Y que no se diga que no contamos la otra cara de la noticia:

"La forma en la que David maneja los elementos para contar la historia es sencillamente genial ... Pérez está de lo más inspirado, nos encontramos con un trabajo sobresaliente ... A mi me ha tocado heredar comics pero si todos son como éste no lo cambio por nada… bueno, a lo mejor por una casa sí" (enlace)

"Una de las sagas más reconocidas y reeditadas, ya no sólo de Hulk, sino de los cómics de superhéroes ... dibujada por el espectacular y detallista George Pérez ... Peter David entra a formar parte de ese grupo selecto e insuperable de autores" (enlace)

"David escribe una historia trepidante ... Un guión muy bueno y una resolución fantástica. Pérez está magnífico, como siempre" (enlace)

De verdad que son las tres reseñas que me han salido en el Google. ¡Y yo que siempre he creído que el normal era yo!

Unknown dijo...

Se pueden decir muchas cosas:

"El genio apuntaba maneras"
"Genio y figura desde el paritorio"
"Haciendo amigos desde el patio del recreo"

¡Este es mi chico! ;)