Dos fotos del 5 de agosto:
El 5 de agosto, "Día de las Piraguas", el periódico El Comercio llevaba en primera plana una gran foto con el siguiente pie: Vecinos de Ribadesella y guardias civiles observan el estado en que quedó la furgoneta que arrolló a los jóvenes. En la foto la furgoneta, vecinos consternados y una mancha de sangre de Luismi y su novia.
Me pregunto si la sangre no será un bien suficientemente íntimo como para que lo proteja el artículo 18 de la Constitución. Pero ese es otro tema.
Me asombro de que el alcalde de Ribadesella y el delegado del Gobierno saltaran raudos a los medios con su traje de faena a practicar el control de daños disociando el accidente de la "Fiesta de las Piraguas": pocas palabras o ninguna para lamentar el suceso y condolerse, muchas palabras para evitar que el accidente se asociara a la "Fiesta" en los medios. Me extendería con bastante bilis si no fuera otro tema.
Me causa perplejidad, finalmente, que el 15 de agosto informara la prensa de que en la primera quincena de agosto En Asturias no se registró ninguna víctima mortal por accidente de tráfico (titular de La Nueva España). Ya tenemos 1984 a la vuelta de la esquina; tampoco es el tema.
Por muy constitutivas de escándalo que sean esas tres cosas, el beneficio que unos y otros crean haber rascado haciendo buena la vieja máxima "El muerto al hoyo y el vivo al bollo", todo carece de valor al lado de la magnitud de lo que se ha perdido. Imágenes, declaraciones, cifras, vistas de cerca resulta que son personas y tienen sangre dentro.
Ese es el tema: personas.
Por desgracia yo no soy de esas personas tan abiertas que expresan sus sentimientos más hondos por internet. Con su amabilidad habitual me han de permitir que, sobre el tema en sí, simplemente guarde silencio.
jueves, 21 de septiembre de 2006
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3 comentarios:
Ya que se extraña de las afirmaciones oficiales que no coinciden con la realidad, le recuerdo a Ud. que de Asturias NO se están fugando en masa los universitarios. Definitivamente, matrix existe.
Nosotros somos dos ejemplos palpables de que eso no es más que una leyenda urbana.
Además, en el caso hipotético de que se fuera alguien, serían los más paquetes y estamos mejor sin ellos.
Sólo los más adaptados prevalecen.
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