miércoles, 5 de julio de 2006

Mi entrada para la Pedropedia

El mundo es un sitio muy raro pero está ahí, y da la casualidad de que uno también está ahí.

Una de las cosas del mundo que me infunden mucho respeto es la Wikipedia. La conocí hace siete años, cuando era básicamente el proyecto de un finlandés (creo recordar) loco sin ningún tipo de soporte económico externo, y el tipo te contaba en una página los discos duros que se había comprado de su propio bolsillo, y unos servidores tal y cual, el ritmo al que crecía la criatura y te decía: "Por favor, mándame dinero. Si consiguiera tantos dólares, a este ritmo de crecimiento podría mantener la Wikipedia durante tres meses, si consiguiera tantos dólares, un año..."

La idea de una enciclopedia en la que el primero que llegara pudiera escribir cualquier cosa (cierta o no) o, peor aún, borrar lo que había almacenado allí, parecía quijotesca hasta el absurdo. Y ya ven, ahora hay yemas wikipédicas en latín, klingon y asturiano-leonés-mirandés (Babel-17 todavía no, Bliss, lo siento).

Aunque muchas veces he encontrado entradas de la Wikipedia sobre temas en los que soy bastante competente, nunca he modificado ni borrado nada por muy equivocado que me pareciera. Una enciclopedia es una cosa seria.

Pues ayer, por pura casualidad, he descubierto que hay múltiples autores españoles o hispanoparlantes de ciencia-ficción o género fantástico en general que tienen su propia entrada en la Wikipedia... al mismo tiempo que es obvio que la han escrito ellos. Lejos de mi intención está el emitir algún juicio moral de este abuso que tiende a convertir algo útil (una enciclopedia) en lo que se llama en inglés "vanity press" (un abuso que, por otra parte, está muy extendido y por supuesto no es privativo de la ciencia-ficción).

Así que me he dicho: yo también voy a escribir mi propia entrada. Pero como he dicho que no la pondría en la Wikipedia, pues la pongo aquí:


Pedro Terán (1976-). Matemático español. Dio sus primeras muestras de inoportunidad al nacer en medio de una huelga de médicos. El estudiante de Medicina presente de mayor edad, no conociendo la diferencia entre el forceps y una ventosa de desatascar retretes, le dejó con la cabeza apepinada y la clavícula derecha rota. Terán se refiere a este suceso diciendo que, al nacer, él "no lloró por capricho, como otros" (esto es mentira, me lo acabo de inventar). El pediatra de la Seguridad Social, casualmente el mismo médico que le había dado de alta, tras su primer (o sea, segundo) examen del bebé se refirió al suceso diciendo que "¿Quién habrá sido el animal que ha dado de alta a este niño con una clavícula rota?".

El primer recuerdo que guarda Terán es de cristales de permanganato potásico diluyéndose en la bañera, pues por alguna razón que declara haber olvidado tenía que bañarse en ese líquido cuando era bebé. Terán decidió aprender a andar a los cuatro meses, a pesar de que no tenía a dónde ir más que de un extremo a otro del sofá. Adquirida la capacidad locomotriz, no tardaría en notar la imperfección intrínseca de la existencia, en hechos como los siguientes:
-Si muerdes un disco ya no suena bien.
-Si te caes de cabeza, te haces daño.
-La "S" y el "5" son dos signos distintos.
-Hay palabras que tienen alguna consonante repetida (esto último le ofendía sobremanera).
El segundo recuerdo de Terán es del día que decidió coger el periódico y aprender a leer
(de todas formas no hablaré de eso porque no procede ponerse hagiográfico en la Pedropedia).

Terán colaboró durante algunos años en publicaciones sobre el mundo del cómic. A esta época se remontan distinciones inhabituales como:
-Haber dirigido el programa de radio "Dentro de la Viñeta", que ha sido reiteradamente acusado de no existir (al punto que Terán se acostumbró a la rutina de guardar todas las pruebas documentales de su existencia).
-Haber maquetado un número de una publicación, "Dentro de la Viñeta: Crónicas del Noveno Arte" que ha sido sometida a una campaña orwelliana para eliminar todo rastro de su existencia. Ver aquí una ficha de la publicación convertida en humilde homenaje a 1984.
-Haberse eliminado su entrada del Diccionario de Uso de la Historieta Española (aparece en la primera edición y desaparece en la segunda; aunque no está establecido ningún vínculo con lo anterior, esa entrada decía: "Terán, Pedro. Véase Dentro de la Viñeta")
Aparte de eso, su mayor logro fue cuando publicaron un malo malísimo relato suyo en el fanzine MRRol, como había confianza el editor terminó admitiendo que quería publicarlo porque no recibía ningún relato "y así la gente dirá: vaya mierda, yo puedo hacerlo mucho mejor".
(Qué majo que era, este es el Miguel del que se habla en una entrada anterior)

A los 23 años Terán decidió dejar de escribir relatos poseído por la convicción de que aprendería a escribir mucho más rápido si no escribía nada. Desde entonces su actividad literaria se centra en la escritura de trabajos matemáticos, y colecciona informes que contengan las frases "We have determined that this journal is not an appropriate outlet for your paper", "I cannot understand why the paper was submitted to this journal" y sus variantes, o bien "The paper is very well written", "The paper is carefully written" y sus variantes. Afirma no saber cuál de las dos actitudes es peor (o sea, si "¿Me hablas a mí?" o "Eres muy simpático").

Terán está entre los autores cuya primera obra sigue atrayendo la mayor atención del público general. Hay un reconocimiento entre todos sus conocidos de que el punto culminante de su primer artículo, y de toda su obra posterior, es el siguiente:




Nunca ha sido capaz de volver a acumular juntos tantos paréntesis y de igual tamaño, con el entusiasmo colectivo que conllevan.

Podemos considerar con seguridad a Terán como un autor acabado, e interesante ya sólo en círculos esotéricos. En un torpe intento de recuperar popularidad mediática, dedicó uno de sus trabajos recientes a las víctimas del 11-M, sin embargo ningún medio de comunicación se puso en contacto con él, y "Lo + Plus" tampoco. Algunos creen que su próximo movimiento podría ser ingresar en la iglesia de la Cienciología.

Más allá de tales veleidades, Terán es un personaje de moral cuando menos poco clara. Está confirmado que:
-Fue amenazado de muerte por una reseña musical del grupo Guns n' Roses, pero logró escapar.
-No creía que España pudiese ganar el Mundial.
-Cuando estuvo de becario en una empresa, durante tres meses entregó en el comedor fotocopias del bono del primer día para comer gratis.
-Estaba en Madrid cuando ardió el Windsor.
-Fue profesor de sus antiguos compañeros que no habían aprobado.
-Su sexismo llega al punto de serle indiferente la expresión vulgar "tocarse los huevos" pero no acostumbrarse a la frase favorita de su señora hermana: "arrascarse la fañagüeta".

Tiene la extraña afición de proferir frases que comienzan "El mundo es un sitio..." o "El mundo, ese lugar..." como si no fuera ampliamente conocido que el mundo es un sitio y un lugar. Otra de sus aficiones más inexplicables es no estar presente cuando alguien intenta entregarle un premio con toda la buena voluntad.

Sus frases favoritas son "Siempre se puede caer más bajo" y "De donde no hay, no se puede sacar", pese a lo cual se considera un optimista. A lo largo de su vida, Terán ha sido calificado de: tonto, bailarina, raro, antipático, acólito, americano, maleducado, misógino y troll
(y eso de memoria, si rebusco seguro que salen muchas más).

En suma, Pedro Terán está en el mundo porque tiene que haber de todo.


Huelga decir que si alguien más quiere escribir su entrada para la Pedropedia, la reproduciré con mucho gusto.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Te falta la relación poco clara de paternidad futurible con el (localmente famoso) tipo con más mala suerte del mundo.
Por lo demás un compendio muy completo. Una pena que no puedas colgar algún extracto del video de la promoción del pequeño T. Es un buen ejemplo de la diferencia entre criaturas genéricas en plena evolución y un ser pluricelular de ideas firmemente asentadas.

Propongo una entrada explicando las importantes diferencias entre el razonamiento T y el sentir popular (que no sentido común).

Anónimo dijo...

Algunas de las leyes T sobre el funcionamiento del mundo:

1.-Siempre se puede caer más bajo
2.-De donde no hay, no se puede sacar
3.-Cuando la mierda es mucha, huele mal
4.-Todos iban y venían y nadie me dió nada.

(...)

Pedro Terán dijo...

Bueno, pero la 3 y la 4 nunca las he dicho yo.

Lo del vídeo de la promoción, no sé. A mí no me parece que la diferencia se note tanto.

Unknown dijo...

LA “PEDROPEDIA” O DE CÓMO SE GESTÓ LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DE LA JUVENTUD EN 20 TOMOS.

Es siempre un orgullo ser testigo del nacimiento de un gran proyecto, como es el caso que nos ocupa. La Pedropedia, que como su propio nombre indica, es el tratado destinado a la educación de los seres que tienen la cabeza más dura que una piedra, está llamada a formar parte de la “Memoria Histórica” que con gran acierto las autoridades competentes han venido a dedicar este año de nuestro señor 2006.

¿Y cuál es el motivo por el que su autor, D. Pedro Terán, vecino de este municipio, ha querido regalar esta obra a sus congéneres? Interrogado su más estrecho círculo de colaboradores, la respuesta parece clara: si a él se le pudo encarrilar, todos podemos serlo también.

La tarea fue colosal: desde su mismo nacimiento el pequeño Pedro mostró su falta de habilidades para llevar una vida normal. Infecto (*), discófago, disléxico, de tendencias suicidas y rasgos nítidamente machistas y sicóticos (recordemos el episodio en el que le tienen que bajar de la lámpara entre cinco personas, a la que se subió desesperado por no haber podido encontrar las zapatillas) Pedro convirtió la vida de su familia en una carrera de fondo en contra del tiempo, que por lento que discurriese, no hacía sino empeorar su perfil pétreo. El golpe de gracia se lo dio cuando les comunicó su intención de convertirse en matemático, para lo cual pergeñó una carrera tendente a las “artes” que terminó por convencer a su familia de la necesidad de tomar cartas en el asunto.

El resultado fue superior al esperado, y prueba de ello son las páginas de esa obra imponente que no debe faltar en la biblioteca de los padres de este país. Compren la “Pedropedia” y encarrilen a sus hijos en el buen hacer de una vida normal; aburrida, sí, pero normal.


(*) En realidad no lo era, pero su adición a mascar los cristales de permanganato potásico era tal, que sólo consiguió satisfacerla haciendo creer a su madre (santa madre) que pasaba las tardes en la piara del vecino.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Una entrada ilustrativa pero es evidente que aún falta experiencia. Por poner un ejemplo, en las respuestas a los trabajos de matemáticas aún le falta un clásico del que yo atesoro media docena: "Unfortunately ..." (lo que venga detrás es irrelevante) por no citar el de "All the referees have rejected..."

Pedro Terán dijo...

Bliss: ¿Por qué me llamas discófago cuando yo siempre he sido discóvoro, como el discóvoro de Rodin?

Angel: Pero esas no las colecciono, me las tomo con más filosofía que las otras.

(Qué gran verdad es lo de que "lo que venga detrás es irrelevante")

Unknown dijo...

Disculpa el insulto, Petrus, pero es la influencia de Harry Potter ;-) Rodin me pilla algo más lejos...

Anónimo dijo...

no olvidarse de que le preocupa lo de sus zapatillas