Ay, qué asco

Como estoy griposo total, esta mañana he estado haciendo zapping entre la COPE y la SER. Normalmente intento evitar el riesgo de tensiones irresistibles en el espacio-tiempo que podrían causar el fin del universo, la implosión de mi apartamento en un agujero negro o algo parecido. Pero, claro, en estado griposo uno no piensa claramente.

Si uno oye la COPE, España está al borde de la guerra civil. Cataluña va a independizarse pasado mañana (es "un país que ha cortado ya toda relación con España") y el gobierno no desea otra cosa que "rendirse a los terroristas". Para un rato está divertido; pero termina dándome pena de la gente que piensa que Jiménez Losantos cree en algo de lo que dice.

Si uno oye la SER, lo importante es aclarar por qué esos tres del Constitucional han cambiado el sentido de su voto en el tema ese del señor ese. Lo más triste de la cosa es que lo que ha dado en llamarse "la escenificación" campa a sus anchas. Le pregunta Francino a la pobre Soraya, que la tienen haciendo bolos por las radios a ver si se espabila un poco, que por qué esos tres magistrados habían cambiado de voto. Y ella, en vez de replicar toda ofendida que a mí por qué me pregunta por qué votan así o asá en el Constitucional, coge su guión y lee: que, claro, era por las pruebas que había reclamado el Partido Popular como p.ej. la factura del famoso estudio emitida por la Generalidad. Y ahí acabó la escenificación: ni Francino le replicó que no serían pruebas tan determinantes cuando no convencieron a los otros cinco, ni ella intentó "hipotizar", que se dice ahora, sobre por qué cinco magistrados del Constitucional harían caso omiso de pruebas determinantes. O sea que acabamos igual: seguro que hay gente que se cree que todo esto no es teatro.

La pena es que no haya una radio para Llamazares, porque eso sí que sería gracioso.