lunes, 21 de enero de 2013

Divagación de hoy

El tema del dopaje es como las antiguas fotos en blanco y negro de los periódicos: cuando más acercaba uno la vista, más parecían un entramado aleatorio de puntos y pegotes.

Si lo miras desde muy lejos, puede parecer que el discurso público sobre el dopaje tiene sentido e incluso que la mayor parte de lo que se dice tiene mucha lógica; pero, cuanto más te acercas, menos asideros ciertos te van quedando, hasta que parece que flotas en el espacio sin saber dónde está el arriba y el abajo.

En el Tour de 2006 (un año cogido al azar) se hicieron 3657'1 km, y el ganador aventajó al segundo clasificado en 57 segundos. Eso quiere decir que la ventaja fue por pedalear, en media, 12 centímetros por minuto más rápido, una diferencia que está en el rango de velocidad de un caracol. Es muy difícil justificar qué clase de interés real puede tener que ganase uno u otro, cuando el ganador completó el recorrido un 0'018% más rápido que el segundo.

Partiendo de aquí, parece claro que los competidores por el triunfo tienen algún tipo de personalidad especial con una inseguridad profunda por la que les importa si ellos son el que es un 0'018% más rápido o el que es un 0'018% más lento. Seguro que en su vida diaria no les importa que, si dejan la luz encendida mientras van al baño, van a pagar mucho más de un 0'018% más en la factura de la luz; o que, si descuidan cambiar de marcha en el instante óptimo, su coche va a consumir mucho más de un 0'018% más de gasolina.

Por otra parte, sabemos que los tiempos de llegada a meta en cada etapa no son los reales, sino que se ven afectados por las "bonificaciones", consistentes en que se finge que los primeros clasificados de la etapa han llegado unos segundos antes de lo que realmente lo han hecho. Además, el primero de un grupo de corredores marca el tiempo para todo el grupo. Es decir, el tiempo del ganador no es lo que tardó en completar el recorrido de la prueba, sino la suma de los tiempos de etapa de los corredores que entraron los primeros del grupo en el que iba, una vez descontadas las bonificaciones que obtuvo por su posición en la etapa.

El que alguien quede el primero en tal clasificación es una anécdota, pues las distorsiones introducidas por la "letra pequeña" de la reglamentación son muy superiores a esos 57 segundos de diferencia. Es cierto que las reglas son así y están escritas en un papel; pero es cierto que las reglas no hacen el menor intento de garantizar que el ciclista que haga el recorrido en menos tiempo va a ser declarado ganador.

De hecho, en el Tour de 2006 aún se aplicó letra pequeña adicional, por la que se desposeyó al ganador de su laurel para gran tribulación de la comunidad mormona de la que era originario (ya me imagino a algunos: "Niños, tanto el tío Floyd, el tío Floyd, y ya os lo decía yo: el que se va de aquí, es que es un quinqui").

El título de vencedor recayó entonces en el segundo clasificado, de quien Le Monde había publicado entretanto que había dado dos positivos por salbutamol (o sea, en lenguaje de la calle, Ventolín).

Pero, bueno, ahí sigue con su maillot amarillo en casa, porque la letra pequeña de la letra pequeña dice que, si un corredor es asmático, puede tomar 1600 microgramos de salbutamol al día.

(El tercer clasificado de ese Tour estuvo envuelto ese mismo año en un escándalo de transfusiones de sangre. Y ese es uno de los años limpios del Tour en los últimos tiempos: solo uno de los once primeros clasificados en 2005 se ha mantenido fuera de, como poco, la sospecha de dopaje.)

El locutor de un programa radiofónico nocturno decía el otro día: "Armstrong no era un campeón, era una persona que tomaba sustancias que aumentan el rendimiento". La falta de finura de este razonamiento es alarmante aunque típica. ¿No aplicamos el mismo rasero a Pereiro y a Induráin (salbutamol), a Delgado (probenecid), o a Contador (clembuterol)? No, en caso de bandera rojigualda tomar sustancias que aumentan el rendimiento (o bien, como dice la Wikipedia, "El probenecid es capaz de inhibir por completo la excreción renal de ciertas drogas") no tiene nada que ver con "ser un campeón" o no serlo.

A mí me llama la atención el caso de un gran amigo mío, ciclista en su adolescencia, capaz de defender a Delgado por el tecnicismo de que "el probenecid estaba prohibido por el COI pero no por la Unión Ciclista Internacional". Que lo diga Delgado, pues bueno, no se va a quedar callado con la mirada ausente cuando le saquen el tema. Pero, si vamos al tecnicismo, también nos tendrá que parecer bien que los bancos encajaran preferentes a clientes de 80 años, pues al fin y al cabo estos firmaron libremente un documento diciendo que un experto en gestión de riesgos había venido a explicarles lo que eran. Ah, que no, el tecnicismo tampoco vale siempre, es unas veces sí y otras no.

Ay, como siempre, todavía no he llegado a nada de lo que pensaba decir.

En todo caso, lo sorprendente sería que los maillots amarillos de Armstrong se los dieran a los que quedaron segundos.

1999, Alex Zülle (admitió haber usado EPO durante cuatro años después de protestar vehementemente contra la famosa inspección anal que le practicó un policía).

2000, 2001 y 2003, Jan Ullrich (pagó al estado alemán una sanción de 250 000 € a cambio de que se cerrara una investigación, y fue finalmente desposeído en 2012 de todos sus títulos desde 2005, no así de su oro olímpico anterior).

2004, Andreas Klöden (en 2009 una comisión concluyó que había practicado la autotransfusión durante el Tour de 2006).

2005, Ivan Basso (suspendido dos años tras ser pillado en 2007 "planeando" doparse).

Queda Joseba Beloki en el 2002, del que no se ha demostrado nada, aunque sea de una forma de lo menos halagüeña:
Joseba Beloki fue identificado por la Guardia Civil como el ciclista tras los nombres en clave JB y Blk, además de figurar su nombre completo en los manuscritos de Fuentes. En ... el Documento 28 referido a Joseba Beloki, figuraban anotaciones de HMG-LEPORI, IGF-1, parches de testosterona, hormona de crecimiento, EPO y anabolizantes en coordinación con la programación de extracciones y reposiciones sanguíneas, según detallaba la Guardia Civil en su informe al juez.

... la investigación del juez Serrano se centraba en un presunto delito contra la salud pública, no en la trama de dopaje, que no fue investigada por el juez al no ser el dopaje delito en España en ese momento ... el juez Serrano se negó (salvo excepciones) a que las pruebas acumuladas por la Guardia Civil (bolsas sanguíneas, documentos, grabaciones de vídeo y audio) fueran facilitadas a organismos deportivos internacionales (UCI, AMA) para estudiar las pruebas e imponer en caso de estimarlo oportuno las sanciones deportivas pertinentes.

Y al final la (una) pregunta es si es muy malo que Armstrong, después de vencer al cáncer de testículos, venciera también a esta panda.

5 comentarios:

Sr. R dijo...

La comparacion de los tiempos con la factura de la luz no me vale. Prueba a hacerla con los sueldos. El 0.018% de 20000 euros es 3.60, con las correspondientes distorsiones inducidas por los impuestos. Aqui donde vivo, por 3.60 al anno, alguno era capaz de empezar una guerra

Carlos Garrido dijo...

Interesante. Lo qu eme resulta cuanto menos llamativo es que lo squen día sí y día también, y cada día con un supuesto experto diferente diciendo cosas bastante poco finas o directamente insultando al señor. Hoy, sin ir más lejos, escuché accidentalmente (lo evito siempre que puedo, lo juro) una tertulia que llevaba mi madre en la radio, en la cual decía que si un señor gana 4 veces seguidas un tour, o cualquier cosa, está claro que está haciendo trampas. Y de ahí pasaba a decir que X partido en andalucía estaba en ese caso y por tanto hacía trampas.

Y SE QUEDABA TAN ANCHO!!! Y así va la vida, con "intelectuales" subnormales nos hemos topao.

James Waddington dijo...

Es verdad. El 0.018% no es nada. Pero la comedia humana, de que de la comedia humana?

Pedro Terán dijo...

Sr. R: Es lo que pasa cuando hay más jefes que trabajadores, nadie tiene suficiente espacio en la pecera.

Arke: La radio, la radio... Seguro que en algún momento de la historia tuvo algún poder educativo.

Pedro Terán dijo...

James: Sure, anyway I see the 0'018% as the foundational point of your novel. I'm not sure it would work if the 'natural' margins between pro cyclists were not very close. That's what lets you gravitate so strongly towards the gloria mundi aspect of cycling and brings to the forefront the question what one could be willing to give up to be the one 0'018% above the others. I'm not sure all the grotesque theme would mash up correctly otherwise.

I don't know if I'm making sense :S


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