Para la comprensión de esta anécdota, es importante conocer que mi alemán se reduce a kartoffelsalat, zitronentorten y tres o cuatro palabras más.
También es relevante conocer que en Berna se habla alemán y que ja significa "sí".
Estaba yo en Berna, en una librería llamada Jäggi, que está en los bajos de un centro comercial llamado Loeb, me acerco al mostrador y pongo encima un ejemplar de El enfermo imaginario en francés (un librito minúsculo) y una guía de idioma para viajes, de finlandés. (En cuanto la vi, me dije: "Si algún día aprendo finlandés, la podré usar como guía de alemán".)
Total, que los pongo en el mostrador y la librera, una mujer de mediana edad con gafas y aspecto sofisticado, los mira reflexivamente, me sonríe, y me habla tal que así:
-????? ??????????? ???? ? ?????? ?????????? ??????? ???????? ??? ????? ????????????????? ?? ??? ????? ??????? ??????? ?? ??? ? ????? ???? ????? ???????.
Y yo sonrío, asiento con la cabeza y le digo:
-Ja, ja.
Y pago y me voy.
Reseña de Vecovurt, de Alba Ramírez Guijarro
Hace 9 horas
3 comentarios:
Ja, ja, ja.
:P
Also sprach Blissathustra!
:p
La típica cagada del extranjero:
Pregunta: ¿Qué hora tienes?
Respuesta: Sí, sí
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