jueves, 16 de marzo de 2006

Se busca interpretador

Normalmente no me acuerdo de los sueños que tengo... salvo que sean decididamente raros. Ayer soñé con extraterrestres. Estaba yo en un valle, que a la vez estaba en el pueblo de mi hermano aunque la forma del valle era distinta, y hete aquí que en el fondo del valle aparece un gran charco de una materia semilíquida y pseudometálica. Nadie sabe lo que es, pero finalmente me digo: Está muy claro, aquí ha caído una nave alienígena hecha de algún material alienígena, y con el impacto se ha vaporizado y se ha convertido en un charco. Por supuesto no había cráter ni signos de impacto ninguno, pero en los sueños uno está convencido de las cosas sin necesidad de pruebas coherentes.

El caso es que ahí me ponía yo, junto con otras personas que no recuerdo quiénes eran, a investigar (tampoco está claro qué había que investigar, puesto que la nave había quedado vaporizada y convertida en un charco; lo coherente sería que yo, en mi papel onírico de líder científico del pueblo, tomara muestras de esa sustancia para analizarlas, pero lo que hice fue decir que había que esperar a la noche para salir con linternas a investigar en profundidad).

Al cabo de cierto tiempo de investigación, que consistía fundamentalmente en ir de aquí para allá con las linternas, fuimos adquiriendo la convicción de que la nave alienígena estaba de alguna forma muy relacionada con las vacas que pastaban en el valle (que eran, por supuesto, las vacas de mi hermano). Las vacas eran las que tenían la solución al misterio de por qué se había estrellado la nave alienígena.

Por lo tanto, nos dirigimos con las linternas a buscar el sitio donde las vacas estuvieran durmiendo. A las vacas no les hizo mucha gracia que las despertáramos y visiblemente no entendían por qué nos poníamos a examinarlas (no sé para qué, supongo que para saber si eran vacas abducidas). Entonces fue cuando miré hacia arriba y descubrí que ya no estábamos a cielo abierto (estas incoherencias ocurren de vez en cuando) sino en una especie de galería con un techo arcilloso. Mientras los otros seguían examinando, yo me di cuenta de que había una irregularidad en el techo que se parecía a una pata de vaca. La miré con cuidado, y casi me había dicho a mí mismo "¡Qué extraño!" cuando noté que otra protuberancia del techo era asombrosamente parecida a un morro de vaca.

Este nuevo misterio me sobresaltó: ¿qué explicación podían tener esas formas? Pedí la linterna a uno de mis compañeros y cuál no sería mi sorpresa al comprobar que realmente era una pata de vaca y un morro de vaca. ¿Qué hacía una vaca en el techo y, más importante, qué relación guardaba con los extraterrestres? Poco a poco fuimos descubriendo que en realidad había varias vacas dentro del techo. Entonces "me acordé" de que hacía un tiempo a mi hermano se le habían muerto varias vacas de repente (digo que "me acordé" porque en la realidad eso no ha pasado nunca), quizás cuatro vacas, y no sabíamos por qué.

Ahora todo estaba claro: los extraterrestres debían de ser los culpables de la muerte de las vacas, con la pena y el quebranto económico que nos había causado a toda la familia y lo que había llorado mi madre; me imaginé a mi hermano y mi padre arrojando a una fosa los cuatro cadáveres -la fosa debía de estar, pensé, justo encima de nosotros- y luego éstos hundiéndose lentamente en el suelo (ya que las vacas son más densas que la tierra del suelo, un principio científico sólido).

Menos mal que hemos descubierto las vacas, pensé. Si no, cualquier día alguien va paseando por este camino (ahora ya no era una galería sino un camino) y de repente le cae una vaca en la cabeza y lo mata.

En fin... el sueño siguió mucho más rato pero de lo que me acordé al despertarme fue de esa imagen: las vacas hundiéndose en el suelo por efecto de la densidad y luego cayéndole a alguien en la cabeza.

¿Cómo se pueden tener ideas tan raras?

2 comentarios:

James Waddington dijo...

Sheep down holes, cows annihilated by extraterrestrials - and you're still trying to convince yourself that this is just your imagination?

Pedro Terán dijo...

If one day I dream of evil trees, I'll let you know. That might well be the missing link.