miércoles, 18 de noviembre de 2009

Sinérgicos acontecimientos y abscesos de libertad

Ya está en sus pantallas el nuevo número de Hélice: reflexiones críticas sobre ficción especulativa. La cota autoparódica alcanzada no ha de decepcionar a ninguno de sus seguidores. Tras el desliz cometido al publicar un interesantísimo artículo de Pablo Capanna en el número anterior, algunos se temían el inicio de la decadencia de Hélice. Pero es gran verdad que "Siempre se puede caer más bajo"; esos, o bien no conocían el adagio o no era lo bastante posmoderno y hermenéutico para ellos.


A la altura de este nº12 ya se puede valorar el daño que Hélice ha hecho y seguirá haciendo: enorme. Una escuela de crítica basada en la transcripción de argumentos de barra de bar, con un ínfimo grado de autoexigencia y rigor, servida en lenguaje descuidado y que nadie se ha molestado en revisar, y adulterada con abundante name-dropping y palabros uyuyuyantes de significado las más de las veces imaginario, para autoconsumo de frikis acomplejados que, de tanto repetirse que Blade Runner es un profundo tratado sobre el alma humana, han acabado creyéndoselo.


Eso sí, que no falte el autocalificarnos como "expertos de reconocido prestigio", a ver si alguien se lo cree, o promover "los" premios de "la" crítica. Y es que esto es como el chiste de "¿Cómo hacer que las chicas vayan detrás de ti? Ir tú delante".

Vayamos nosotros delante, que lemmings hay de sobra.

5 comentarios:

Pedro Terán dijo...

Aquí pueden contrastar el análogo lemmingiano de esta entrada.

Que no se diga que sólo contamos una cara de la noticia :)

Fernando Angel Moreno dijo...

Gracias por leer Hélice número tras número.

Pedro Terán dijo...

De nada, majo. Espero no haber propuesto una teoría del lenguaje inadvertidamente en la entrada.

Pedro Terán dijo...

A todo esto, ¿hay mucha diferencia hay entre esta versión de tu artículo y la que ya habías publicado hace un tiempo?

Fernando Angel Moreno dijo...

Sí, que la otra la retiré de allí porque el tipo no había oído aquello de "Qué atrevida es la ignorancia" y me daba pena que no pudierais disfrutarla. La habían copiado también en alguna web sin revisión ni permiso por mi parte, así que (animado por quienes la conocían) preferí sacarla en un sitio de confianza. Y en nuestra propia revista tengo confianza. Jo, qué ilusión hace tanto seguimiento. Hélice, mis escritos... Me emociona. Gracias de nuevo.