Juantártida. Juan se atrevió a contar el chiste de "El arte es morirte de frío". Por toda respuesta, sus compañeros le arrojaron fuera de la base en medio de una terrible ventisca. La cara de Juan en la nieve sí que tuvo gracia.
Manolito. La aparición del manolito siempre es un presagio ominoso. Sin ir más lejos, en la prehistoria estaban unos monos jugando al fútbol cuando, de repente, fueron conscientes del manolito. Uno de ellos cogió un fémur que había por ahí tirado y, hecho un basilisco, se puso a gritar y a repartir a diestro y siniestro. Había nacido el arbitraje.
Payasonia. Esta la dejo propuesta como ejercicio para el lector.
Amor imposible de Josenófobo y Brujulia, El. El cirujano estético Josenófobo creía habitar en el mejor lugar de la Tierra. Los celos lo conquistaron cuando su novia Brujulia, toda ansias insatisfechas de ver mundo, se marchó de viaje con el apuesto Extranjerónimo. A su regreso, Josenófobo le dijo: "Ven que te pongo unas peras nuevas"; pero al despertar y mirarse al espejo, Brujulia descubrió que su (ex)novio era un cabrón y le había puesto un pezón mirando al sur-suroeste y el otro de cara al Golfo de Vizcaya. Por añadidura, Extranjerónimo resultó ser un peligroso islamista radical. Brujulia nunca se ha recuperado de este golpe, y ya no se quita la parte de arriba del bikini en la pisci.
Hermanolito. En la secuela de la película, descubrimos que el manolito tenía un hermanolito en Júpiter. El hermanolito empieza a reproducirse por gemación y sus gemelos se tragan Júpiter en menos de lo que Proust tarda en comerse una magdalena (lo raro sería lo contrario: qué pesao el Proust).
Estherminio con Angelatina. Acosada por el ataque nocturno de los murciélagos vampiros, Esther modeló un gólem con Angelatina Royal (sabor limón) para que la defendiera. Por desgracia, a Esther no se le ocurrió ponerle ojos; pero, aun así, los murciélagos se lo comieron y murieron casi todos por ser diabéticos. Los supervivientes aprendieron el modo de vida capitalista y ahora ven Sábado Dolce Vita y Esther los saca a pasear con una correa.
Rastafary. Pocos saben que el Fary comenzó tocando las maracas en la banda de Bob Marley. Cuando apareció el manolito, el Fary entró en trance y fue entonces que improvisó los inmortales versos:
Viene el manolito, manolito bravo,Acto seguido cogió un fémur que había por ahí tirado y... Ay, no quiero ni acordarme.
que tiene botines y no va descalzo.
5 comentarios:
Muy buena entrada. Una puntualización:
A los monos que encontraron el manolito les dio igual este hallazgo; de hecho, se encogieron de hombres.
Otra más:
Pedrochota, el nombre lo dice todo
Algo me dice que en una de las múltiples habilidades de tu hermano está el origen de todo esto. ¿Me equivoco?
Me parece que esto va a necesitar una espacio aparte en la "Pedropedia" ¿no te lo ha mencionado tu biógrafo?
:D:D:D
Empiezo aclarando que no conozco a ninguna Sonia (por si acaso).
Enrique: Gracias.
Borjano: Ya hablaremos, ya.
Sr.R: Pues no se ocurrió a partir de ahí, no.
Bliss: Gracias por los :D:D:D
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