sábado, 29 de abril de 2006

Ya tardaba

Ya tardaba en salir. Lo que más a menudo cuento de mí mismo es mi exagerada falta de memoria visual. De hecho, lo hago a la menor excusa. Llevo desde que empecé el blog con ganas de contarlo, pero me dije: "Eso es como enseñar un muñón en una taberna, va a ser más digno que no lo haga hasta que alguien me dé una razón".

O sea, algo así como: ¡Hey, Jack, ven aquí y enséñanos tu muñón!

Es altamente probable que mi falta de memoria visual esté ligada a mi miopía. No se sabe cuándo empecé a desarrollarla, pero para cuando la detectamos yo ya tenía cinco años y 2,25 dioptrías en un ojo y 2,75 en el otro. Es plausible que el haber vivido, quizá durante años, en un mundo borroso haya tenido bastante culpa.

En cualquier caso, yo continué con mi vida durante muchos años inconsciente de que tenía poca memoria visual: me parecía lo normal. Específicamente, nunca imaginé que la memoria visual existiera y mucho menos me percaté de que otros tuvieran más que yo.

Pero en el último curso de colegio (a los 13 años) la psicóloga del centro nos pasó una batería de tests a los que quisimos pagar por ella. La prueba de memoria visual era un dibujo de una locomotora en una hoja de lectura óptica de estas que están llenas de corchetes.

Había veinte marcas sobre el dibujo, que debíamos mirar con atención durante un minuto. A los diez segundos yo ya me había cansado y tenía esa parte del cerebro totalmente saturada; supongo que habrá gente capaz de mirar algo durante un minuto. Durante el resto del tiempo intenté volver a mirar, pero la verdad es que ya tenía el cerebro lleno y sólo puede verlo.

Luego tuvimos que volver a poner las marcas en su sitio, sobre el dibujo. Una la puse con total seguridad; dos o tres, con bastante convicción; las dieciséis restantes... hice lo que pude, aunque para cuando me faltaban cinco o seis ya era obvio que la estructura de mis marcas no guardaba relación alguna con la original. Las últimas las puse al azar, en las zonas donde menos había.

El resultado, en números, fue que obtuve el percentil 4, lo que quiere decir que según los estudios de validación del test mi puntuación está por encima de las del 4% de la población y por debajo de las del 96%. En otras palabras, 24 de cada 25 personas tendrían más memoria visual que yo.

Este es uno de los valores estrella de mi batería, junto con un test de vocación profesional en el que puntué 2 sobre 20 en "Profesiones asistenciales", con la simpática apostilla de la psicóloga: Las profesiones que implican ayuda a los demás le merecen insignificante interés. Asistente social, bibliotecario, sacerdote, cirujano... la verdad es que no entiendo de dónde sacó esos dos puntos (según el test, yo quería ser científico, luego escritor y luego músico, lo que ha resultado sorprendentemente certero pues sigo en las mismas).

A los 16 años pasé un nuevo test. En este saqué un percentil 25, pero no era puramente de memoria visual: te mostraban unas vistas de una casa y tenías que responder dónde estaban determinados objetos. Como está claro que la lámpara no estaba encima de la cama, aun siendo 25 una puntuación fuera de la normalidad, es una sobrestimación de mi verdadera memoria.

Conozco personas que creen que todo esto es que, como dicen en las películas, "se ha cometido un terrible error" y yo tengo una memoria visual excelente o hasta asombrosa.

Pero yo, que estuve en la catedral de St.Etienne en Toulouse un lunes, y el jueves volví y comprobé que nada era como yo lo recordaba (lo poco que recordaba), y que volví de una estancia de doce días en Berna con cinco vistas idénticas del centro desde la terraza de la facultad de ciencias, sé la verdad. Y me la tomo a cachondeo, que es la mejor forma.

Además, aunque haya estado muchas veces en un sitio, siempre es tan interesante como si fuera la primera vez. Alguna ventaja tenía que tener.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Prefiero creer que los test se equivocan. Es más que nada un pensamiento egoista, habida cuenta de que en mi único test de inteligencia salí subnormal.

En cuanto a la memoria visual, en mi caso es miopía_generalizada. Vamos, que veo lo mismo con gafas que sin ellas.

Creo que hacemos un buen equipo. ¿Hace una Grolsch para celebrarlo?

James Waddington dijo...

Visual memory is perhaps not the worst to be lacking. I have no spatial memory - not in the sense that I can't for instance rotate 3-D shapes in my head, but in knowing where things actually are. Yesterday I was explaining the shape of the house (an old mill building) to a friend. Suddenly I was puzzled. I pointed to a wall and asked my wife, "Surely the bedroom above can't be that small."
"What do you mean?"
"Well.." I gestured at a small space inside the front door, "that wall..." (I assumed the bedroom was the same size as the space I was looking at).
"And," she said, "what is beyond that wall?"
"The house next door," I said (with that "of course, do you take me for an idiot?" intonation.)
"Well, go and have a look," she said.
"What, next door?"
"No," she said, "into your study."
I didn't have to. At that point I remembered that in my study, where I am sitting now and sit a substantial part of the day, is a sort of anomalous stone platform to my right where I keep my two road bikes (and of which I have a photo somewhere in my blog). It is where I gaze absently when nothing else is going on in my brain - that is, a lot of the time. And yet in explaining to my friend the layout of our house, in which we have lived for sixteen years, I had entirely forgotten about this 1.5 metre wide platform, and subjected our spare room to a procrustean fate, cutting 1.5 metres from it's length.
My wife gave me that look... those who have been together a long time know the one. Not despair, exactly, and, you hope, tinged with affection.

Pedro Terán dijo...

Sr. R: Desde luego, si aprobar Estadística II por parciales es un test de algo, los tests no son muy fiables. Pero en mi caso sabes bien que es así. Tengo un montón de fotos de un edificio con forma de barco para probarlo.

Jago: I know what you're talking about. When I'm upstairs in my brother's house I have severe problems figuring out what's directly beneath me. And my answer is always wrong.

My spatial intuition about buildings contradicts even the simplest facts, e.g. toilet rooms being always atop one another.

Anónimo dijo...

Sé que es cierto. Por otra parte, el argumento de Estadistica II por parciales se me antoja incontestable.
Sr.T 1-Sr.R 0