martes, 15 de mayo de 2012

Más vale pájaro en mano

El otro día comíamos con mis padres y surgió la siguiente anécdota.


ACTO I

Empresa distribuidora de energía eléctrica. Llega uno de los ingenieros a hablar con mi padre.

-Oye, ha llamado la directora general de la empresa Tal muy enfadada, y me dice que tienen cortes de tensión casi todos los días y que qué pasa.

-Qué tienen, ¿muchos microcortes?

-Sí.

-¿A primera hora de la mañana y al final de la tarde?

-Sí, eso.

-Eso son los estorninos, que bajan del monte.

-... ... Hombre, Pedro, yo soy nuevo en la empresa pero ya tengo 35 años, no creas tú que me vas a hacer la novatada y que voy a llamar a esa mujer y decirle que los cortes que tiene son los estorninos...

-Bueno, pues eso es lo que te puedo decir.

-Venga, cuál es la causa de verdad.

-Los estorninos.

-Vale, si no me lo quieres decir, llama tú a Tal y cuéntaselo a ellos.


ACTO II

Mismos protagonistas, más tarde.

-¿Pero estás loco? Me ha vuelto a llamar la directora general de Tal, de bastante malas maneras, cómo se te ocurre decirles que los estorninos, te has vuelto loco, que no ves el problema que has creado, y si ahora nos llevan a juicio por los daños qué, porque blablaBLAWARGFHJASKFJADUFJERGHHHhh...

Vamos, rapapolvo total.

-Así que le he dicho que vamos a hacer una investigación detallada para averiguar la causa de los cortes. Ya sabes lo que te toca: a investigar, y luego a redactar un informe completo.


ACTO III

Mi padre llama por teléfono a una de las brigadas de averías.

-Oye, Fulano, qué tal.

-Coño, qué pasa, Pedro.

-¿Vosotros estáis en la zona de tal, cerca de las líneas de alta que alimentan a la empresa Tal?

-Sí, sí, estamos como a veinte minutos de allí.

-Bueno, id hasta una de las columnas de alta. Allí miráis por los alrededores de la base de la columna, y me cogéis ocho o diez estorninos muertos.

-¿Estorninos?

-Sí, vosotros id allí y mirad si hay estorninos muertos debajo de la columna.

Un rato después, le vuelven a llamar.

-Qué, ¿ya habéis llegado?

-Sí, sí. Hostia, Pedro, aquí debajo de la línea hay estorninos fritos como para dar de comer a toda la empresa.

-Qué hay, ¿muchos?

-¡Cientos, miles! ¿Qué hacemos con ellos, los retiramos?

-No, nada, traedme unos cuantos, yo qué sé, media docena, una docena, los que veáis.


CONCLUSIÓN

Mi padre cogió un sobre grande, metió los estorninos dentro, y lo adjuntó al sobre del informe.

Los dos sobres, unidos por un clip, fueron al ingeniero, y luego fueron a la empresa Tal. El texto del informe no hace falta explicarlo...

1 comentario:

Blas Femen dijo...

Muy bueno. Eso habría que hacer en otros ámbitos. Por ejemplo, adjuntando a la papeleta del voto unos cuantos desahuciados por los recortes del pasado.