viernes, 20 de enero de 2012

La evolución, en palabras

Así es el mundo del periodismo: por la tarde se habla de que si el apagón de webs contra la SOPA, y por la noche el cierre de Megaupload -con esa sincronización temporal tan curiosa- hace olvidar a los radicales pro-cultura, supongo que antes o después los llamarán así.

El cierre de Megaupload estaba cantado. Para una empresa que opera en la frontera de la legalidad, amparándose en vacíos legales, salir en los periódicos es lo peor que puede pasar. Y Megaupload y su servicio de streaming hermano Megavideo estaban en el punto de mira mediático. Me sorprendería descubrir que no se había mencionado nunca a Megaupload en Extremadura Hoy, por ejemplo.

Por eso es fascinante que, desde hace al menos 2-3 meses, se hubiera notado un drástico cambio en los hábitos de quienes suben series o películas, habiendo abandonado Megaupload muy claramente. Es decir, que la red ya había reaccionado al cierre de Megaupload antes de que ocurriera.

No solo había reaccionado a la inminencia del cierre, sino que, como voy a explicar, ya venía reaccionando desde tiempo antes al hecho evidente de que antes o después se cerraría Megaupload. Nos dicen que Megaupload era una conspiración criminal contra los derechos de autor, que ha causado daños por 386 millones de dólares a la industria. Que era una de las webs con mayor tráfico del planeta; en algún periódico han dicho que el 4% del tráfico total de la red (una cifra que espero que sea absurda, porque, si no lo es, ¿a qué espera la industria para crear su propio Megaupload?). Que tenía mil millones de usuarios, dos millones y medio en España.

¿Y quién creó ese mastodonte? Pues lo que yo voy a defender es que Megaupload fue creado por la lucha anti-piratería. No que detrás de la empresa Megaupload estén ejecutivos de la Sony o agentes del FBI, sino que detrás del fenómeno Megaupload está una incomprensión profunda de Internet que les ha llevado a poner el fertilizante en el terreno en que ha crecido la empresa.

Para entender esto debemos remontarnos a Rapidshare. Un día, Rapidshare estuvo en el nº1 de los servicios de almacenaje de archivos. Inevitablemente, cuando Rapidshare llegó a los periódicos la lucha anti-piratería se fijó en ellos; o bien, cuando la lucha anti-piratería se fijó en Rapidshare, en las redacciones de los periódicos aprendieron su nombre. Al principio, Rapidshare explicó que cumplía rigurosamente la legislación alemana, y por tanto que lo que dijeran desde EE.UU. les daba lo mismo. Es decir: que los usuarios se comprometían a no subir ficheros de los que no fueran propietarios, y que ellos borraban las cuentas de los usuarios infractores en cuanto las descubrían. Pero, al final, Rapidshare cedió a la presión y prefirió un negocio de un perfil más bajo manteniendo el servicio de almacenaje que daba a empresas, a luchar contra el lobby anti-descargas.

La forma de utilizar un servicio de almacenaje para poner a disposición ajena obras es evidente: Fulanito se crea una cuenta, sube la obra y publica la dirección de la página donde está archivada; todo el que conozca esa información puede acceder a esa página y bajarse el archivo. Rapidshare no inventó ese servicio, simplemente era el más popular.

Y las preguntas que debemos hacernos son tres:
-Qué características tenía el servicio de Rapidshare para ser más popular que la competencia.
-Qué características tenía Megaupload en ese momento.
-Qué ocurrió cuando la inmensa mayoría de las obras alojadas en Rapidshare se desvanecieron en la nada.

¿Por qué Rapidshare era popular? Fácil: la velocidad de descarga era mayor que con la competencia, y el tamaño máximo de los archivos era 200 Mb. Desde el punto de vista de la difusión de música, que era el tema en ese momento, Rapidshare era el alojamiento de elección de un disco largo o en buena calidad. Incluso un episodio de una serie comprimido con una calidad horrorosa cabe en 200 Mb.

¿A pesar de qué era popular Rapidshare? A pesar de que, al ser el servicio con más tráfico, hacía molesto no ser cliente de pago: para bajar, había que esperar un retardo de 2 minutos y tras descargar un archivo estabas hasta 90 minutos sin poder descargar; y para subir, si no eras usuario de pago te borrarían el archivo al cabo de un mes sin ser descargado.

¿Qué ofrecía Megaupload entonces? Una velocidad muchísimo más lenta, un tamaño máximo de 100 Mb por archivo, y un cupo máximo de unos 300 Mb de descarga al día (no siendo cliente de pago). Megaupload era indistinguible de muchísimos otros servicios, no tenía nada de especial. Tenía la ventaja de que, en caso de corte de conectividad, podías reiniciar la descarga justo a continuación, sin esperar hora y media; pero muchos otros ofrecían lo mismo y, aun así, era Rapidshare por un lado y luego todos los demás.

Y la pregunta clave es qué ocurrió cuando se creó artificialmente el vacío de poder, cuando miles de archivos que estaban en Rapidshare fueron borrados casi de un día para otro, dejando la red llena de enlaces apuntando al mensaje "Este archivo ha sido eliminado por violación de los términos de servicio".

Primero, que la gente que había subido esos archivos tuvo que volver a subirlos a otro sitio. Y segundo, que no le pareció agradable porque es un gasto de tiempo, y por eso apareció el modelo de negocio consistente en la subida de archivos a múltiples servicios de almacenaje. Es decir, en lugar de subir el archivo a Fulanit o a Menganit o a Zutanit, aparece la empresa Multiperenganit. Se sube el archivo a Multiperenganit, ves la publicidad que te pone Multiperenganit, y Multiperanganit, de forma automatizada, sube el archivo a Fulanit, a Menganit, y a Zutanit. Multiperenganit te da una dirección donde ya no está el archivo sino (publicidad y) los enlaces a Fulanit, a Menganit, y a Zutanit. ¿Que Fulanit borra el archivo? Ya no hay que preocuparse, sigue estando en Menganit y en Zutanit. Es simplemente otra capa interpuesta con publicidad, a cambio de la comodidad de no tener que subir el archivo a varios servidores personalmente.

Por eso, el que cierren Megaupload, incluso considerando que el volumen de obras subidas ilegalmente es con seguridad muchísimo superior al que tuvo Rapidshare en su día, va a tener un efecto muchísimo menor. Porque todo lo que estaba en Megaupload a través de subidas sistemáticas, está también en Fileserve, o en doce sitios más. Y porque donde antes te darían un enlace al episodio 8 de la 4ª temporada de Fringe, ahora te dan 24 enlaces. En el peor caso el descargador copia los 24 a su gestor de descargas y se olvida del tema, el gestor los prueba uno por uno, y una vez uno funciona ya no intenta descargarlo de los demás.

La disminución del coste del espacio de almacenaje hace que a la amenaza de borrar archivos se responda con la redundancia, almacenándolos en múltiples sitios o incluso en el mismo sitio con cuentas de usuario distintas, lo cual multiplica el volumen de tráfico y multiplica los beneficios de esas empresas, porque de cada archivo hay múltiples empresas que albergan una copia.

Al deshacerse de Rapidshare, crearon las condiciones bajo las cuales los mismos efectos no van a repetirse. La característica principal de la red es la adaptabilidad, y es imposible que funcione la estrategia de "Voy a echar abajo Fulanit, y si luego mi problema es Menganit echaré abajo Menganit, y si luego mi problema pasa a ser Zutanit, echaré abajo Zutanit".

El lobby anti-descargas, por alguna razón que no entiendo, no vio que su mejor amigo era la posición dominante de Rapidshare. Que estábamos todos acostumbrados a usar Rapidshare y, por tanto, la propia gran popularidad de Rapidshare bloqueaba los intentos de otras empresas de hacerse populares invirtiendo para ofrecer mejores condiciones. Al igual que la propia popularidad de Google disuade a cualquiera de invertir para competir con Google en prestaciones, y al igual que, si mañana cerrasen Facebook, habría bofetadas por ofrecer una red social sin los evidentes defectos de Facebook. Ahora da igual que la ofrezcan o no, porque nadie se va a ir de Facebook sin que lo hagan también todos sus amigos.

Así, al quitarse la industria del ocio de enmedio a Rapidshare, Megaupload ganó la batalla por el nº1 por la simple estrategia de correr a ofrecer más que las demás. Aumentó la velocidad y quitó la restricción a 100 Mb, lo que abrió la posibilidad de la descarga directa de episodios de series en buena calidad y de películas, con un solo enlace (antes había que dividir el archivo en trozos, bajárselos independientemente, abrirlos con el compresor y descomprimirlos en un solo archivo; y si eran 9 trozos y resulta que uno estaba borrado, los otros 8 no servían para nada). Aumentó mucho el cupo máximo de descargas diarias, quizá está en 2 Gb o algo así (?) si es que sigue existiendo.

En suma: al acabar la percibida amenaza de Rapidshare a los derechos de autor, lo que se consiguió fue:
a) Multiplicar el tráfico con el que se pretendía acabar.
b) Ofrecer a los usuarios de P2P una alternativa en pie de igualdad a través de las descargas directas. Mucha gente dejó el P2P por imperativo legal o por salirse del punto de mira.
c) Facilitar el encontrar "el material" y hacer la búsqueda menos vulnerable al borrado de enlaces.
d) Hacer más cómoda y más rápida su descarga.
e) Dificultar que otra operación idéntica surtiera el mismo efecto disuasorio que la primera vez.

Por eso digo que el fenómeno Megaupload lo han creado los que echaron de la carretera a Rapidshare. Y en cuanto se pose el polvo sabremos quién es el que va a correr a ofrecer más de lo que ofrecía Megaupload para ocupar el nº1.

Lo que no es fácil de entender es qué les importa que la empresa que explote ese nicho se llame Rapidshare, Megaupload o Fulanit. Acabar con la empresa no acabará con el nicho. Tendrán que tratar con el hecho de que esas empresas tienen una demanda, y que, si no quieren explotar ellos esa demanda, otros lo harán.

A lo mejor los 186 millones de dólares que se supone que ha hecho Megaupload es una cantidad ridícula para Hollywood y no les merece la pena esforzarse por esa calderilla.

17 comentarios:

Sr. IA dijo...

Resumo, viene usted a decir que indefectiblemente alguien ocupara el vacio, que posiblemente lo haga valiéndose de una tecnología mejor y por tanto, más dañina a la descarga legal. Es una posibilidad.

Yo le ofrezco algunas más.

Otro escenario es que se fragmente la oferta, que nadie quiera ser el número 1. (que es lo más habitual)

En cambio, en mi opinión, Lo interesente para acabar con cualquier mafia es acabar con sus vías de financiación. Posbilemente, de los 175 millones de giro de Megaupload, la gran mayoria era legal, una nube con supervelocidad de carga y descarga parece una cosa interesante.Llegados a ese punto hay un camino sensanto, amedrentada, la empresa pirata líder pacta con la legalidad. Llega a un acuerdo para ofrecer legalmente esos contenidos. Pone al servicio del "bien" su capacidad "destructiva" y sigue con su negocio "legal" (que es lo que hará Google, claro).

En cualquier caso, creo que es fácilmente reprimible el tráfico masivo (siempre habrá pirateo, se trata de llevarlo a una escala compatible con la superviviencia del cuerpo parasitado)... Basta modificar la ley para prohibir que los bienes digitales se muestren publicamente sin autorización del propietario de los derechos.

Y bueno, sí, si su pero es quién es el propietario aquí, entiendo por propietario el tenedor de los derechos de comercialización.

unnombrealazar dijo...

¿La idea es que lo inevitable ha de legalizarse?

Pedro Terán dijo...

Tengo todo el tiempo problemas con tu terminología. Una terminología más precisa y más exacta simplificaría el entendimiento, y simplificaría que te dieras cuenta de que pareces un fanático, no un filósofo.

Ejemplo: "un acuerdo para ofrecer legalmente esos contenidos". Un servicio de almacenaje, lo que hace será almacenar, no ofrecer. ¿Te parece que la diferencia entre esos dos verbos es inapreciable?

Si Bliss/Esther sube un lote de fotos de boda a Dropbox y les envía el enlace a los novios para que seleccionen las que quieren, ¿Dropbox está ofreciendo las fotos? No, Dropbox está almacenando las fotos. Bliss será en todo caso la que esté ofreciendo las fotos.

Si no distinguimos los actos de Bliss de los actos de Dropbox, ni distinguimos -como sospecho que no distingues- subir de bajar, ni distinguimos descargas legales de descargas ilegales, hablemos de algo más fácil como el pisotón de Pepe a Messi.

"Basta modificar la ley para prohibir que los bienes digitales se muestren publicamente sin autorización del propietario de los derechos."

Imaginemos que la medianoche pasada hubiera entrado en vigor esa ley.

En cuanto hubiera visto tu comentario habría tenido que borrarlo, porque no tengo ningún documento tuyo autorizándome a que aparezca en mi blog.

Ver una página web en un dispositivo móvil mientras voy en el tren, p.ej., sería ilegal, porque estaría mostrándose en público. Leer un libro electrónico en un banco de la calle, lo mismo.

Hacer una presentación en un congreso sería ilegal en mi caso porque las presentaciones se hacen con unas plantillas cuyos creadores bastante hacen con liberarlas, como para andar mandando autorizaciones a todo el que quiera usarlas.

En los bares no se podría ver el Telediario sin autorización previa de RTVE a todos los bares de España.

Y tu blog lo cerraríamos automáticamente, porque no creo que vayas por el mundo recabando autorizaciones para las imágenes que acompañan a tus entradas.

"prohibir que los bienes digitales se muestren publicamente sin autorización del propietario ... entiendo por propietario el tenedor de los derechos de comercialización"

a)Si van más allá de la comercialización, ya no son derechos de comercialización. Será que se les otorguen derechos adicionales a costa de los de los demás, y no estaría de más aportar algún argumento que justificase el porqué.

b) Entonces renuncias a tu idea clara y distinta de que "tu libro es tuyo" y de que solo se podía difundir bajo tus condiciones, que además podían ser ilimitadamente arbitrarias. Ahora las condiciones las pondría la editorial, pensases lo que pensases tú al respecto.

Pedro Terán dijo...

Hola, Topo, ¿qué tal ha ido el primer cuatrimestre/semestre?

"¿La idea es que lo inevitable ha de legalizarse?"

¡En absoluto!

unnombrealazar dijo...

"Tengo todo el tiempo problemas con tu terminología. Una terminología más precisa y más exacta simplificaría el entendimiento, y simplificaría que te dieras cuenta de que pareces un fanático, no un filósofo."

Por un momento pensé que eso iba por mí. Glups.

"Hola, Topo, ¿qué tal ha ido el primer cuatrimestre/semestre?"

Muy bien. He sacado adelante dos asignaturas de las que apenas sabía nada, me he integrado en una pequeña capital de provincias, he hecho nuevos contactos como investigador... Las partes oscuras, que no están pero ya se las ve venir, las dejo para más adelante. De momento, a gusto. Ambiente y vida más sana que en mi destino anterior.

Pedro Terán dijo...

Es que comentaste mientras yo escribía :(

Tampoco tendría que haber dicho "fanático", pero no se me ocurrió una palabra adecuada.

Sr. IA dijo...

"Por un momento pensé que eso iba por mí. Glups"... Ja, yo también.

Bueno, llevo media hora intentado responder y solo me salen que tostones. Reconozco que sí, que parte de mi aportación es vaga e inmadura, que hay que currarla mas. Ahora bien, a lo que yo iba es que tu agorera profecía no es la úncia que puede hacerse.


Pienso que la descarga ilegal no es negocio en si misma (o no es mucho negocio) y que es facilmente perseguible. Así que soy optimista. El negocio real no es el euro de ADsense por 500 visitas. Son los servicos paralelos (almacenaje, veloidad de bajada/subida) y este puede ser un negocio tan monstruosamente bueno que las propias empresas lo repriman con saña. (Pasa como con el fútbol... si las telefónicas no fueran dueños del cotarro sería muuuucho más fácil ver partidos sin pagar)... Perono....

Mira, yo no soy fanáico de casi na... si me meto en este berenjenal es por UTILITARISMO, el retraso que arrastra españa en Tics por la inseguridad jurídica es brutal. Y hay que acabar con eso. Personalmente, yo no descargo nada... En musica la calidad pirata de las cosasque me gustan suele ser tan mala que me cabrea más que otra cosa. A veces subo a Spotify alguna pieza que me gusta mucho. Lo hago como homenaje al menda, si un día me pide que la retire, la retiro. Lo normal es que los tíos estén más que agradecidos. Ese es el punto de equilibrio, si el propietario quiere; arriba, que no quiere; abajo... Pero que no sea el consumidor, sino el propietario.
Por cierto, una vez me pasaste una peli por megaupload. Que debe ser bestialmente buena. Soy tan torpe en eso que me tire una hora y no conseguí nada de nada. La voy a comprar un dia de estos.

Sr. IA dijo...

Ep lo de fanático tampoco ofende. Lo de megaupload falló porque primero tenía que instalar eso, luego lo otro y al finl el nero mío está tan obsoleto que no habia forma de plancharlo para verlo en la tele, que es como me mola. Mira (no tiene nada que ver con el hilo pero), ahora mismo voy detrás de un libro del padre Isla, lo necesito (está agotado, y solo hay el de la librería virtual Cervants y es una puta mierda del asco leerlo ahí...

Pedro Terán dijo...

¿Qué libro es?

"llevo media hora intentado responder y solo me salen que tostones"

Jajaja, yo he perdido horas y horas en más de media docena de intentos de comentar en tu blog en los últimos días.

"a lo que yo iba es que tu agorera profecía no es la úncia que puede hacerse"

De acuerdo, pero en este caso
-el precio del almacenamiento y la transmisión de datos está a la baja
-el nº de potenciales clientes sigue creciendo
-todavía no ha quedado establecido que se vaya a cerrar una empresa que cumpla la ley (la reciente política de Megaupload de recompensar a los usuarios de pago que subieran archivos muy descargados era como ponerse la soga la cuello y dar una patada al taburete)
-no hace falta que tú quieras ocupar el nº1, con que ofrezcas un servicio visiblemente mejor y se mencione mucho tu nombre, la gente que va entrando en el mercado va yendo hacia ti (es decir, tú no aumentas tanto a costa del volumen de los demás, como absorbiendo el crecimiento del sistema). No digo que pasase en cualquier mercado, pero en este caso hay mecanismos que lo favorecen.

"Personalmente, yo no descargo nada..."

Claro que descargas cosas, esta página la has descargado de un servidor de Google a tu ordenador y la estás viendo en el navegador. Está igual de protegida por las leyes de propiedad intelectual como una película y tú te la descargas a tu ordenador sin tener autorización del tenedor de los derechos.

Según tus propias definiciones, me pirateas el blog. Cada vez que pinchas en un enlace sin saber exactamente a dónde lleva y si tienes autorización para transmitir una copia a tu ordenador, potencialmente es un acto de "piratería".

A lo mejor hoy no, pero mañana entras en mi blog y hay un cartel que pone que solo puede accederse bajo pago de 2000€. En el momento de leerlo ya has descargado la página, por lo que no puedes dar por hecho que tienes una "autorización implícita" que te vale para siempre.

Cuando yo empecé a hacerme estas preguntas como "¿Qué justificación tengo yo para navegar por Internet si, para saber cuál es el contenido de las páginas que estoy descargando, tengo que descargarlo primero? ¿Puedo entrar en un blog copiando su contenido a mi ordenador sin saber nada de las condiciones que el autor quiera imponer a los que hagan esa copia?"

Para responder a esas preguntas, no puedes aplicar tu lógica del estilo "la ley se hace para decidir a dónde tiene que ir el dinero". Por eso lo que yo busco son respuestas que sean las mismas haya o no dinero de por medio.

Evidentemente mis respuestas no pueden decir cómo evitar que una industria se hunda.

"Por cierto, una vez me pasaste una peli por megaupload. Que debe ser bestialmente buena."

Bueno, no era por Megaupload, probablemente fue por Dropbox. Yo creía que pinchabas en el enlace y ya estaba.

De todas formas yo me acabaré comprando el DVD aunque sea por tener los comentarios del director.

Lo de que la película sea buena... Depende, para un aficionado al cine no es buena en un sentido técnico: está grabada a toma única por actores no profesionales en rollos de cinta caducados de 16mm, etc.

(Estamos hablando de Primer)

Sr. IA dijo...

Bueno. Yo indroduzco una precisión y ya me callo. En el momento en que generas el blog, aceptas un montón de condiciones, entre otras, la libre difusión por parte de quien sea de los contenidos que aquí cuelgas. Recuerda, cuando creaste memoria... ¿Es verdad o no que había una casilla según la cual acepto lss condiciones etc...? Me da un poco de pereza repasarlas, o sea que hablo de memoria. Si diste una autorización (no ya tácta) sino formal... Yo me descargo lo que tu pones, cierto, pero con tu consnetimiento emanado de aquel contrato... Entiendo yo, vamos....

Pedro Terán dijo...

Bien, me parece en una observación buena.

Aun así, no veo claro que un contrato privado entre Google y yo pueda otorgar derechos a una tercera parte. Es decir, yo marqué una casilla en la que elegía que el blog estuviera disponible "en abierto" o que solo estuviera disponible para las personas a las que yo invitara.

Eso quiere decir que no puedo llevar a juicio a Google por servir mi blog a quien lo solicite desde su ordenador, ya que yo les he autorizado a hacerlo. Pero no quiere decir que yo haya hecho una renuncia a los derechos que tenga como autor. Es decir, que haya autorizado a Google a servir el contenido de mi blog a quien lo pida, no conlleva que haya autorizado a todas las personas del mundo a leer ese contenido.

(Recordemos que, según mi idea, esas personas tienen derecho a leerlo con o sin mi autorización.)

Lo que sí implica es que habría una inadecuación entre lo que yo hago y lo que yo pretendo:
-Google puede subir mis entradas y permitir que cualquiera se las baje.
-No tengo ningún poder para impedir que quien quiera le pida la página a Google.
Entonces no tengo ningún medio para cumplir mi deseo de que unos accedan al blog y otros no. Sería yo el que estoy usando unos medios tecnológicos de una forma que no puede satisfacerme.

Por eso yo prefiero que el derecho de mis lectores a leerme no emane de mí, sino que separemos las obras en publicadas y no publicadas (por supuesto, porque lo que no puede ser es que yo escriba algo, lo meta en un arcón, y todo el mundo tenga derecho a leerlo), reconozcamos al autor el derecho a decidir que una obra pase al estatus de publicada, y a partir de ahí todo el que quiera pueda leerla (leerla, citarla, publicar estudios sobre ella, etc.)

Carlos Garrido dijo...

Joder, te iba siguiendo bien hasta este último comentario, que es como un colapso lógico (dos supuestos lógicamente posibles de forma independiente, pero no de forma unida); creo que ya es rizar el rizo.

Un factor que no comentas es la presión que están metiendo los grupos como Anonimous, las recogidas de firmas y esas cosas. No son asuntos digmamos provenientes de la legalidad (no tienen su origene n organismos de ningun organismo de gobierno), pero eso no quita que sean reales y tengan un peso.

Para la próxima entrada podías darnos un poco más de tu opinión acerca del peso de estos puntos en las posibles alternativas que planteas, sería chachi e.e

PD:
Feliz año con un cacho de retraso Pedrín : )

Instan dijo...

Pregunta, ¿si todas las revistas cientificas en línea fueran de acceso universal y gratuito afectaría esto a los índices de impacto de las publicaciones?

Pedro Terán dijo...

Arke, es que la discusión procede el blog del Sr.IA, sin identificar la postura de cada uno sí que es confuso.

El Sr.IA es el que defiende que el autor no renuncia a unos determinados derechos por el hecho de que una obra esté disponible públicamente.

Lo que hago es usar ese argumento, en el que yo no creo pero él sí, para subrayarle la analogía entre bienes-que-se-venden y bienes-que-se-regalan, en la que yo creo pero él no.

Vamos, muy claro XD

Pedro Terán dijo...

"Pregunta, ¿si todas las revistas cientificas en línea fueran de acceso universal y gratuito afectaría esto a los índices de impacto de las publicaciones?"

Mejor me lo pienso antes de contestar, Instan :)

Sr. IA dijo...

Por cierto, ayer estuve en un pomposo seminario sobre Democracia Vigilancia (donde el ponente, para pasmo personal insitió en que había que leer a Platón, Aristóteles y ¡Sócrates!) y hablaban de la distinción HAbermasiana y Deleuziana entre publicar y publicitar.... JEJEJE, esto es una maldad absoluta, pero que sepas que estos distingos sobre la publicación como una responsabilidad que contraes parece proceder de "tus" amigos.

Pedro Terán dijo...

Hombre, ¿cómo no va a ser fundamental leer a Sócrates? ;)

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Lo que yo, en mi irrisoria capacidad pensadora, intento es encontrar un lenguaje en el que pueda describir la situación anterior, pueda entender la situación anterior, y pueda ver que la situación actual es completamente análoga a la anterior. Entonces ese lenguaje me parecerá mejor que el anterior.

Elaborar ese lenguaje me parece previo a decidir a quién hay que defender en esta cuestión.

Tampoco pretendo que las distinciones sean originales, así que quién las haya hecho primero me da igual :p

De Habermas soy muy ignorante, pero no solo Habermas sino toda la escuela de Frankfurt de principio a fin, y más en general el siglo XX y todos los siglos. Una vez estuve a punto de comprarme un tocho de la Estética de Adorno pero desgraciadamente lo abrí primero.

Deleuze, pues bueno, sí es cierto que no lo tengo en elevada consideración, en este caso con un poco menos de ignorancia. Hay una revista "Journal of Deleuze Studies", si uno tiene exceso de optimismo sobre el espíritu humano le puede servir entrar y leerse algún artículo.

De todas formas, a lo que yo piense no hay que darle más valor del que tiene.

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Por cierto que muy maja la entrada sobre Turing.

Yo hice una vez una entrada sobre lo mismo:
http://pedroteran.blogspot.com/2010/10/solipsismo-y-robots.html