En las últimas 24 horas me ha pasado lo siguiente:
Ayer me llegó un correo de un alumno de Estadística Administrativa I de la diplomatura de Gestión y Administración Pública. Como ha entrado en funcionamiento el "plan Bolonia", es una asignatura a extinguir y ya no hay clases de ella. Los alumnos que no aprobaron el año pasado pagan el 25% del precio oficial de matrícula, cubriendo sólo los derechos de examen.
Me dice el alumno que a la vista de las notas de la primera convocatoria (un cinco, un tres y pico, y cuatro doses y pico), han hablado entre ellos y han decidido que como "es muy compleja la preparación total de los contenidos" me piden por favor que no les haga examen sino que les haga "evaluación continua".
Estamos hablando de alumnos universitarios que te dicen a la cara que no ven asumible el preparar un examen final de una asignatura de 60 horas (aparte de que lo que me piden es ilegal y no lo puedo hacer).
Esta tarde a las 3 estoy haciendo ejercicios con un grupo de 1º de Ingeniería por Bolonia, y por primera vez en mi vida he tenido que parar la clase, sentarme y decirles que siguieran haciendo ejercicios ellos solos, que no son menores de edad y por tanto yo no tengo que aguantarles. Unos, que se marchan de clase y vuelven cuando les da la gana. Otro, que me doy la vuelta y está dándole una colleja al de dos asientos a la izquierda. Estoy en la pizarra y de vez en cuando oigo uno que grita (sin duda relacionado con lo anterior). Me llegan conversaciones, una que si la evolución de los peces en una cueva, otra, que si a mí me dio Religión no sé quién, otra, que si no sé quién tiene 16 años y va vestida como una puta.
A mí no me molesta que hablen en clase, porque no me desconcentra, pero sí me molesta que en la segunda fila, que están a tres metros de mí, no oigan lo que digo.
Les he intentado explicar lo absurdo que es, en una persona adulta, estar con esa actitud en una clase que es voluntaria. Les digo que estarían mucho más cómodos discutiendo la evolución de los peces en la cafetería, donde debe de hacer menos calor que en clase. Y contesta uno: "¿Podrías abrir la ventana?".
Y esta tarde a las 4:45, justo a continuación, llego a otro grupo de ingenieros bolonios y me encuentro el aula vacía y un escrito en la pizarra que dice: "Lo sentimos mucho, pero es muy tarde y queremos irnos a casa".
Será para acostarse a las 8, digo yo; si no, no me lo explico...
Si sumamos a esto que el año pasado ya tuve una alumna de Biología que entró en mi despacho a la revisión de un examen con su madre, estoy viendo que la única opción que me va a quedar es amenazarles con llamar a sus padres.
Esto es lo que hay.
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