jueves, 18 de octubre de 2007

Más señales del fin del mundo

Resulta que le han dado el Nobel a Doris Lessing y yo no me había enterado.

Al ver la lista de los últimos ganadores aquí me he dado cuenta de que tres de los últimos cinco han escrito, de una forma u otra, ciencia-ficción.

(No tengo ningún interés en defender esta afirmación, ya que no he leído nada de ninguno de los tres.)

Me refiero a Coetzee (2003), Pinter (2005) y Lessing (2007).


¿Qué significará?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciencia-ficción. ¿Por qué tanta ciencia-ficción? Supongo que forma parte de toda la industria del entertainment, un ejercicio social de catársis para evadirse de la realidad cotidiana. Alienarse o luchar, son la dos opciones fundamentales ante la realidad.

Anónimo dijo...

Hay cosas que me cabrean. Los artistas pueden hacer ciencia-ficción para evadirse de la realidad, pero ¿qué hacen los científicos?

La gente se vende con facilidad, hasta el punto que el agradecimiento cancela la crítica. Esta parece ser la posición de Osvalda (joven científica), que habiendo recibido una beca del Corte de Mangas se siente movida al agradecimiento radical, sin espacio para la crítica, sólo por el mero hecho de haber salido ella personalmente beneficiada, al margen de cualquier otra consideración. Ya puede ser el Corte de Mangas la mayor fábrica de opresión y esclavitud, que como yo he salido beneficiado sólo tengo palabras de agradecimiento… Menudo razonamiento, y eso que la susodicha se precia de cruel crítica sobre los nuevos jóvenes, a su entender, sin valores, ignorantes, sin inquietudes ni ganas de esforzarse por nada.

Pero eso casi no tiene gravedad en comparación con la defensa a ultranza del sistema que se produce de manera generalizada en los pasillos de las “catedrales del conocimiento”. Hablar de socialismo es prontamente abortado por la pseudociencia que ofrece rápida evidencia en el fracaso de los regímenes soviéticos y satélites. Y realmente el argumento cierto es que “como yo vivo bien, no tengo nada en contra”, más aún, “yo como gracias a este sistema, no puedo morder la mano que me da de comer”. ¿Qué clase de racionalidad es ésta?, por favor, que alguien me lo explique.

Lamentablemente, todavía se sigue asumiendo que para poder cubrir las necesidades básicas hay que merecerlo. Y quien hace más méritos merece más comida, aunque se le pudra porque no le haga falta más que una pequeña parte. Y así es fácil entender por qué hay gente que muere de hambre, es lo que merecen… Y lo lamentable de esto es que ocurre tanto en la empresa como en el convento.

Y esto sucede entre los pasillos de la ciencia y el conocimiento, donde los sueldos y los espacios se distribuyen según el mejor currículum. No hay necesidad de apelar a argumentos científicos allí donde el poder de la ideología dominante es quien da y quita razones, quien da y quita la comida.

Anónimo dijo...

Más señales sobre el fin del mundo y el comienzo de otro nuevo.

MORATONES POR LA DIGNIDAD
Nada justifica la inhibición
ante el herido al borde del camino
que si pasar por allí es mi destino
todo explica tanta aguda intuición.
Si mi profunda preocupación
va a residir en cuánto voy a perder
no me quiero siquiera ni atrever
a oler lo que todos en desunión
podemos llegar a heder.
Si un día me siento billete andante
¿qué es lo que yo puedo llegar a ser?,
quizá el dulce ronquido penetrante
de la bella durmiente
o acaso ese tintineo elegante
de la espada paciente
en la vaina del caballero amante.
Y quizá mi bolsillo no lo siente
mas la alegría errante
de mi conciencia herida lo presiente.
Nada justifica mi perdición
ante el dinero y su trato mezquino
que si pagar por ser así es mi sino
todo explica tanta absurda exclusión.

Agustín

Anónimo dijo...

Gritamos cuando la realidad se impone.
Cuando la teoría nos engaña...
y la experiencia nos calla,
cuando la palabra nos confunde...
y la realidad nos silencia
somos cervunos convictos
en las cavidades de la monotonía
donde ruge la crueldad
de una sequía ingrávida, inesíaca,
la insonora hambruna
de un decibelio creciente
que rasga con su eco
el áspero epitelio de una profeteica realidad.
Aquélla que predica con estefanía
contra el tiempo y todas sus utopías.
En las cavidades de la monotonía
ruge la crueldad de una sequía ingrávida, inesíaca,
la insonora hambruna de un decibelio creciente
que rasga con su eco
el áspero epitelio de una profeteica realidad.
Aquélla que predica con estefanía
contra el tiempo y todas sus utopías.

Ángel M. Felicísimo dijo...

A ver quién se atreve a continuar la serie ;-)

Pedro Terán dijo...

Ángel: Que sepas que me he quedado con tu cara. La próxima te la hago yo a ti ;)

Agustín: Tú necesitas un blog, está clarísimo.

Por otra parte, la ciencia-ficción puede ser un vehículo tan bueno como cualquier otro para plantear preocupaciones sociales (precisamente ese es el caso de Lessing:
http://en.wikipedia.org/wiki/Doris_Lessing#Literary_style
).

Unknown dijo...

¿Qué os parece si dejamos la ciencia ficción y entramos en un tema tan real como el lugar del principio?
Debo suponer que sea el mismo del final.¿Mito? No, es real, es un espacio físico, fiel a la descripción que hace el Génesis.
Perdido por la historia, y reencontrado gracias a la información sacada de un extraño y curioso facsímil del s.XV llegado a mis manos, que pone patas arriba a la historia hasta el incendio de Roma por parte de Nerón.
Elaborado a partir de documentos originales hallados en la Biblioteca-archivo-histórico-universal, que duerme en el cráter sobre el que se asienta la verdadera Ciudad Eterna, de donde bebió el autor, demonizado por los estudiosos por oscuro y desesperante, por no saber sacarle lo mucho que encierra.
Tal información me ha permitido localizar el Paraíso, donde siempre estuvo.
Quiero haceros partícipes del hallazgo, y animaros a reconocerlo tal y como lo describen las Escrituras, simplemente enfocando el satélite al norte de la provincia de Cáceres, en España, donde muere el Sistema Central con el valle del Jerte, que lo hacen dentro de un cráter con forma de cometa, que desvela el cuerpo que lo creó, y responsable de la siembra de la parcela.
Jardín cercado por la pared del cráter, y regado por cuatro ríos que se unifican a la salida del Edén-el cráter-, identificados en los actuales Alagón(Tigris), Árrago(Éufrates), el Jerte como el Pisón o Jordán, y el Guijón en la Rivera de Gata.
Y entre el Éufrates y el Tigris, en el centro neurálgico del Paraíso, sobre su colina, la Ciudad Eterna-los 2760-70 años de la actual Roma, reflejan una eternidad un tanto efímera-,la cuna humana y de la vida: Riba de Coa, Gerusalem, Troya, Princesa Madre Roma, Caurium, y actualmente Coria.
Sale del libro y las pruebas y el satélite lo confirman.
En breve estará a disposición de estudiosos y aficionados en formato original, junto con una traducción literal del texto, que tiene migas, y las pruebas que salen del, mismo, en una web en la que me embarco, que promete no dejar indiferente a nadie, y entretenimiento investigador a partir de documentos de primera mano: www.lascosasdechurruca.com, te nostrará otra historia.
Saludos y hasta pronto.
Atentos al cielo.
Vidalchu.