Esta es una historia graciosa. Me he comprado un libro, ya saben que mi talento comprando libros es nulo, llamado Afterpop. La literatura de la implosión mediática, de un tal Eloy Fernández Porta. De la mera contemplación del título surge un escepticismo extremo: parece el intento desesperado de alguien por ponerle una etiqueta que a nadie le importa a un terreno que a nadie le interesa, para tratar de llamar la atención sobre el autor y sus cuatro amigos. ¿Qué es una "implosión mediática"? ¿Qué es un "afterpop"?
Pero, claro, yo soy la persona que se compró un libro de texto de CEAC titulado Los lubricantes hace unos ocho años, diciéndome: ¿Qué sé yo sobre los lubricantes? Mejor me lo compro y aprendo algo. (Y aún no he pasado del texto de la solapa.)
Así que me puse a leer el libro, luego lo terminé y en la última página me encontré, donde suele decir "Impreso en Gráficas Fulanito, fecha tal y tal" una críptica mención a Sagitarius no sé qué que concluía: 21/3/07. Digo: a ver si el libro este va a ser nuevo, y a la velocidad que lo he leído (330 páginas en menos de 48 horas) voy a ser uno de los primeros en acabarlo y hablar de él en Internet, ja je ji jo ju.
Me parece que voy a cambiar el título del blog, a ver cuánta gente entra por Google buscando reseñas de Afterpop, y lo comparamos con los que entran buscando resúmenes de los episodios de La Doctora Quinn. Eso sí que sería un experimento sociológico.
Así que:
¿He averiguado qué es un "afterpop"? No (salvo que esté relacionado con el conocido eslogan "Cuando haces pop, ya no hay stop").
¿He averiguado qué es una "implosión mediática"? No.
Y:
¿He aprendido algo? No.
Por tanto, aceptando generosamente la hipótesis de que soy una persona de inteligencia mediana:
¿Es este libro un fracaso rotundo? Rotundamente, sí.
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A ver si en los próximos días ordeno mis ideas y hago un comentario más detallado.
Las mil y una noches
Hace 12 horas
6 comentarios:
Un enlace alusivo:
http://abandonadtodaesperanza.blogspot.com/2007/04/afterpop-esttica-sin-prejuicios.html
La verdad es que con ese título yo ni lo hubiera cogido de la estantería en que estuviera durmiendo el sueño de los justos, pero claro, mi capacidad automutiladora y de masoquismo no se acercan ni remotamente a la tuya, que a veces en materia de libros pareces verte impelido a buscar el sufrimiento infinito. Pero después de leer tanto tu reseña como la del desesperado del blog "alusivo", aparte de constatar que el mundo se divide en cuatro clases de personas (los que compran libros compulsivamente, los que sabiendo que esto ocurre escriben sobre cualquier cosa, la familia de los que escriben sobre cualquier cosa y el resto) tengo muy claro a qué no voy a dedicar mi tiempo en los próximos 20 años.
Una vez más, salgo de aquí más sabia ;-)
A las 18:44 ya he recibido la visita por Google desde la UPF (lugar de trabajo del autor del libro). Ni tres horas ha tardado, por tanto, en aparecer alguien que supiera lo que es un afterpop.
Google es la leche.
Claro, el propio autor; si es que no falla ;-)
¿afterpop? Eso no es nada, tengo varias ideas para libros que venderé al mejor postor:
"la imbricación y la impostura: un nuevo paradigma para los afterplops"
"afterpoplejía: navegando entre complejos por la redes internáuticas"
etc, etc,...
Te recomiendo que saques libros al azar de la biblioteca, el riesgo es igual pero mucho más barato.
No, si el libro no está tan mal (dejando aparte el choque cultural). Seguro que en la segunda lectura (sea cuando sea) le saco más jugo.
Ya haré un comentario más detallado un día de estos.
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