Pues sí, hoy he tenido seis horas de clase, cosa poco buena para la voz, y podría haber sido peor ya que me ha contestado una revista. Si me hubieran rechazado el artículo, habría sido un día completo.
Me solía decir un amigo, cuando nos encontrábamos:
-¿Qué tal?
-Cansado.
-Ah, ¿sí? ¿Cuántas zanjas has abierto hoy?
Yo no es que no sepa lo que es el esfuerzo físico, dentro del poco esfuerzo que he hecho en mi vida; así que me permito decir que esperemos haber abierto el equivalente de dos zanjas en las mentes de los estudiantes (dos zanjas entre unas cien mentes da a 0,02 zanjas por mente; yo creo que es bastante realista).
Donde sí hemos abierto zanja es en una oficina editorial holandesa. Sienta bien publicar en una revista respetable, sobre todo si en el pasado nos habían rechazado. Curiosamente, hasta hoy estaban las revistas que nunca me han aceptado nada y las que nunca me han rechazado nada. El que revistas "rechazadoras" se vuelvan "ex-rechazadoras" indica que nuestro trabajo va subiendo de nivel. Lo cual está bien.
Todo lo que sean experiencias nuevas es positivo (ojo, la de las seis horas de clase no lo es).
La pregunta de hoy es: ¿lleva el cansancio mental a un estado de autocomplacencia lamentable?
Mujeres poderosas de vidas trepidantes
Hace 15 horas
1 comentario:
Hombre, la discusión entre cansancio mental y físico parece resuelta hace tiempo. Aunque sí parece razonable que todos en la vida pasen al menos un tiempo dedicado a ambos tipos de trabajos, más que nada por saber valorarlos ambos.
Claro que cansa hablar 6 horas, y eso es un poco triste, porque el profesor no debe ser el protagonista del proceso educativo... Pero bueno, no me voy a enrollar sobre este tema, yo soy partidario de la pedagogía libertaria de Paulo Freire.
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