miércoles, 22 de mayo de 2013

Respuesta a Arke

Como se me ha alargado la respuesta a Arke, la pongo aquí.


Arke: Matrix sí tiene un "paisaje de fondo" filosófico, aunque no creo que contenga ninguna verdad profunda ni pretenda articular un discurso intelectual. Un precedente claro que no cuajó es Dark City, de Alex Proyas, que sí está construida más explícitamente sobre unas ideas del fracaso de la modernidad, la construcción social de la realidad, y bla bla bla, amén de las de Baudrillard que voy a comentar a continuación.

En el caso de Matrix, la pregunta de si lo que percibimos como real lo es "realmente" se remonta al origen de la filosofía. Cuando metes un lápiz en un vaso y parece que se ha roto, o cuando miras un espejo y te das cuenta de que en realidad no es una ventana a otra habitación donde hay una copia de ti, ya tienes la pregunta. No hace falta que venga Matrix a hacerla.

Descartes lo planteó en términos muy paralelos a Matrix cuando se dice a sí mismo que todo lo que cree conocer, incluso el propio hecho de tener un cuerpo y estar en el mundo, podría ser obra de un genio malévolo engañándole sistemáticamente; de ahí que solo pueda fiarse de que "pienso, luego existo".

Pero el filósofo estrella de Matrix es Jean Baudrillard, hasta el punto de que los personajes utilizan expresiones directamente sacadas de sus escritos, como cuando Morfeo le dice a Neo "Estás es el desierto de lo real", o "Bienvenido al desierto de lo real", o algo así.

Para Baudrillard, en la sociedad contemporánea, más allá de lo verdadero y lo falso hemos creado lo hiperreal, es decir, una falsa realidad que nos parece más real que la propia realidad. Lo falso se define por oposición a lo verdadero, pero lo hiperreal no es un mero dato falso sino un simulacro, una falsificación de la realidad que trata de (y consigue) suplantar a la "verdadera realidad".

Mi ejemplo de hiperrealidad, pedestre como yo mismo, es el Sr. Casamajor.

El Sr. Casamajor me imagino que es anterior a tu época, pero era una especie de tertuliano o compañero radiofónico de Javier Sardá, que le acompañó en distintos programas y emisoras a lo largo de muchos años, haciéndose especialmente popular en La ventana de la SER. En un giro típico de Sardá, Casamajor era el tertuliano que no era tertuliano, solo un señor mayor de clase media que hablaba de todo desde el sentido común y las enseñanzas extraídas de su experiencia vital.

Este hombre habló por la radio, como digo, un montón de años, cayendo muy simpático y gozando de una gran popularidad. Por ejemplo, muchísimo antes de su máximo de popularidad, El País dedicaba espacio a su fichaje por la SER (favor de pinchar en el enlace y leer la noticia).

En cambio, antes o después empezó a correr la leyenda urbana de que Casamajor no existía sino que era en realidad un personaje interpretado por el propio Sardá. Como todas las leyendas urbanas, esta seguía y seguía volviendo a pesar de ser muy poco creíble y contradecir el más puro sentido común. En primer lugar, en muchas ocasiones Sardá y Casamajor discutían y hasta hablaban los dos a la vez. Para que esto fuera verdad, haría falta que esas conversaciones no fueran espontáneas sino que estuvieran escritas en un guión; y que algunas réplicas, en ocasiones largas series de réplicas, estuvieran pregrabadas para conseguir que las voces se superpusieran. En segundo lugar, haría falta una conspiración de todos los invitados al programa y de la gente que acudía como público para mantener la mentira: si fuese así, al volver a su casa lo dirían y todo el mundo se habría enterado hace tiempo. En tercer lugar, Casamajor se había hecho un personaje público que ocasionalmente era entrevistado por los medios, o cuya carrera radiofónica, como en el enlace anterior, era noticia en los periódicos. Y, en cuarto lugar, si era un personaje suyo, ¿qué razón iba a tener Sardá para fingir que Casamajor era una persona real? La hipótesis de no-existencia de Casamajor era rechazada cuando alguien decía: "Mi primo conoce a uno que estuvo de público en La ventana y le dijo que Casamajor era Sardá".

Y esto es lo que quiere decir que lo hiperreal desplaza a la realidad porque parece más real. Porque el Sr. Casamajor era Sardá hablando con voz de viejo; pero poniendo en una mano un tío al que llevas oyendo seis años en la radio, y que sabes historias de su familia, y que has estado de acuerdo o en desacuerdo con él en infinidad de ocasiones, y en la otra una pseudoconspiración elaboradísima y "a todas luces" absurda, es la falsedad la que ha logrado falsificar todos los tintes de lo real, y la verdad la rechazada por irreal. "¿Me vas a decir a mí que un tío que llevo oyendo x años en la radio no existe?"

Milli Vanilli (también anteriores a tu época) eran reales pero falsos. La guerra de los mundos de Orson Welles era información falsa. El Sr. Casamajor es hiperreal, es un simulacro que suplantó a la realidad porque estaba diseñado para satisfacer mejor que la propia realidad los criterios con los que distinguimos lo real de lo irreal.


En fin, esa es la concepción de Baudrillard de la (hiper-)realidad construida por los medios de comunicación de masas (y por eso coincide que la entrada anterior se llama "El debate hiperreal"), y de ahí bebe directamente Matrix para su concepto central.

5 comentarios:

Sr. IA dijo...

Caray, no había caído en lo de Baudrillard, filósofo al que no tengo el gusto. Se lo paso a un colega mío, metido en la tesis de "hipertextualidad en el cine" (en serio, aunque él ya había caído en eso, ahora que recuerdo)... A mí todo esto me desborda. De Matrix me gustó especialmente la parte II, cuando se ve todo el cacao de inteligencias artificiales, que se quedan preñadas entre sí y tejen un puente entre "ciber-realidad" y "materio-realidad" a través de una suerte de energía psi... me pareció gracioso y sugerente. Luego, también, las referencias rasta-religiosas, a Nuevo Sión, como liberación del sueño al que nos somete tecnobabilonia. Vaya, que me ha gustado el post. (Y a mi no me engañaba el Sarda, bien se veía que era el señor Casamajor)... Como Tito P. Diagonal, que era Constantino Romero (EPD)

Pedro Terán dijo...

Lo de Baudrillard no tiene mérito, sale hasta un ejemplar del libro. En ese sentido me gusta más Dark City por menos pretenciosa.

Yo de la II y de la III no saqué nada, pero eso demuestra que el que mejor maneja la cuchara es el que mejor rebaña el plato.

No le saqué mucho sentido a que las IAs tengan hijos. Especialmente, en la III, en la conversación en el andén, yo me decía "pero qué carajo es esto". Supongo que si hubiera prestado más atención a la estructura del mundo en la II cuando lo de las llaves, a lo mejor habría sacado algo en claro. Por lo menos habría sabido si había algo que sacar en claro.

De todas formas, lo gracioso son las reseñas de las tres películas de la serie por Slavoj Zizek. Siempre pienso subirlas al blog de CF, pero como no se entiende nada sin hacer un curso previo sobre los lacanianos...

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Ahora que te tengo a tiro, hace muchos meses que estoy madurando la idea de dedicar algunas entradas del blog de CF a textos de filósofos de la tecnología.

Tengo unos cuantos pensados, en mi ignorancia, pero estaría encantado de recibir sugerencias.

Sr. R dijo...

Que ganas de darle vueltas al asunto: hombres libres = buenos, presos y maquinas = malos. ?La solucion? liarse a tiros con las maquinas y a gorrazos con los presos. Se vive mejor sin pensar tanto...

Sr. IA dijo...

¡Filósofos de la tecnología! Lo siento pero no me he columpiado en esa rama. Sé algo de filosofía de la ciencia, pero de tecnólogos y de cómo la tecnología condiciona nuestro conocimiento, rien de rien... A todo lo más lo de Vinge y la singularidad... Le pego un repaso al Oxford Dictionarity. Permaneceremos atentos...

Carlos Garrido dijo...

Gracias por la respuesta Pedrín *¬*

Ese ámbito de la película ya lo conocía, pero hay que reconocer que más allá de la explicación de los conceptos, el uso que se les da es más o menos sencillo (quitando algunos detalles puntuales que quedan muy a interpretación del espectdor quizá), pero como tú mismo has dicho, el concepto de si lo que crees que existe realmente existe o es solo una ilusión, viene de muy atrás y le han dado ya muchas ueltas (si bien no deja de ser original); Dark City no la he visto, y en Matrix, que las vi hce unos cuantos años, creo que era un mico por aquel entonces (más que ahora :3), le saqué poco contexto más allá de lo que un adolescente o preadolescente pueda sacar de una peli de tiros y ficción con una base "pseudofilosófica"; ciertamnte tendría que volver a vérmelas algún dia y echar un ojo a cosas que me llamen la atención, y entonces podría darse una conjunción de los cuerpos celestes y quizá me acordase por una vez de hacer algo; en ese caso te daría mi opinión detallada... Aunque no contaría conque se diese todo esto a corto plazo.

Pese a todo gracias por la respuesta personalizada, un abrazote Pedro ^^