miércoles, 22 de febrero de 2012

El gran plan

Es curioso, pero el DRAE no recoge ninguna acepción de plan que esté libre de la intención de ejecutar el plan. Es decir: ¿cómo se llama un plan cuando no planeas llevarlo a cabo?

2. m. Intención, proyecto.

3. m. Modelo sistemático de una actuación pública o privada, que se elabora anticipadamente para dirigirla y encauzarla.

4. m. Escrito en que sumariamente se precisan los detalles para realizar una obra.

Así las cosas, no es correcto decir que yo elaborara un plan para robar un ejemplar de la primera edición de los Principia Mathematica, ya que nunca tuve ni la intención ni el proyecto de llevármelo: pero sí tuve el gusto de pensar de qué forma podría sustraerse de la biblioteca de la Universidad de Glasgow.

Principia Mathematica es un libro muy interesante, se lee en un pispás prácticamente como si fueran los deportes en el periódico. Trata sobre los principios de las matemáticas, y lo de principios es en serio, ya que la demostración de que 1+1=2 no se alcanza hasta la proposición 6.3.4 del capítulo 110. A continuación los autores nos avisan de que "esta proposición es útil a veces".

(Aviso para que nadie busque el capítulo 110 en el primer tomo: el capítulo 110 está en el segundo tomo.)

Bertrand Russell también escribió otro libro sobre los principios de las matemáticas, llamado (pásmense) The principles of mathematics. No hay que pensar que, solo por tener el mismo autor y el mismo título, son el mismo libro. De hacerlo cometeríamos el mismo error que Russell, quien, yendo en tren a su boda, se benefició a la hermana de su novia (al fin y al cabo, también tenía el mismo autor y el mismo título). Y eso no: hay que prestar atención a los detalles.

El caso es que la biblioteca, que tiene nueve pisos y vistas al río Kelvin, el que da nombre al famoso Lord Kelvin, es común para toda la universidad, y tiene al alcance de cualquiera los materiales antiguos. Supongo que no los de tiempos de Chaucer, pero sí de mil ochocientos y pico en adelante, porque yo he tenido en mis manos un ejemplar original de las publicaciones de Galois (1843).

En España, esas cosas no estarían al alcance de las manos de cualquiera que pase por allí.

El caso es que me sorprendió tanto esta circunstancia que me dije: si alguien quisiera llevárselo, ¿le sería fácil o difícil? Y eso fue lo me llevó a diseñar el plan.

Resulta que no es fácil, sino muy fácil, llevarse el libro sin que sospechen que te lo has llevado.

Problemas a evitar:
-El acceso al edificio se hace con una tarjeta electrónica, luego tienes que salir por la puerta principal para que no quede constancia de que entraste y no saliste.
-Para salir por la puerta principal hay que pasar los típicos arcos.
-La salida de emergencia está conectada a la alarma.

Aquí dejo el problema por si alguien se quiere entretener un rato. Si alguien quiere, puedo decir mi solución dentro de unos días.

7 comentarios:

Sr. R dijo...

¿Se abren las ventanas sin hacer saltar las alarmas?

Carlos Garrido dijo...

Qué problema hay con entrar, metértelo en un bolsillo interior y salir? Si no e smuy grande claro, si es un tocho... Alguna variante. Entras con la bolsa del pan y listo :P

Instan dijo...

Desde luego, eso de tener a disposición de todo el mundo las obras antiguas es impensable en España. Cualquiera diría que en algunas bibliotecas más que tener libros para consultar los tienen bien escondidos.

JuanPablo dijo...

en la biblioteca de nuestra U alguien diseño el método genial de meter los libros en los cestos de basura (embolsados para que no se ensucien). El personal sacaba los cestos por las salidas con llave que la gente común no podía usar, y luego era cuestión de ir a sacarlos de la basura.

También funcionó tirarlos por la ventana, desde el primer piso no sufrían muchos daños.

carlos dijo...
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Pedro Terán dijo...

Lo de las ventanas fue mi primera idea, aunque parece que necesita un cómplice que recoja el libro para eliminar algunas incertidumbres.

Salir con él por la puerta requiere examinar el volumen con calma para buscar las "etiquetas" que hacen que pite a la salida (en este caso la biblioteca es todo el edificio, así que hay seguridad en la puerta principal). Por experiencia (experiencia inocente) sé que no es fácil encontrarlas todas ni siquiera haciendo un examen página por página. Al fin y al cabo, no sabes cuántas son ni si pueden estar en sitios como dentro del lomo (no sé si las ponen ahí o no).

Lo de usar la basura es muy bueno, a mí no se me habría ocurrido.

Pedro Terán dijo...

Mi idea final no es que sea nada difícil que a uno se le ocurra. Si fuera una idea superingeniosa que alguien pudiera poner en práctica tampoco la diría.

Basta con acotar el tipo de solución que quieres:
-Tienes que ocultar que no has salido por la puerta principal, para no ser sospechoso si se detecta la desaparición del libro.
-Tienes que convertir en irrelevante la alarma de la salida de emergencia.
-Tienes que hacer que sea otro quien la abra.

Es más fácil imaginar cómo resolver estos tres condicionantes a la vez, que cada uno por separado.

Entrar en la sección de Matemáticas (2º piso) y meterse el libro en la mochila. Salir al rellano y llamar al ascensor. Cuando llegue, activar el detector de humo que hay cerca del ascensor, y subir en este al 4º o 5º piso. Para cuando salgas del ascensor, la gente ya habrá empezado a reaccionar a la alarma contra incendios y bajas tranquilamente por la escalera hacia la salida de emergencia. Sales en medio de todo el grupo que ya ha llegado antes del 1º y 2º piso.