Urstrid Heijmans había oído hablar del efecto mariposa, pero poco pensaba que tener al hijo haciendo la mili llevaría a que la comunidad científica pusiera en duda la genialidad del propio Albert Einstein.
Urstrid, limpiadora que llegó a la colaboración internacional OPERA con un brillante currículum tras haber trabajado en las oficinas de Tulip Computers y Rabobank ("Me fui porque me hacían meter solicitudes de hipotecas en la destructora de papel, fuera de mi horario laboral y de mis funciones"), sería según anticipa el New Amsterdam Times la responsable última de lo que ya se considera el mayor fiasco científico de los últimos años: la detección de neutrinos viajando por encima de la velocidad de la luz. Así lo ha determinado una subcomisión delegada encargada de analizar los resultados del experimento.
En palabras de Mariusz Bross, director de la subcomisión, "examinamos detenidamente todo el equipamiento durante meses, incluso extrajimos del anillo el cronotopizador heteroglótico dialógico (de media tonelada de peso), lo desmontamos pieza a pieza... y al volver a ponerlo con una grúa resulta que no arranca y es porque alguien había sacado el enchufe de la regleta". Según un becario que, se dice, es el único que entiende el aparato, "al ignorar la ausencia de cronotopización, los algoritmos adaptativos de ajuste de datos se hicieron la picha un lío y salió que los neutrinos eran superlumínicos como pudo salir la silueta de Marilyn Monroe enseñando las bragas".
Para identificar al culpable se recurrió a juntar a todos los sospechosos en una habitación sin ventanas. Tras romper el hielo con un "Probablemente os preguntaréis por qué os hemos convocado aquí", Bross procedió a explicar la situación: "Ya nos hemos enterado de que el cronotopizador estaba desenchufado... el cronotopizador es el chisme grande redondo que tiene unos acabados como de marquetería... el que lo haya apagado es el culpable de la mierda de los neutrinos, vaya que sí... cuando le pillemos se va a enterar... más le vale confesar para salvar a todos sus compañeros o va a haber castigo general... como no salga pronto me voy a cansar...". Al final, Urstrid Heijmans no pudo aguantar la presión y se fue poniendo cada vez más roja hasta echarse a llorar (presuntamente; la Sra. Heijmans ha declinado confirmar ni negar ningún extremo de la reunión).
Según ha trascendido, Urstrid confesó haber quitado el enchufe de la regleta para recargar su móvil. Tras hablar con su hijo, que se encuentra realizando el servicio militar, olvidó reconectar el aparato. El cronotopizador, que incorpora tecnología de Steve Jobs, estuvo fuera de funcionamiento durante más de cuatro meses sin que nadie se diera cuenta. "Analizar los gigas de datos de un experimento no es tan fácil", declaró un becario chinito sonriente. "¿Quién sabe si el panel detector A118 C1 está funcionando correctamente? Yo no, desde luego..." Representantes del sindicato UHT culpan del incidente a "la falta de un cursillo de formación específico sobre inserción de conectores".
El hijo disfruta de su súbita popularidad y ha confirmado en las redes sociales que a menudo departe amigablemente con su madre mientras esta trabaja en la instalación científica. Según un twit fechado a las 13:14, la Sra. Heijmans barre con unas zapatillas magnéticas como las de la azafata de 2001: Una odisea del espacio, aunque no se termina de manejar bien con el móvil estando boca abajo.
La comunidad científica se encontraba dividida ante las evidencias presentadas por OPERA de que los neutrinos (unas cosas pequeñas) superaban la velocidad de la luz, algo "propio de un episodio de Los Simpson" según el físico Stephen Hawking. La teoría cuántica de Albert Einstein afirma que nada puede ir más allá de la velocidad de la luz. De hacerlo así, vería a Ronald Reagan dejar la Casa Blanca para ganarse la vida como actor, o a Bibiana Aído renunciar un sueldo de 100000€ en una agencia de la ONU para irse de tuppersex con sus amigas. Einstein afirmó que, como Dios no juega a los dados, tales sucesos eran imposibles, pero el experimento OPERA lo ponía en entredicho.
Al cierre de la edición, a este periódico le ha sido imposible contactar con el Sr. Einstein para recabar su valoración de los hechos.
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