domingo, 2 de noviembre de 2008

Cosas que me pasaron en septiembre (ser referee y vivir para ver)

Ya tengo despacho pero ni ordeñador, ni Internés, ni nada. Mientras tanto, cuento otra historia del mes de septiembre.

Hace mucho tiempo, hice de referee de un artículo de X y una estudiante suya. La primera versión (la primera que yo vi, que en realidad era la segunda) contenía algunos errores y algún resultado que me parecía a mí que no podía ser cierto.

Al cabo de un tiempo de enviar el informe, recibo un emilio de X en el que me cuenta que piensa que el informe ése lo había escrito yo; y que, claro, que su país es muy machista y que su estudiante va a pedir una plaza en los próximos meses, por lo que le urgía que se aceptara lo antes posible, y el otro referee había dado el visto bueno, y bla, bla, bla. A lo cual no le contesté diciendo que sin duda le aceptarían los artículos antes si revisaba adecuadamente el trabajo de sus estudiantes para no mandar un trabajo con tres resultados de los cuales dos tienen la demostración mal y el otro es falso, sino que no tenía ningún inconveniente en hacer el informe lo más rápido que pudiese y recomendar la aceptación, una vez arreglase lo que tenía que arreglar.

Me llegó entonces la nueva versión, en la que eliminaban el resultado que estaba mal, arreglaban una de las demostraciones y presentaban un argumento bastante complicado para la otra demostración. Aunque en la primera lectura el argumento me pareció bien, luego me di cuenta de que tenía un fallo.

Así que escribí otro informe explicando la situación, y recomendando que mandaran otra nueva versión corregida.

Lo siguiente que supe fue que X había escrito a la revista diciendo que la demostración estaba perfectamente y que yo no entendía su artículo, que ya había dicho la otra vez que estaba mal un resultado que estaba perfectamente, y que lo habian quitado por no discutir conmigo. Y que sólo me negaba yo a que se aceptara el artículo, y como yo no entendía su demostración, que prescindieran de mis protestas y lo aceptaran.

Así que a mí me preguntó la revista que qué, que ya llevaban tres años con ese artículo, que dos referees (supe entonces) habían dado el visto bueno y que se lo querían quitar de delante, y que si era un fallo de poca importancia mandarían por lo menos la aceptación condicional del artículo. Así que yo expliqué de nuevo por qué estaba mal y por qué la demostración no se podía arreglar. La editora de área quedó convencida de que estaba mal, y las cosas quedaron como estaban.

Al poco, recibo otro correo de X o quizás le escribí yo directamente, no me acuerdo, el caso es que le dije que podía solucionar el tema fácilmente añadiendo una pequeña hipótesis y usando unos resultados de un artículo mío.

X me dice entonces que, como yo había causado tanta transformación al artículo, y como iban a usar mis resultados, que mejor me mandaba el fichero TeX y que escribiera la nueva demostración yo mismo; de esa me pondrían como coautor. A lo que le dije que yo estaba dispuesto a coautorar con ellos cuando quisiera, pero no en ese artículo, porque es que no me parecía de recibo.

De todas formas, le dije que le mandaría un TEX con una pequeña explicación de cómo usar mis resultados. La verdad es que al final no lo hice, porque parece que uno siempre tiene cosas más urgentes que hacer.

Pues bueno, me encuentro a X en un congreso y le pregunto por el artículo. Y me dice que lo han retirado (!), que era un trabajo de baja calidad (!), que ella nunca había querido enviarlo (!) pero que, claro, era un trabajo de su estudiante... ya se sabe... las mujeres en su país, necesitan muchos artículos...

A lo cual yo puse cara de póker, por no deshacer en ese mismo momento una relación personal por lo demás muy amistosa.

4 comentarios:

Unknown dijo...

¡¡A ver cuándo llegamos a Octubre!!
:P

JuanPablo dijo...

referatos, referatos... Vamos a lo importante, ¿estará buena la niña? ¿no querrá hacer un postdoc, total después se acomodan un poco las ideas de ese paper y se lo manda otra vez?

Anónimo dijo...

La más socorrida de las excusas para todo: el machismo.

Pedro Terán dijo...

Yo no tengo razón para dudar de que las mujeres tengan problemas para acceder al profesorado universitario en ese país, en cualquier caso me parece más importante el ver que la "teoría" del comportamiento diario de los científicos no coincide necesariamente con la "práctica".

Y no lo digo como crítica de X, a quien seguramente algún lector identifica a pesar de mis esfuerzos: yo soy el primero que digo que era referee de un artículo, que el autor contactó conmigo y que tuvimos una comunicación al margen de la revista. Eso no coincide con la "teoría" y supongo que podría haber algún tipo de debate ético infructuoso al respecto, lo que ocurre es que la "teoría" parte de la suposición de que los autores no saben quiénes son los referees. Bajo esa suposición, el autor nunca puede llamar a tu puerta; cuando lo hace, tienes que tomar una decisión al respecto.