Como saben o han olvidado los lectores habituales del blog, uno de mis propósitos al escribirlo es volver a coger mano en eso de escribir. Parece que cosas aún peores esperan al mundo, ya que he decidido aprovechar este verano para empezar a escribir una novela.
Amablemente, Bliss me ha regalado un cuaderno de notas muy chulo, no sin antes hacerme prometer solemnemente que era a cambio de que de verdad escribiera la novela. Así que, para no quedar muy mal, no me va a quedar más remedio que hacerlo.
Y, con esa afición autoparódica que tengo, no puedo menos que imitar los "Studio Reports" que hacen en sus webs los músicos cuando preparan un disco, para deleite de sus fans. Así que iré contando regularmente cómo va la cosa.
Por ahora, tengo bastantes ideas pero no he estrenado aún el cuaderno. Lo que más me sorprende, por la naturaleza de las ideas y por comparación con las orientaciones que he encontrado en Internet, es que llevo un enfoque contrario a lo que el lector inocente piensa que es concebir una novela. Todo culpa de haberse hecho matemático mientras tanto, claro.
No sé el argumento de la novela. Tampoco conozco a la mayoría de los personajes. Sé perfectamente lo que quiero decir, ahora sólo me queda investigar qué argumento necesito para decirlo y qué personajes necesito para ese argumento. Vamos aclarándonos poco a poco. Como nunca he diseccionado una novela para analizarla, voy a tener que inventar un montón de recursos: sobre todo, ¿cómo voy a arreglármelas para extender por la novela la presencia de dos personajes que no van a aparecer más que tangencialmente, pero que son esenciales para entenderla? ¡Jarl!
Qué reto. Es una novela muy ambiciosa, justo lo que intentan hacer todos los escritores novatos imbéciles. Claramente, no estoy capacitado para escribirla; pero, cada uno es como es, si me propongo escribir una novela para la que esté capacitado, no me molestaré en hacerlo nunca.
A ver qué es lo que sale. Antes de empezar las vacaciones hablaba con Bliss por teléfono y, tras divagar un rato contándole mis ideas, me sorprendí diciendo:
Lo que necesito ahora es pensar más personajes y estudiar su dinámica de interacción.
Qué raro se me hace aplicar el razonamiento abstracto a la construcción de un relato, cuando no se tiene ni argumento ni personajes.